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Categoría: Terror

La criatura - Primera parte

.... Y la criatura simplemente se arrastraba y se arrastraba, contoneando de un lado a otro su maltrecho cuerpo incompleto, sin parte
inferior, solo unas largas venas decoloradas que salían de su parte baja y se arrastraban junto con ella, un cuerpo deformado, repugnante, lo poco que de el habían dejado los gusanos, moscas e insectos devoradores de carne, cuando despertó de su letargo, un gran sueño profundo e infernal en el que se encontraba sumida en su madriguera, a su paso expelía una sustancia blanquecina con cierto matiz verdoso que sobresalía por sus ojos, resbalaba por su rostro, cuello, torso y llegaba al suelo, cuyo olor era de los más putrefacto que pudiera sentirse, ojos aniquiladores para cualquiera, y ella lo sabía, sus dos garras a manera de manos se encontraban completamente desfiguradas, corrosivas, dejando ver los huesos de estas, se aferraban a la hierba, se enterraban cual clavos en la húmeda tierra, estiraban y maltrataban el pasto, más aún, solo se arrastraba; muchos árboles yacían en aquel
lugar, árboles muy frondosos y grandes, o por lo menos así deberían verse durante el día. La penumbra era absoluta, ni una luna que dejara
ver su rostro, ni una sola estrella en aquella sórdida noche, solo un cielo negro, un cielo mas negro que la propia muerte.
Y así reptó lentamente durante algunas horas, igual su inmutable condición, por ahora, no le permitía ir más rápido, simplemente no
podía, su sufrimiento era completamente inverosímil e impensable por cualquier alma humana. Su cabeza presentaba unas incisiones bastante profundas en la parte frontal izquierda, desde la cual se atisbaba un cerebro carcomido por pequeños insectos que seguían y continuaban
haciendo su trabajo. Su boca era una armazón de colmillos bastante turbios, en-negrecidos, su lengua era una máquina áspera y ponzoñosa.
Fuera de las moscas que la invadían y una saliva espesa supurante, lo único que de su boca salía eran unos gemidos atronadores, desgarradores, asediantes. Su costado dejaba ver unas costillas
demacradas y despicadas; que habría sido de aquella bestial criatura para llegar a una condición tan horripilante ?.
Lo peor de todo era... tenía HAMBRE !!!

En la pequeña cabaña solo vivían Adrián y su mujer Mel, era un típico matrimonio, nada del otro mundo, pero se llevaban bien, cada uno sentía una gran admiración por el otro y el respeto reinaba en ese hogar sin hijos, aún no querían. La cabaña se encontraba algo distante de la de los próximos vecinos, quizá a unos 2 Km., una pequeña cerca gris rodeaba el pequeño
caserón, una entrada algo angosta, un bonito sendero de día pero siniestro de noche, se alejaba de la cabaña, en dirección norte, sin
luces ni postes que pudieran brindar algo de luz en las oscuras noches; a lado y lado del sendero se extendía aquel sinuoso bosque tupido en el
cual pocos se arriesgaban introducirse, igual era poca la gente que por el lugar vivía y los del pueblo rara vez se acercaban a estos lares. Los
pocos y únicos comentarios acerca de ese bosque se encontraban dentro de una imaginación bastante desbordada, al menos eso pensaban Adrián y
su esposa.
- Aquella los olerá y llegará hasta ustedes ... - Eso se escuchaba decir.
- Aquella ??? - Pero que diablos s "aquella" ??? - Pensaba Adrián y de seguro su esposa, que jamás pusieron atención a esas frases que pronunciaban los más ancianos del pueblo aledaño.
- Aquella los olerá y llegará hasta ustedes ...

