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Categoría: Aventuras

Las Aventuras de Xenia: Las Dos Llaves.

Las Aventuras
de XENIA

Las Dos Llaves

Escrito por Darlon.
Genero: Fantástico/ Aventuras

PRÓLOGO

>>Manuscrito escrito en el principio de la edad primera de nuestro tiempo sobre la formación de nuestro mundo y sobre guerra del Had-dak y la creación de las dos llaves de poder forjadas por los grandes Adhanes.

Hace mucho tiempo antes de la creación de nuestro mundo, los Adhanes; seres mágicos y puros
dominaban el universo compartiéndolo con los grandes dioses del poder y la sabiduría. Los Adhanes para hacer un pacto de amistad y buena fe, ofrecieron a cada dios un elemento; el del fuego, el del agua, el de la tierra, el del viento, el de la luz y el de la oscuridad.

Fue pues cuando los Adhanes entregaron los dos últimos elementos, los demás dioses quedaron fascinados por el poder de la luz y la oscuridad. Y con ojos de envidia y avaricia, los dioses descontentos por los elementos que le habían ofrecido, empezaron una guerra entre ellos para dominar el poder de la luz y la oscuridad.
La guerra estallo y matándose entre ellos, solo uno podría llegar a controlar los elementos de la luz y la oscuridad, nada importaba a los dioses que estaban aferrados a la envidia, la avaricia y la obsesión de dominarlos. Los Adhanes tristes de lo que los dioses estaban causando y defraudados por la poca gratitud e importancia que le dieron a las ofrendas que habían regalado a los dioses para intentar así crear la paz, el orden y el equilibrio en el universo. Mientras que los dioses estaban creando el caos, la destrucción, todo por su arrogancia y avaricia. Los Adhanes ofendidos y furiosos, forjaron dos llaves mágicas con el poco poder puro que quedaba en el universo.
Cada llave tendría el poder de dominar y guardar uno de los elementos que los dioses tanto ansiaban y deseaban y tanto dolor y sufrimiento había causado en el universo.
Así pues, cada llave que habían forjado los Adhanes era diferente, una guardaba el elemento de la luz y otra el de la oscuridad. Se diferenciaban por su color, una plateada representando la oscuridad y otra dorada que representaba el poder de la luz.
Los Adhanes al crear las dos llaves, la juntaron para acabar con el dolor y sufrimiento que los dioses habían causado y una profecía fue escrita para cada llave.

< Estas son las llaves de Had-dak, cuales cada una protege las fuerza de la luz y la oscuridad.
Que todo ser lo tenga claro, pues ningún dios, mortal o inmortal digno poseedor de obtener las llaves de Had-dak, podrán tocar, pues aquel necio que se ose a tocar las llaves de Had-dak y sin la bendición de los Adhane tenga, este le caerá el peor castigo que cualquier ser podría temer, su propia perdición y desaparición de este mundo.

Profecía de prohibición escrita en las llaves de Had-dak a las manos de los grandes Adhanes. >>


Después de la creación de las llaves de Had-dak, la guerra cuyo mismo nombre termino, con el canto y bendición de los Adhane, crearon nuestro mundo y cada uno creo una raza y un lugar. Para así corregir y olvidar el mal que los dioses causaron por sus ofensas hacia los Adhane.
Poco después de la creación de nuestro mundo a partir de la dulce melodía de los cantos de los Adhanes, guardaron cada llave, en un punto remoto, escondidas y codiciadas por los dioses supervivientes, ahora convertidos en los dioses del caos y la destrucción y por poderes mas allá de lo imaginario, se perdieron con el tiempo como todo mito y leyenda de sucesos que ocurrieron después de la creación de nuestro mundo. >>

< CAPITULO I

Os preguntareis quien soy yo, y por que os cuento a vos esto, pues bien os lo diré pues.
Soy Xenia, la guerrera de la ciudad de Antharia. Desde que nací, fui una chica bastante problemática, especial... mis dos hermanos ya desde pequeños fueron adiestrados en las artes de la lucha y yo no fui pues indiferente a ellos.

Todo empieza hace mucho tiempo cuando mi ciudad llamada Antharia, fue ataca por un señor de la guerra llamado Rankyus, fue el peor ataque que yo recuerdo a mi ciudad natal, en esa batalla, murió toda mi familia, incluso mis hermanos y hermanas menores, en cambio, yo sobreviví; Hubiera preferido morir pues el dolor que sentí y la desesperación fue sin igual, sabia que desde ese mismo momento mi vida daría un cambio radical de 180 grados.
Pocos años después, me había convertido en una mujer fría, calculadora y vengativa, que por mis deseos egoístas buscaba de algún modo justicia o venganza por las acciones que ese Lord Rankyus había causado a Antharia y a mí familia, pero no me daba cuenta pues que gracias a eso me estaba convirtiendo en lo que mas odiaba de ese ser, así pues aquí empieza mi historia….

