En esos momentos, el jerarca se me acerco, con una voz firme y decidida me dice:
- Tu no puedes estar aquí, largate o haré que seas uno más.
Inmediatamente salí de ahí, trate de maldecir una y otra vez mi situación, ¿quién demonios era yo?, ¿porque me decian el elegido o el ultimo de ellos?, no lo entendia, no lo comprendia.
De repente, ante mí, se presento un demonio majestuoso, poderoso, su mirada era la del mismo lucifer, penetrante y fija, como si estubiera poseyendome a través de su mirada.
Lentamente se me acercó, realizó un gesto y me dijo:
- Lactel es mi nombre, soy el tercer demonio más poderoso, comando legiones que estan listas una vez más para luchar. Tú has sido enviado como la última señal, tú eres la última esperanza, pero esta vez estais perdidos.
Mi cuerpo paralizado no entendía a que se refería ese demonio, solo sabía en mi interior que deseaba salir de ahi lo más pronto posible, mi mano firme sujetaba la espada que me habia dado aquel angel, esperaba solo un momento para sacarla y protegerme, sabía que esa espada era ahora ya mi unica protección. El demonio insistio:
- Soy el tercero en respaldar la acción de Luzbel, somos los angeles caídos, durante la primera guerra en la que fuimos expulsados, uno de los generales de Él, nos venció, pero ahora es distinto, nuestro ejercito se cuenta por millones de legiones, ahora será distinto.
- Otros como tú han venido, y han llevado consigo señales, tu llevas ya una, "sed", la última señal que te falta es esta......"rey"....., ahora que ya tienes las dos últimas señales, llevaras la señal que pruebe que estuviste aquí....
En esos momentos, se acerco más, como queriendo escribir algo en mi pecho con sus uñas, mi instinto de protección hizo que sacara la espada, el demonio al verla retrocedio y dijo:
- Esa espada no te servira contra mi, ¿no has entendido quien soy?, guardala o la destruiré, y jamás podras salir de aquí, ¡ahora¡
Inexplicablemente le hice caso, me tomo entonces por el brazo y en mi pecho marco un simbolo, un simbolo extraño, jamás lo había visto, no sentí dolor, solo una angustia impredecible.
- Largate ahora, ya conoces el camino, usa la espada contra los que se encuentran afuera de la puerta maldita, ellos verán tu marca en el pecho y temerán, pero los demonios menos poderosos querran tomarte como trofeo, ante ellos usa la espada, largate ahora mismo.
(continuará)