Eran las 3:15 AM., recién habían finalizado una faena de sexo bastante apasionada, estaban en su unión más íntima desde hacia ya 3 horas, se
sentían muy bien por esto, el gusto de Adrián por ella era bastante , y las frases que de el salían lo hacía notar claramente.
- Iré por un vaso con agua, quieres algo mi amor ? - pronunció Adrián con un tono cansado y agitado, pero feliz.
- Está bien, solo un poco. - Mel estaba casi de la misma forma que él, tendida en la cama cual muñeca de trapo y su cansancio la empezaba a
dominar, igual esa mañana deberían volver al trabajo, pero el trasnocho había válido la pena - Pensó Mel.
Ambos trabajaban en una pequeña escuela retirada del caserón, un bus algo antiguo los recogería a las 7:30 AM.; allí fue donde se conocieron hacia ya 4 años.
Adrián se dirigió a la cocina esperando encontrar agua en la jarra. De su habitación a la cocina, la distancia era corta, pero sesgada, éste al salir del cuarto debería dirigirse a la derecha, seguir escaleras abajo y luego a la derecha nuevamente. Prendió una pequeña lámpara que se encontraba al lado este de la cocina, encima del fregadero de platos, la luz era algo tenue, pero para el fue como un rayo de sol, de la oscuridad pasional de su cuarto a la luz simple de esa bombilla era un cambió que sintió brusco en sus ojos. Se dirigía a coger un vaso cuando un extraño y aturdidor ruido lo penetró, venía de lejos - pensó. Se quedó unos segundos esperando a que volviera a repetirse. Turbiamente venía del bosque. Al cabo de un momento volvió en sí y no prestó más atención, todo era calma y quietud. Se dispuso a agarrar el vaso con su mano derecha cuando una vez más el ensordecedor sonido lo
cegó, cegó si cerebro, esta vez sonó mucho más latente que el anterior, el vaso cayó en la mesita en la que se encontraba más de suerte no se
había roto; no sabía que era, que podría sonar tan amenazante ?, que animal podría proferir un sonido tan atroz ?, acaso eran lobos o
coyotes ?
- No, no puede ser. - pensó - En este territorio nunca han habido lobos y menos coyotes -prosiguió,
- Acaso un búho o una lechuza ? - Mel habrá escuchado aquel sonido ? - Se volvió a preguntar para si mismo.
Sus pensamientos de pronto se arremolinaban en torno a los comentarios y habladurías de los pueblerinos sobre "aquella", pero eso era
increíble de creer, no podía ser. - Adrián era un hombre de 32 años, no influenciable por aguerismos ni cuentos raros, bastante reacio a creer en aquello que no se podía verificar con exactitud y Mel también, aunque no tan reacia como él, en cuanto a ciertos temas.
Pasaron cerca de 10 minutos cuando optó por salir por la portezuela de la casa hacia un pasillo de madera rechinada, algo mohosa por la humedad del lugar y el rocío proveniente de los árboles, sobre todo de noche, que era cuando más frió se sentía, unas pequeñas escaleras lo dirigirían hacia el diminuto jardín, todo dentro de la cerca de la cabaña, solo al amparo de sus cortos pantalones y unas viejas pantuflas, avanzó unos pasos hacia la puerta de la cerca, para observar el sendero que pasaba al frente de esta, en ambas direcciones. - observar que ?
- Eran casi las 3:30 AM., quien podría estar cerca y a esas horas de la madrugada un martes ?
- Se sentía confuso y un pequeño miedo
circundante empezó a recorrer dentro de él. Una vez más esperó observando en silencio aquel paisaje tan desolado, tan fúnebre, hacía
algo de tiempo que no salía a consolar a las estrellas, desde esa vez que observando el firmamento contempló por tercera vez en toda su vida una estrella fugaz, hermosa, en todo su esplendor, solo sería unos pocos segundos pero se acordaba de ella como si la hubiera visto ayer
durante horas, pidiendo a manera de deseo la felicidad eterna para su mujer y él, aún sabiendo que no es más que dicho popular de la gente el
pedir un deseo cuando observa una ráfaga fugaz en el cielo, pero igual el lo hizo con el ánimo de que el futuro siempre le sonriera; esa noche
en cambio era todo muy diferente a como fue aquella noche, esta noche era más fría que de costumbre, más eso no le pareció nada extraño, el
cielo según veía, solo dejaba ver la nada de un cúmulo de nubes negras y relampagueantes, el sendero como pudo observar y lo cual ya intuía se encontraba muy desolado, solo el viento arremetía de pronto contra los árboles más
altos y sus grandes hojas inundaban el sendero negro y oscuro.
Se dispuso volver a la casa cuando un murmullo proveniente de una parte del bosque lo detuvo, extasiado giró hacia donde debía provenir aquel
ramifical sonido, como del más allá. El murmullo el no lo entendió, su curiosidad y miedo inminente se incrementaron, sin embargo optó por