Después de mucho tiempo, la guerrera Xenia de Antharia estaba conseguido lo que mas deseaba, crear un ejercito para acabar con el reino y el dolor que Rankyus estaba causando a gente inocente por todo el país de Manahan, alguien le tenia que parar los pies, pensó que ella lo lograría con el ejercito que crearía con su sed de venganza, pero sabia que necesitaría todo el apoyo de los habitantes de su país para derrotarle.
Xenia es una mujer alta, con rangos del sur, ojos ambarinos, una joven de 26 años bastante hermosa, sus cabellos castaños tirando a rubio ceniza le llegaban casi a la cintura, su cara, algo redonda y alargada hacia estremecer y atraer aquel que la veía aunque fuera solo un instante.
Pero la expresión de su cara, se veía claramente el dolor y el sufrimiento que le habían causado la muerte de su familia años atrás sin poder hacer nada...


Tenia un fiel compañero, llamado Jascar, un Airchealano, guerrero audaz y el mejor de su clan, buscaba solo honor y gloria en el campo de batalla, como cualquier guerrero entonces, se unió a las filas de Xenia cuando se entero que ella intentaba plantar cara contra Rankyus, pues ambos comparten un especial odio, aunque el asegura que Xenia es la que en verdad odia a Rankyus mas que nadie y que ella le confeso que solo soñaba en que llegara el día que ella personalmente le daría el buen merecido que tanto se estaba ganando, era un muchacho algo mas joven que Xenia, de piel morena, pelo oscuro y largo que le llegaba hasta el hombro, tenia perilla, sus ojos eran marrones tirando a castaños y la expresión de su cara se venia que era una persona seria y educada cuando era necesario.

Nuestra historia empieza cuando Xenia y Jascar, estaban caminando tranquilamente por el bosque de Isha, hablando sobre las ultimas novedades que habían en otros países cercanos a Manahan, Jascar le dijo;
-Xenia, las noticias vienen desde el país vecino de Gandoria, algo anda mal, al parecer la envidia les ha superado a su legítimo soberano, que intenta acabar con la gloria que el país de Nazgania esta creando.

Xenia se quedo pensativa y no dijo nada y siguió caminando a la vez que estaba meditando de lo que su amigo le estaba contando, después de un cierto tiempo, se decidió en contestar:
-¿El Soberano de Gandoria tiene envidia de su país vecino Nazgania? ¡Vamos que me estas contando! Gandoria es un país hermoso, gobernado por dos razas; Düins y los Faus. Sus grandes lagos de aguas de cristal, son conocidos por todo el mundo igual que sus hermosos palacios en cada colina y por no decir con su hermosa ciudad, la ciudad Celeste de Kanovina, yo creo que Nazgania tendría que tener envidia de Gandoria más bien.
-Pues es lo que dicen, Xenia, no me lo estoy inventando -protesto Jascar, como molesto de que Xenia no le creyera.
-Vamos, no digo que no estés diciendo la verdad ni mucho menos que sea cierto, pero, me resulta extraño que un país como Gandoria tenga envidia de otro país como Nazgania, solo eso. Además, tengo que añadir, que nosotros tenemos asuntos más importantes que hacer como por ejemplo atacar la ciudad del comarcal Rankyus.

Jascar quedo callado, inclinando la cabeza o haciendo reverencia como signo de disculpa o de perdón, sabía bien que Xenia tenía mucha razón cuando dijo que el país de Manahan tenía sus propios problemas, más importante, que la absurda e falsa envidia de Gandoria por Nazgania. Así que siguieron caminando, hasta que llegaron a la posada del Buen Pastor, Xenia le propuso a Jascar:
-Oye viejo amigo, ¿que tal si nos tomamos algo en la posada del Buen Pastor y así nos olvidamos durante un rato de los problemas que tanto nos preocupan?
-Bueno, me parece buena idea, vale, vamos pues -dijo Jascar indicando a Xenia que le siguiera


La posada del Buen Pastor, era una posada de madera, bastante grande, aunque ya desde lejos se podría apreciar que era bastante vieja, además de alejada de pueblos, aldeas o ciudades. Su dueño era Nenec, un enano, algo gruñón y cascarrabias que no le gustaban que le gastasen bromas o bromearan por su estatura; era extraño ver a enanos en Manahan, por eso que la gente que lo veía, muchos lo veían como si fuera un bicho raro, despreciable, desagradable, mientras que otros se quedaban fascinados, pensativos o sorprendidos por ver a un enano incluso por primera vez por estas tierras.

