He sido sentenciado a muerte sin juicio previo.
Me han dado por compasión cinco minutos vitales para cortar el único lazo que me une a mi madre,el cordón umbilical.
Ella esta aquí acompañandome desde mi concepción y avalando mi ejecución.
No tengo oportunidad de mirarla a los ojos pero escucho que llora incesantemente.
Quisiera abrazarla,acurrucarme en su pecho pero por su llanto deduzco que no tiene consuelo.
En pocos minutos vendrán a buscarme,tiempo suficiente para pensar en lo que pude haber sido y que por decisión de otros no podré ser.
No tendré ilusiones,ni afecto,ni familia,no seré un gran hombre o una gran mujer,todos mis derechos me han sido negados por el simple hecho de querer nacer.
Tal vez sea culpable por patear a mi madre,fué un acto reflejo,no quise ser cruel.
Ya tocan la puerta vienen a buscarme y escucho que los forceps me disgregarán con placer.
Me inyectan un líquido, me resisto,peleo,siento que me quemo,me desvanece el dolor.
Tengo tanto miedo mi corazón lo indica late con más fuerza ante cada punción.
Mi madre no llora respiro aliviado.¿Se habrá arrepentido de tan drástica decisión?.