dirigirse hacia el sitio del extraño ruido, solo eran unos 30 pasos hasta allí. La oscuridad era apreciable en todo su esplendor, más aún el ligero rato que llevaba por fuera de la casa en aquella oscuridad ya había provocado que sus ojos se acostumbraran de nuevo a la ausencia de
luz y hacía que divisara las cosas más o menos claras, aunque sin tanto detalle. Llego al sitio del ruido fantasmal, se encontraban un buen
número de ramas obstruyendo el paso, con cuidado y algo de lentitud removió parte del ramaje y pasó por encima de estas adentrándose mas en
el bosque, ponto empezó a percibir un olor desagradable, a medida que avanzaba tubo que colocarse la mano izquierda cerca a su nariz para no sentir tan fétido olor. Allí estaba... Era como un perro... muerto... y ... completamente destrozado, por lo menos eso le pareció..., en cuestión así era. No se podía imaginar que hacia ese animal ahí y en semejante manera. Su cabeza estaba prácticamente colgando de algunas venas en
relación a su cuello, su estómago se encontraba abierto y de este sobresalían los intestinos también desgarrados cual cuchillas prensadas
a este, alcanzó a divisar lo que sería la cadenita del perro y como curiosidad morbosa ante todo ese espectáculo grotesco la recogió.
- Diablos, no puede ser !!! - Valla sorpresa el saber que el perro era el los Smith, los vecinos próximos a 2 Km., una pareja de edad, era Sam, el perro de toda la vida de ellos, un pastor collie, viejo pero hermoso, ahora completamente destripado quien sabe por que animal tan salvaje para haberle hecho algo así o habían sido cazadores ?
-No, que idea tan absurda, cazadores ?.
Ahora pensaba saber de donde provenían los ruidos que había escuchado cuando estaba en la cocina, dentro de su casa.
- Claro, eran de Sam !!!.
Su miedo se transformó en una angustia infinita
cuando en dirección a su casa observó como algo entraba ya por la portezuela de esta.
- Mel !!! - dijo en un tono muy cortado por la incontrolable presión que sentía, su cabeza estaba embotada y sentía como si el corazón se le
fuera a salir. Corrió hacia la casa dejando a un lado el cuerpo o lo que quedaba de el, el de Sam, llevo consigo la cadenita que había
recogido del perro y en su ímpetu por llegar hasta la cerca resbaló en el pasto ya muy húmedo por el rocío, su caída fue brusca pero se
incorporó rápidamente llegando hasta las pequeñas escaleras de la portezuela de la casa, atisbando borrosamente como esa cosa que el vio
entrar a la casa había manchado el tapiz mohoso de madera del corredor, era blancuzca y espesa, era una baba pegajosa, lentamente entró a la
casa con cuidado y tratando de hacer el menor ruido posible, pensó en que había sido un gravísimo error el haberse desecho de aquella
escopeta heredada de su padre, Mel temía mucho por las armas y él para complacerla hacia dos veranos la había vendido en el pueblo, por muy
poco precio, vaya que ahora si la iba a necesitar; lo primero que se le ocurrió fue dirigirse a la cocina y lograrse hacer con uno de los cuchillos que hubieran más a la mano, sus manos temblaban mucho y todo dentro de la casa era un silencio demencial, su pensamiento principal era Mel, estaría bien ?, pensaba en
que a ella no le fuera a dar por salir del cuarto para ir al baño o algo así, Adrián al salir hacia rato del cuarto había cerrado la puerta
como costumbre de siempre, y pensó además que así por lo menos estaría a salvo.
- Pero a salvo de que, maldita sea ? - Añadió mentalmente.
Logró llegar hasta las escaleras, subió por las rechinantes tablas de esta y virando llegó al cuarto, abriendo suavemente la puerta, también
de madera, observó con gran felicidad como su mujer estaba profunda durmiendo en un sueño profundo, y con una pequeña sonrisa esbozada en
su dulce boca, se acercó sin embargo para constatar de que todo estaba bien y sintió su cálida respiración. Esto lo reconfortó mucho, pero solo duro un momento, el quería saber que estaba pasando en realidad, y procedió a salir nuevamente de la habitación, su mano con el gran
cuchillo ya no temblaba tanto como antes.
- Un rugido ?, un chillido ? - Se dijo suavemente.
Provenía de la planta baja cerca de la cocina. Se dirigió hacia allá, seguía en silencio, procurando hacer el menor ruido posible, el sonido más fuerte que empezaba a escuchar era su propia respiración, jadeante, mucho más ahogada que cuando hacia el amor con su linda esposa. Llego a la cocina y aún con la tenue
luz no pudo ver nada, mirando al suelo volvió a darse cuenta de aquella baba pegajosa y empezó a sentir como la casa se inundaba por aquel
fétido olor que sintió con Sam, aún llevaba la cadenita en su mano, mientras el cuchillo en la otra esperaba introducirse dentro de “ese algo”.
Extasiado por tanta maldad circundante esperó, inmóvil, estático.