-Saludos viejo amigo Nenec, que ¿igual de "pequeño" como siempre? Jajájajá -dijo Xenia riéndose de Nenec.
-OH Xenia que graciosa eres, se ve que no has perdido el sentido del humor en estos años -dijo Nenec en un tono de voz no muy agradable.
-Venga vano te enfades conmigo por eso, ya sabes que yo lo digo en una forma cariñosa, pues no me quiero burlar de ti, vamos, ponme si no es mucho pedir pues dos pintas, bien frías si se puede, pues mi compañero yo venimos de hacer un buen largo camino a pie desde el monte de Mendum, y como debes de comprender, venimos agotados y sedientos.


-Ya lo se, Xenia, que lo dices en broma, tomad, aquí tenéis vuestras pintas y bebed -le dijo Nenec que esta vez parecía haberse pasado el pequeño cabreo que había cogido por la broma de Xenia.-Se os ve preocupados, que os pasa? -les pregunto Nenec a Xenia y a Jascar que se veían en su cara la expresión de preocupación.
-¡OH!, nada, es algo que se nos avecina encima y no muy bueno que se pueda decir. -le respondió Jascar como si no pasara nada.
Xenia se le quedo mirando, con cara algo preocupada, pues sabía bien que las guerras era un buen partido para ella y su ejército pues así podría conseguir más medios y bienes si participaban en una.

Finalmente Jascar prosiguió; - Vale, bien, lo que pasa es que... el país de Garadoria podría estar preparando un ejercito para atacar a su país vecino, Nazgania, todo por que su soberano, tiene envidia de ese país, ridículo, la verdad, pero cierto al mismo modo. Nos vendría bien participar en esa presunta guerra cuando esta estalle si llega a estallar claro, pues necesitamos mas bienes para tener un ejercito cualificado para así vencer finalmente al malvado Rankyus, tu ya me entiendes ¿verdad Xenia?

Xenia que estaba algo distraída bebiendo, le respondió como si le hubiese escuchando todo el tiempo:
-Ah si, verdad… una lastima si... pero seria un buen remedio para nosotros la verdad...
Entonces Nenec le pregunto indeciso:
-¿Entonces que haréis pues? ¿Participar en la guerra si esta llega a suceder?
-No lo se, tal vez si, creo que es lo mas conveniente - Dijo Xenia
-Ya pero ten en cuenta que tenemos ya nuestros propios problemas, mi querida Xenia. -Le respondió rápidamente Jascar acordándose lo que le había contestado cuando venían caminando hacia aquí.
-Verdad, Jascar, verdad, no me he olvidado de los problemas de nuestro país, si es a lo que te estas refiriendo, los tengo muy presentes todos los días de mi vida mas de lo que te imaginas pero este amargo y pavoroso golpe nos vendría muy bien para la lucha definitiva contra Rankyus si queremos vencerle.

Jascar miro a Xenia de reojo preocupado a la vez de angustiado por el comportamiento de su amiga.
-Bueno déjemelo pues para otro día, como tú me dijiste antes, hemos venido aquí para intentar olvidar los problemas que tenemos, no todo lo contrario. -dijo Jascar
-Si tiene razón, viejo amigo, Nenec, pon otra ronda, tenemos toda la noche para descansar, mañana, partiremos hacia Corintia, nos dejaras un par de caballos para nuestra partida, te juro que os los devolveré sanos y salvos.

Nenec se lo pensó un rato, confiar sus caballos a una mujer como Xenia es como confiar la vida a su propio verdugo, finalmente le contesto: -Vale, si me juráis que volverán de una pieza, tendréis vuestros caballos en el establo al amanecer. -dijo Nenec como si su conciencia le hubiera dicho que por su bien seria mejor dejarles los caballos que negarse a no ofrecérselos.

-Buena elección Nenec, espero que cumpláis vos con vuestra palabra, pues yo, la cumpliré como ya os he jurado solemnemente.
Xenia y Jascar se retiraron a sus habitaciones a las pocas horas de haber estado bebiendo y riéndose de los malos chistes que algunos viajeros contaron en la posada. Mañana le separaba un largo camino en caballo hacia la ciudad de Corintia, la capital de Manahan.

