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La gallinita roja y el zorro

~~En alguna parte, en una casita pequeña al lado del bosque vivían un gatito, un ratoncito y una gallinita roja. Allí, el gatito tenía una cesta blanda, el ratoncito tenía un agujero profundo y la gallinita roja una alta barra de gallinero. Una mañana, la gallinita roja se despertó y dijo

~~–¿Quién se levantará y encenderá el fuego en el horno?
 -Yo no, -dijo el gatito.
 -Yo tampoco, -dijo el ratoncito.
 -Pues lo haré yo, -dijo la gallinita roja. Y se fue a encender el fuego

~~Cuando el fuego estaba encendido,"Ilustración de una gallina con un zorro para un cuento corto" dijo la gallinita roja:
-¿Quién barrera la salita?
-Yo no, -dijo el gatito.
 -Yo tampoco, -dijo el ratoncito.
 -Pues lo haré yo, -dijo la gallinita roja. Y se fue a barrer la salita

~~Cuando la salita estaba barrida, dijo la gallinita roja:
-¿Quiéeparará el desayuno?
 -Yo no, -dijo el gatito.
 -Yo tampoco, -dijo el ratoncito.
 -Pues lo haré yo, -dijo la gallinita roja. Y se fue a preparar el desayuno

~~Cuando el desayuno estaba preparado, dijo la gallinita roja:
-¿Quién tomará este desayuno?
 -Yo -dijo el gatito.
 -Yo también, -dijo el ratoncito.
 -¡No! lo tomaré yo solita -dijo la gallinita roja-, a no ser que me prometáis que desde ahora me ayudaréis siempre.
 -Lo haremos -dijo el gatito.
 -Lo haremos -dijo el ratoncito

~~Así la gallinita roja sintió compasión de sus amigos y compartió con ellos el desayuno.
 Cuando terminaron con el desayuno, la gallinita roja miró por la ventana. ¿Y a quién vio en la calle? ¡Al zorro!

~~-¡Viene el zorro! -gritó, y corrió a su barra del gallinero.
 -¡Viene el zorro! -gritó el gatito y se enrolló en su cesta.
 -¡Viene el zorro! -gritó el ratoncito y se metió en su agujero

~~El zorro entró en la casita.
 -Buenos días, ratoncito. Buenos días, gatito. Buenos días, gallinita roja. ¿Quién de vosotros me rascará la piel?
 -Yo no -dijo el gatito.
 -Yo no -dijo el ratoncito.
 Pues te rascaré yo -dijo la gallinita roja

~~Le rascó y le rascó, desde el rabo hasta las orejas. Cuando llegó a las orejas, el zorro le dio un zarpazo y metió a la gallinita en un saco.
-¿Quién me ayudará? -gritó la gallinita roja desde el saco.
 -Yo no -dijo el gatito, y se agachó aún más en su cesta.
 -Yo tampoco -dijo el ratoncito, y se encogió aún más en su agujero

~~Ellos creyeron que de esta forma se podrían salvar. Pero no era así. El zorro dio un salto, cogió al gatito de la cesta, atrapó al ratoncito del agujero y los metió en el saco, junto a la gallinita roja. Se colgó el saco en su espalda y se fue hacia su casa

~~Era un día muy bonito y caluroso, y el saco con el gatito, el ratoncito y la gallinita roja le pesaba cada vez más al zorro. Lo tiró al suelo, se tumbó en la sombra, y se durmió

~~Apenas se había dormido, cuando la gallinita roja sacó unas tijeras pequeñas de debajo de su ala, una aguja y un hilo, y dijo:
-¿Quién cortará con las tijeras?
 -Yo -dijo el gatito.
 -Yo también -dijo el ratoncito.
 Y así, con fuerzas unidas, cortaron el saco y salieron de él.

~~Cuando estaban libres, dijo la gallinita roja:
-¿Quién me traerá las piedras?
 -Yo -dijo el gatito.
 -Yo también -dijo el ratoncito

~~Y así, con fuerzas unidas, trajeron tres piedras y las metieron en el saco. Cuando las piedras estaban en el saco, dijo la gallinita roja:
-¿Quién coserá el saco?
 -Yo -dijo el gatito.
 -Yo también -dijo el ratoncito

~~Y así, con fuerzas unidas, remendaron el saco y se fueron corriendo a casa. Desde aquel día, el gatito y el ratoncito ayudaron siempre a la gallinita roja.

~~¿Y qué pasó con el zorro? Se despertó después de un rato, tomó el saco, se lo puso por encima de los hombros y se fue a su casa

~~-Me he dormido una buena siesta -se dijo-, pero este saco es pesado, muy pesado

~~Cuando llegó a su casa, gritó desde lejos:
 -¡Señora madre, ponga la olla de cristal en el horno, traigo la cena

~~La vieja zorra puso la olla de cristal en el horno, la llenó de agua y encendió el fuego.

~~Cuando el agua empezó a hervir, el zorro subió con el saco al tejado, lo volcó justo encima de la chimenea, y lo abrió:
 -Gatito, ratoncito, gallinita roja, ¡hala, a la olla

~~Y sacudió a través de la chimenea todo lo que había traído. Pero… ¡en vez del gatito, el ratoncito y la gallinita roja cayeron las tres grandes piedras! ¡La olla de cristal se rompió en midazos

~~Cuando la vieja zorra lo vio, se enfureció, salió de la cocina, atravesó el patio, se quitó el zueco y lo lanzó al zorro. Y éste se cayó del tejado.

~~Así, el zorro, en vez de una cena, tenía dos chichones. Uno por el zueco y el otro porque se cayó al suelo

 

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