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La hechicera de Németon. Cap. 9

La hechicera de Németon.
Capitulo 9. “Los Nómadas”

Después de seis días de andar, muy lejos del bosque de Németon, Draffud ve a lo lejos un campamento iluminado por varias fogatas. Todavía hay luz del crepúsculo.
Se acerca con su caballo al paso. Se detiene y comprueba si su espada sale fácil de su vaina, luego repasa sus otras armas y la lanza Gae Lunga. Conforme, entra al campamento.

Avanza y mira a hombres y mujeres que también lo observan. Alguien reconoce la Gae Lunga y se esparce rápidamente la llegada del guerrero que la porta.
De la carpa más grande sale un grupo de hombres que parecen esperar a que llegue hasta ellos.
Al aproximarse, el más anciano levanta su mano y ... - ¡Seas bienvenido extranjero!
Draffud se apea del caballo y saluda a los presentes - ¡Gracias por la bienvenida... soy Draffud!
Alguien se hace cargo de su caballo.

El anciano invita a Draffud a aproximarse a una fogata donde se asan varios jabalís. Todos toman asiento en torno a una mesa. Draffud espera a que todos se hayan sentado. El anciano le señala el asiento a su izquierda. A la derecha del anciano hay otro guerrero que lo observa con cierta desconfianza. Escudriña los ojos de Draffud.
Draffud con un vistazo rápido hace un pequeño inventario de las armas que lleva.
La conversación, que es moderada por el anciano, se centra en indagar de dónde viene, a qué se dedica, de dónde es oriundo, por qué porta la legendaria lanza y quién se la dio, etc.
Draffud da una explicación y el anciano responde – Entonces eres el “ungido”.
Draffud responde – Digamos que sí.

El guerrero a la derecha del anciano se ve nervioso. Sabe que el “ungido” no es cualquier guerrero. Pasó por muchas experiencias donde su temple, su coraje y valentía fue puesto a prueba como también su habilidad en el combate.

Draffud en la conversación evita mencionar el bosque de Németon. Siente que así protege a su amada Aicul de extraños.

Luego de comer y beber varias mujeres comienzan a danzar al son de pequeños tambores o timbales.
Mueven sus caderas al compás y se desplazan con mucha gracia en sus movimientos. Todas lucen cabelleras negras y largas.
Una de ellas llega bailando hasta donde está sentado Draffud y parece querer seducirlo con su baile.
El guerrero a la derecha del anciano no parece complacido.
La bailarina quiebra su cintura y arquea la espalda hasta llegar a colocar su cara muy cerca de la de Draffud y le regala una mirada persistente.
Luego levanta su talle y continúa danzando hacia la posición del otro guerrero y repite esa rutina ... solo que ella mira todo el tiempo a Draffud.
Pasa una velada agradable pero como está cansado del viaje se disculpa y se retira.

Como “buen celta” busca un roble (árbol sagrado ) o un olmo para descansar. También lleva su caballo.

Se acuesta, mira el cielo estrellado pero sin Luna... no es lo mismo.
¡Hey! ... allí va una estrella fugaz. Le pediré un deseo... Cierra los ojos y pide su deseo.

Advierte la presencia de alguien que se acerca en la oscuridad pero su andar es despreocupado, no sigiloso.
Su silueta contra la luz de las fogatas es de mujer.

El guerrero piensa... ¿Tan rápido se me cumplió el deseo?
Él - ¿Eres tú “Patito”?
Ella – Soy Tamara.
Llega hasta él y se sienta a su lado para conversar.

Ella - ¿Esperabas a alguien?... dijiste un nombre.
Él - ¡No!... realmente no.
Ella – ¡Qué noche tan hermosa y fresca!... ¿No crees?
Él - ¡Sí!... muy fresca.
Ella – Tú no hablas mucho... ¿Te sucede algo?
Él – Bueno... es que ... bueno yo... estoy cansado.
Ella - ¿Me estas diciendo que me vaya?
Él – Pues sí... digo no ... no.
Ella sonríe y dice - ¿Eres tímido?
Él – Supieras que no.
Comienza un juego de seducción... se acuesta a su lado y suspira.

