En una mina de gran profundidad donde cavaban unos mineros con gran esfuerzo y terminaban muy fatigados al final de su jornada encontraron una vez en una excavación un indicio de otra civilización anterior; no supieron comprender el hallazgo que habían encontrado porque ellos no tenían cultura, pero comprendieron enseguida que aquello era una llamada a su buen entender, porque ellos no sabían nada de civilizaciones pasadas.
 
Dieron cuenta de su hallazgo, pero nadie les hizo caso, entonces pensaron: “Este hallazgo no debemos ocultarlo” Y siguieron trabajando y recogiendo cuanto encontraron. Cuando su trabajo allí termino tenían tantas cosas importantes recogidas, que pensaron enterarse de donde provenían, así que se pusieron a preguntar, fueron de aquí para allá, pero nadie les hacía mucho caso, pero ellos cada vez estaban mas interesados.
 
Así que se pusieron a estudiarlo, se extrañaban de que nadie tuviera interés en investigar todos aquellos pedazos que ellos habían encontrado. Tanto pensaron, estudiaron e investigaron, todo con mucho esfuerzo porque ellos conocimientos no tenían y su cabeza se deshacía para buscar una explicación a lo hallado, que ¡ay, feliz día!, Por fin pudieron averiguarlo.
 
En su duro caminar de querer ser escuchados, encontraron a un señor, que por casualidad paso por su lado. El tal señor iba buscando algo, se acerco a ellos y los vio mirando arrobados los cachos que encontraron en aquella mina, y que habían guardado con tanto cuidado.
 
Se les quedo mirando y les pregunto: ¿Saben ustedes lo que tienen y lo que están mirando?, Y ellos con gran disgusto le contestaron: “Eso quisiéramos saber, llevámoslo muchos años preguntando pero nadie parece saber nada y nosotros ya estamos desesperados, aunque seguimos interesados.
 
Aquel señor se quedo mirándolos, podéis dar gracias a Dios por lo que habéis hallado, vosotros habéis sabido ver algo hermoso donde nadie pudo ver y eso es algo, pues querer comprender aunque una piedra sea lo hallado es demostrar tener interés por todo lo creado, y vosotros habéis sabido ver, y habéis creído en un hallazgo, y hallazgo ha sido porque os veo perfilando el camino del señor, porque Él os eligió para ir pregonando que habíais encontrado cosas de otra civilización y la verdad es que nadie os hacia caso, pero cuando os ibais se quedaban pensando: ¿Será posible que estas criaturas vean en eso algo?, ¿Cómo pueden ver, si nosotros no vemos nada extraño?.
 
Claro que no veían porque no se entretenían en mirarlo, si hubiera sido una piedra preciosa enseguida se hubieran percatado, pero unas piedras sin mas les parecía raro.
 
Ver, donde nadie puede ver, es un hallazgo.