Cuando llegaba la noche,ya habiéndose despedido de Bianca y Angelo,podían conversar a solas,sobre lo acontecido durante los días que precedieron al arribo de Bianca a sus vidas.
Los meses pasaban muy rápidos,como queriendo llegar a un punto que aun no dilucidaban.Aunque sabían que a medida que el tiempo transcurría su relación era cada vez más intensa.
Sabían cual era el motivo que los hacía más felices,su hija y su nieto que para Alejandra eran propios también.
Todo había cambiado,ya no estaban solos,ahora les costaba dedicarse a ellos solamente,pero siempre hacían un tiempo cuando podían.
Fernando quiso saber que opinaba ella de su hija,si estaba feliz de tenerla con ellos,a lo que Ale le respondió que gracias a ella,hoy no estaban solos,que la sentía su hija,que había llegado a amarla como suya,que ese bebé la hacía soñar con el hijo que nunca llegó,amaba también a Angelo.
El sólo la escuchaba atento,no la interrumpía,veía brillar esos ojos que algún día habían perdido el esplendor y que hoy lo habían recuperado.
Ella se veía mucho más joven,había vuelto a encargarse de su persona,se arreglaba para él,y ésto él lo notaba.
Sus días iban pasando en un marco de inmensa alegría,el niño que ya comenzaba a dar sus primeros pasos,ésto los tenía de un lado a otro,ya que Bianca había conseguido un trabajo de secretaria,que la tenía alejada de la casa el día entero.Sólo regresaba de noche,cansada,asi es que ellos atendían a su niño.
Habían comenzado una nueva vida,un nuevo camino a recorrer juntos.Lo sabían y ésto les producía un bienestar,el ver crecer ese niño,las charlas con Bianca por las noches antes de la cena,todo había cambiado.
Eran un familia,una feliz familia.
Habían logrado lo que alguna vez en su juventud lo soñaron y las vueltas de la vida,les arrebató esos sueños,pero ahora lo tenían todo.
Sólo faltaba algo para que la dicha fuera completa,y fue una noche,cuando habiendo acostado a su bebé,Bianca,tomándoles las manos a ambos,les preguntó si decidieron casarse o seguirían en eterno noviazgo?


continúa...