Publicado por Erika GC

El mundo está lleno de lugares aterradores que, ya sea por causa del azar o completamente a propósito, podrían sustituir a los sitios de pesadilla que has visto en libros y películas. Sabemos de múltiples casas encantadas, colegios abandonados y hospitales malditos, entre otros sitios, a los que solo un tonto se atrevería a adentrarse.

¿Pero te imaginas lo que sería caminar por una ciudad completa, abandonada y llena de rincones oscuros en los que cualquier cosa podría pasar?

Por más descabellado que suene, existen poblados enteros donde únicamente los valientes son capaces de poner un pie. El top de hoy te llevará a conocer los más siniestros y que comparten una cosa en común: todos ellos ocultan un pasado trágico y oscuro. He aquí las siete ciudades más siniestras que hay en el mundo.

A poca distancia de la capital de Taiwán, hay un conjunto de construcciones a los que se conoce como “la ciudad OVNI”, debido a la forma ovalada que tienen. Estas casas se empezaron a construir en 1978 para que los soldados estadounidenses de Asia tuvieran un albergue de lujo.

No obstante jamás se terminó de construir y lo que es más raro, se sabe que fue debido a los numerosos accidentes que sufrieron varios trabajadores. Muchos afirmaron que el lugar estaba maldito debido a que ninguno de ellos sobrevivió y con el tiempo el abandono fue inevitable.

Hasta la actualidad, Sanzhi sigue siendo todo un enigma para sus visitantes, que de tanto en tanto llegan a echar un vistazo. Se dice que las almas de las personas que aquí murieron, habitan en las viviendas viejas, convirtiéndola en uno de los lugares más misteriosos del continente asiático.

2. Oradour-Sur-Glane.

Este es un pueblo en ruinas de Francia, que fue conservado como símbolo de los crímenes cometidos por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. El 10 de junio de 1944, un batallón de soldados alemanes tomó por sorpresa a la población, iniciando una matanza sin límites de la que pocos lograron escapar.

Se sabe que 642 personas murieron aquel día, incluyendo a 190 hombres masacrados a tiros, y más de 400 mujeres y niños que fueron abatidos por las ametralladoras y quemados en una iglesia. El incendio y las armas de los militares se encargaron de reducir a escombros el resto del pueblo.

Los pocos civiles que lograron escapar encontraron refugio en la Abadía de Munch, teniendo que escapar por el desagüe a través de un foso oscuro, con la única ayuda de los monjes que vivían allí. Finalizada la guerra Oradour-Sur-Glane no fue reconstruida. Actualmente, visitar sus ruinas es una experiencia triste y siniestra.

3. Varosha.

Ubicada en las paradisíacas costas de Chipre, Varosha fue uno de los centros turísticos más importantes del mundo no hace mucho tiempo. En la década de los 70 llegó a ser visitado por grandes estrellas del cine, como Richard Burton, Elizabeth Taylor o Brigitte Bardott. Pero todo eso se terminó en agosto de 1974.

Esta región de Chipre fue ocupada por las tropas de Turquía, haciendo huir a cientos de personas que dejaron atrás sus hogares y pertenencias. Chipre quedó dividida en el norte por los invasores y en el sur, por los habitantes originales de Varosha, que a día de hoy no han podido recuperar su ciudad.

A pesar de que en 1984 la ONU prohibió la permanencia de los turcos en el lugar, la interminable burocracia ha hecho imposible que este sitio vuelva a estar habitado. Mientras tanto, siguen ahí las viviendas y recuerdos de quienes fueron desplazados por el conflicto, mientras los edificios hoteleros se desmoronan lentamente.

4. Belchite.

Antes de la Guerra Civil Española, este pueblito era una auténtica joya arquitectónica con sus iglesias y conventos, así como uno de los más prósperos de Zaragoza. Pero con la llegada de las tropas republicanas en 1937, 21 6,000 de sus habitantes perdieron la vida y Belchite fue destruido hasta convertirse en ruinas.

