Bianca contó todo con lujo de detalles.Se había separado de su esposo,y no había ya razón para permanecer lejos de su tan amado padre.Por ello decidió ir donde él estaba.
La escucharon atentos sin interrumpir,debían entender la situación por la que pasaba su hija,y por el niño que aun era pequeño.
Luego de ésto,fue Alejandra quien se levantó porque el bebé lloraba.Fue rápidamente a la habitación que con tanto esmero había preparado para ellos.
Lo alzó en brazos y sintió un mundo de emociones al apretar aquel cuerpecito entre sus brazos.El niño la miraba,y quizo esbozar una sonrisita tierna,pero ésto le pareció a ella,era demasiado pequeñito para reír,se dijo.
Regresó a la sala con ese angelito en sus brazos,al verla Fernando se levantó y arrimándose a ella le dijo:eres bella,éste niño es tan tuyo como mío,somos sus abuelos.Vez?...Dios no nos dio la dicha de ser padres,pero hoy nos premia con la felicidad de este nieto.
Alejandra sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas,sólo rozó con sus manos el rostro de Fernando,y fue a prepararle el alimento al niño.
Bianca miraba esta escena familiar,que durante un tiempo no la tuvo.Hoy con ellos se sentía feliz,segura,mimada.
Sólo llevaba horas en esa casa y ya se acomodó como si fuera propia.Sentía que el amor reinaba en cada rincón de la misma,que su padre amaba a esa mujer que tanto lo esperó.Todo era felicidad,ésto hacía imaginar una vida hermosa junto a ellos.
Pasaron los meses,ya el niño reconocía a cada uno de ellos,cuando Ale lo levantaba en sus brazos,le sonreía,y hasta le conversaba en su lengua.Para ella ésto era volver a sentirse joven;cuando Fernando estaba a su lado,sólo era para abrazarla junto a su nieto,amaba a su mujer como jamás había amado a nadie.Hoy lo sabía,hoy con ella a su lado,con su familia alrededor no podía pedir más...


continúa...