Volteó hacia atrás súbitamente, algo lo llamó y allí estaba, era "aquella" ?, como le
decían los del pueblo, igual... igual ya no importaba, ya nada importaba y el en
ese momento lo supo, la infernal criatura en menos de una milésima salto sobre
su cuello desgarrándolo completamente de un tajo con sus afilados colmillos, la aorta estalló, la sangre salió a borbotones contra la pared y los lados cercanos, todo era un mar de sangre, la criatura, empezaba a tener una forma algo mas humana que antes, el cuerpo de
Adrián aun se movía espasmódicamente, hasta que cesó, ya solo era un cadáver que yacía en la entarimada bastante roja del suelo, la criatura
absorbía la sangre del suelo con su lengua y de su torso para abajo ya se divisaban dos pequeñas prominencias, como si se estuvieran formando
unas deformes patas. Adrián que era de complexión gruesa había caído ante esa cosa infernal. La criatura lo olió profundamente como si de un manjar de rosas se tratara; cercenó su vientre con sus garras, dejando una laceración grande en el estómago de él, acto seguido, procedió a succionar sus órganos internos, se deleitaba con todo ese “aperitivo” tan apetitoso, más aún que el de Sam.
¡¡¡ Luego vendrá la cena !!!

6:30 AM. de la mañana y suena el despertador eléctrico. Mel despierta de su lecho contenta por la noche increíble que había pasado con su hombre, su hombre ...
Sale de su cuarto envuelta en un camisón largo,
- Que madrugador ! - Se dijo acerca de su hombre. Bajó, todavía adormilada por las escaleras, al hacer el giro hacia la cocina divisó su perdición,
- Adrián ?????????????? - No podía hablar, solo intentaba plasmar en su cerebro ideas claras, pero eso era imposible, la escena era completamente sobrecogedora y mortuoria, un semi-cuerpo tirado en el suelo rojo, el rostro de dolor en aquel cuerpo, que permanecía inmóvil muerto, el rostro de Adrián, su estómago completamente lacerado de la forma más profunda y despiadada y la falta de su brazo derecho, su pierna derecha y sus genitales, todos parecían arrancados de un zarpazo. Su cabeza prendida como por hilos del cuello. Sangre algo seca y otra no tanto por doquier, esto era demasiado para Mel, cuando observó como en la parte delantera de la puerta que daba hacia fuera, puerta que aún se encontraba abierta como la había dejado Adrián horas atrás al volver a entrar en ella, decía escrito en sangre y sesos con trozos de coágulos algo mas gruesos que los otros:
¡¡¡ Luego vendrá la cena !!!
¡¡¡ Luego vendrá ......... !!!


Continuará...
Datos del Cuento
  • Categoría: Terror
  • Media: 5.61
  • Votos: 62
  • Envios: 3
  • Lecturas: 8529
  • Valoración:
  •  
Comentarios


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7 comentarios. Página 1 de 2
ricky
invitado-ricky 23-02-2004 00:00:00

felicidades por tu cuento pero se ve muy parecido a la historia de jepers creepers pero igual esta bien la historia.

javier
invitado-javier 30-10-2003 00:00:00

muy vacano, me gusta la descripcion detallada de todas las ecenas y acontecimientos; escucho los sonidos, percibo los olores y colores, me meti bien en esta "pelicula", con respecto a la redaccion le cambiaria algunos adjetivos que aunque varian bastante la mayoria son relativamente repetitivos.

javier
invitado-javier 30-10-2003 00:00:00

se me olvido añadir que es indispensable la segunda parte para tener suficientes mas detalles para valorarlo mas precisamente

John Doe
invitado-John Doe 30-10-2003 00:00:00

La historia aunque entretenida me parece muy trillada...un bosque, una "criatura", una casa alejada, la pareja, etc... La falta de formato hace la lectura un poco confusa... Se puede mejorar la redacción. La mayoria de los detalles (en particular la cosa rara esa)estan muy bien descritos. Toda esa "imaginacion" y amplio vocabulario pueden usarse para escribir una historia mas original.. increible de creer?????

Sunset666
invitado-Sunset666 17-10-2003 00:00:00

Muy buena su historia jóven, entretenida y emocionante, sólo un par de detalles en la redacción y el orden del texto. Esperamos la segunda parte y muchas más historias

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