Nada puedo saber del color de los sueños, solo se que mientras se pueda soñar, la gente seguir pudiendose aislar de la cruda realidad, de la rutina sucia que empaña sus vidas; asi pensaba Juan, un triste empleado de banca, cuya vida se enmarcaba en un cuadro pobre y monotono, todos los dias la misma cancion que resonaba en su interior, las pequeñas ansias de liberarse y las voces de disfrutar se apagaron hace tiempo de su interior, ya no suena nada, todo esta callado, esperando lo inevitable, olvidando al olvido, solo cuando se acuesta por las noches a dormir con su soledad, puede recordar en vagos sueños una vida feliz, una existencia dulce en una ciudad bonita y soleada. Sueña que es un principe de una antigua region, o sueña que alguna vez tuvo algun principio por el que luchar, sueña en que se pasa la vida soñando, y no despierta jamas. Sueña que vive olvidando los buenos momentos, que se encuentra en un mar de plata, bañado por el suave balancear de las olas. Y tras todos estos sueños de alegria y colorido, se despierta cada mañana sin ningun recuerdo del mundo en el que estuvo en sus sueños, sin mas recuerdo que el de ir a trabajar, y pasear por una existencia sin sentido, por una vida gris, por un presente triste. Cada noche disfruta de la vida, cada dia se muere en su vida.