Ella - ¿Te gusta contar estrellas?
Él - ¡No!
Ella - ¿Entonces por qué ves tanto el cielo?
Él – Espero la Luna.
Ella se apoya en su codo izquierdo y su mano derecha acomoda los cabellos de Draffud para luego bajarla hasta el pecho.
El vestido de Tamara deja ver el hombro del brazo donde está apoyada. De su escote asoman sus senos... se desprende el primer botón.
Ella – ¡Cierra los ojos guerrero!
Draffud cierra los ojos... ella se pone de pie y se quita la prenda superior de su vestido. Comienza a danzar para él.
Su silueta contra las lejanas fogatas no dejan ver detalle en esa oscuridad ... pero ella sigue danzando.
Él un rato después - ¡Zzzzzzzzzzzz!
Ella - ¿Te dormiste? ... ¡Estúpido ... infeliz!
Toma su prenda que había dejado caer a la hierba y va hasta donde Draffud y ... soberana patada en las costillas.

Él solo se pone de costado y sigue durmiendo... está soñando con “aquella brujita”.
Aparecen imágenes alocadas en su sueño y la escucha decir cosas como ... “Le aclaro señor ... que yo nunca, nunca, nuncaaa...”.
“Me olvidaba de decir también... bla... bla... bla...”
También se escucha a sí mismo decir – “Debo admitirlo, usted se ve muy bonita cuando está enojada. ¡Preciosa!”

También sueña con aquellos momentos en que se devoraban a besos y se acariciaban...
Se ve sobre Aicul en aquellos precisos momentos en que sus senos subían y bajaban al compás de su agitada respiración y aquellos besos trataban de robar el alma, uno del otro hasta que llegaba aquel instante en que ese abrazo y ese beso eran los más intensos y ambos sentían en sus vientres el alma agitando sus alas para volar una hacia la otra y ser una en aquel mágico momento...

Se escucha un fuerte relincho... Draffud despierta y lo primero que ve es la pata del caballo a la que está abrazado y besando... más enamorado que nunca.

(Continuará)
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Nota del autor:

Quienes quieran saber del origen de la legendaria lanza Gae Lunga, diríjanse al capítulo 1.
Datos del Cuento
  • Categoría: Mitológicos
  • Media: 5.09
  • Votos: 82
  • Envios: 1
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2 comentarios. Página 1 de 1
Pau 2
invitado-Pau 2 15-08-2004 00:00:00

LA HECHICERA DE NÉMETON CAP 9 (JOAQUÍN LEDO) Bellísima la conjugación de emociones...Nostalgia,ternura y el infaltable toque de humor,que deja la lágrimita suspendida,permite respirar...y seguir adelante... Pau 2

Joaquín Ledo
invitado-Joaquín Ledo 15-07-2004 00:00:00

Ximena y Laura: Dedico este capítulo a ustedes dos. Había tomado la decisión de dejar hasta el capítulo 8 “La hechicera de Németon” pero la continuaré un poco para ustedes y otros lectores que no me escriben pero me leen. Ximena: Quiero agradecerte el e-mail tan bonito que me enviaste y si puedes me digas desde cual país “muy lejano” me escribes. Al escribirme desde Buscacuentos no pusiste tu dirección de E-mail por eso te escribo este comentario. Laura: Contigo quiero disculparme porque es cierto que los dos últimos capítulos se salieron un poco de la trama para los lectores. Es que me pelee con cierta “personita” (que adoro) y eso se vio reflejado en el capítulo 8. Quise explicarte en la dirección de e-mail w_laura... pero me fue devuelto por dirección errónea por ese motivo te lo explico aquí. Con todo mi cariño para ustedes, les dedico este capítulo. Espero les guste y reciban un beso de quien las quiere y aprecia... Joaquín

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