Un grano de judía había nacido tierno y blando, pero el pasar del tiempo, la oscuridad y los prolongados períodos de sequía habían endurecido su vida y su corazón, siendo esta la imagen que de ella erróneamente conocemos.
Pero si un día, esa endurecida judía se encontrase con una gota de agua capaz de humedecer sus entrañas y sacar a flote toda la belleza interior de ese grano, entonces ella seguramente ablandará su corazón, y lo abrirá en dos, para ofrecer al mundo su ternura y su grandeza con el mágico brote de la germinación.
Un ejemplo de Fe en los seres humanos. Siempre nacerán judías. Hasta algunas llegará esa gota de agua que la hará germinar. No tengo palabras para expresar el gran concepto que tengo de el autor como persona.