Conocido como el pueblo fantasma más visitado de España, aquí han llegado a grabarse aterradoras psicofonías y hay quienes afirman que las almas de los civiles muertos, todavía rondan por las calles, incluyendo el fantasma de un niño que se asoma por el campanario y hace sonar una campana que ya no existe.

Las grabaciones tomadas en Belchite han revelado además, escalofriantes sonidos como gritos, lamentos y hasta bombas de guerra como si no hubiera pasado el tiempo desde los años treinta. Si bien es una atracción turística muy popular en Zaragoza, no es recomendable visitarla de noche.

5. Gunkanjima.

A finales del siglo XIX, la compañía Mitsubishi compró la isla de Hashima en Japón, muy conocida por haber tenido una próspera mina de carbón. Fue allí donde se construyó la ciudad de Gunkanjima, con grandes edificios en donde habitaron los obreros que trabajaban en las minas, con sus familias.

Pero cuando estas cerraron en 1974, la gente tuvo que abandonar la isla dejando detrás de sí, un conjunto de construcciones deterioradas y muy siniestras. Aunque ese no fue el único motivo para dejar Gunkanjima, pues en años anteriores, mucha gente había enfermado y muerto de forma misteriosa.

Se cree que fue a causa de la radiación liberada por la bomba atómica arrojada sobre la ciudad de Nagasaki, ubicada a solo veinte kilómetros de la isla, durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hoy en día es posible visitar este lugar con varias agencias de viajes, que ofrecen un perturbador recorrido en los alrededores.

6. Kijŏng-dong.

Durante los años cincuenta, Corea del Norte y Corea del Sur tuvieron un histórico enfrentamiento que terminó en la separación total de sus territorios. La frontera entre los dos países quedó delimitada por una franja de 248 kilómetros de largo y cuatro de ancho, en la que cada uno construyó una aldea.

La de Corea del Norte, llamada Kijŏng-dong, es por mucho la más espeluznante. Esta pequeña ciudad con casas de tejados azules y el asta de bandera más grande del mundo, estuvo totalmente deshabitada desde el principio y se usó para engañar a los vigilantes surcoreanos.

Las construcciones de concreto cuentan con ventanas falsas, hay fachadas que no tienen nada por detrás y luces que encienden a cierta hora, gracias a un temporizador. El gobierno incluso colocó actores que fingían vivir allí durante el día, mientras que por las noches los soldados se quedaban a dormir.

El propósito de Corea del Norte fue impulsar a que las personas abandonaran su país vecino, mostrando una ciudad hermosa y muy cómoda, aunque por suerte nadie ha caído en la trampa. Hoy, Kijŏng-dong sigue siendo la única ciudad que puede apreciarse desde los puestos de vigilancia surcoreanos.

7. Prypiat.

Nuestro viaje se termina en la ciudad fantasma de Prypiat, un sitio de la antigua Unión Soviética que fue afectado por el accidente nuclear de Chernóbil, en 1986. La contaminación que se extendió hasta este sitio fue tal, que no quedó ni uno solo de los 50,000 habitantes que solían vivir aquí.

Prypiat ha sido el escenario de muchos sucesos paranormales, según afirman los investigadores de lo desconocido. Incluso los militares enviados con anterioridad para asegurar la zona, han afirmado sentirse incómodos por el tenebroso ambiente y las presencias fantasmales que llegaron a tocarlos.

Otras cosas inexplicables que han tenido lugar aquí, incluyen la aparición de bomberos fantasma, el eco de risas de niños jugando, sombras que caminan por las calles, ojos que observan desde las ventanas y hasta una extraña luz amarilla que suele resplandecer por encima de los edificios abandonados.

Sin lugar a duda horrores como la guerra, la miseria y la propaganda política de regímenes totalitarios, pueden convertir ciudades majestuosas en ruinas que nos recuerdan los eventos más tristes del pasado. Los poblados abandonados que acabas de ver son prueba de ello.

¿Te atreverías a explorar alguno de ellos?