Estaba saliendo el sol y solo hacia unos instantes que los primeros rayos estaban saliendo de la colina situada al oeste, Xenia se despertó, algo inquieta y asustada pues soñó algo no muy bueno, que la quedo perpleja e congelada, en su sueño vio Corintia siendo atacada por el mismísimo Rankyus. Xenia incordio a su compañero a que se levantara enseguida y asustada le dijo:

-Jascar, despierta, Jascar despierta, algo me temo que no nos ira bien en nuestro camino a Corintia, ¡tenemos que partir enseguida!- le dijo todo acelerada.

-Tranquila, tranquilízate y dime pues que te pasa que tan asustada y alterada estas. -dijo Jascar medio bostezando.
-No hay tiempo para explicaciones, vístete enseguida, tenemos que partir ¡YA! -dijo gritando Xenia que parecía que iba a matar a Jascar por su poca preocupación sobre el asunto.
-De acuerdo, de acuerdo...te espero en el establo pues, dame 5 minutos a que me vista y coja todas las provisiones.


Xenia recogió su espada y se fue a toda prisa hacia el establo donde había dos caballos, uno negro y otro gris con manchas blancas, Xenia, se monto en el primer caballo que vio, que era el negro siempre le gustaban de ese color aunque igualmente no le presto ahora mismo mucha atención sobre el color que tenían los caballos, solo le importaba el temor de que el sueño que había presagiado sobre Corintia, se hiciera realidad.

La joven se desesperaba esperando a su gandul y vago compañero a que viniera a montar el otro caballo y partir enseguida a la capital de Manahan. Preguntándose donde podría haberse metido, de repente salio de la puerta de la posada, el, como no, vestido con una túnica azul marino, una capa negra, y su espada, no muy larga cogida de su mano, limpiándola y metiéndola en su vaina entonces le dijo seriamente:
-Ya estoy pues, ves que no he tardado tanto como pensabas...es que desconfías mucho en mi...-dijo Jascar fanfarroneando.
-¡Ja! Si ya, puntualidad es lo que a ti te falta, pero dejemos la discusión para cuando lleguemos a Corintia, ahora lo importante es llegar lo antes posible.
-Pero, pero ¿por que tanta prisa? No se va a ir Corintia de donde esta mujer, pero ya que tanta exigencia e importancia das en llegar lo antes posible a la ciudad, iremos pues...-dijo Jascar algo confuso de la actitud de su compañera.

Xenia y Jascar, se encaminaron hacia Corintia, eligieron el camino de la Serpiente, algo peligroso para los viajeros pero era el modo mas rápido para llegar a la ciudad, Jascar hubiera preferido ir por el camino Comarcal... pero como no, su compañera "Que parecía mas bien que iba sola" le estaba dejando atrás y por no dejarla sola e discutir con ella la siguió.

Horas y horas pasaron cabalgando sin parar, los pobres caballos se notaban agotados de tanto trote, Jascar que parecía que era el único que no había perdido la cabeza, no podríamos decir lo mismo de su amiga, noto que los caballos ya no podían mas y que se tenia que hacer un descanso, cerca del rió Kron que pasaba por allí, así pues le grito a Xenia para que se enterara y bajara de las nubes: -¡Xenia! ¡Por los dioses! ¿No ves que los caballos ya no pueden más? Tenemos que hacer una parada en la orilla del rió, si quieres que los caballos no se mueran por el camino por tu ansias de llegar a Corintia antes que nadie.

Xenia le respondió algo poco convencida:
-No podemos parar ahora, los caballos pueden aguantar un poco más.
-¿Aguantar? Si van mas lentos que una mula ya del cansancio que tienen gracias a tu labor, venga recapacita y descansemos pues en la orilla del rió, Corintia no va a desaparecer si paramos unos minutos a beber y a descansar -le dijo Jascar como suplicándole a que le escuchara.
-Vale, esta bien, descansaremos pero solo 10 minutos, hemos echo nada mas que la mitad de nuestro camino hacia la ciudad y como sabes no hay tiempo que perder.- le dijo Xenia que parecía que la había convencido.
-Si ya lo se, ya lo se, mientras descansamos podrías explicarme algo de por que el interés ingrato de ir tan rápido a Corintia, por lo menos, para eso pues soy tu compañero.

Xenia y Jascar pararon finalmente en la orilla del rió Kron, los caballos, agotados del viaje, forzoso que Xenia les obligaba a hacer, Jascar le volvió a "suplicar" de algún modo que le dijera la razón del por que de llegar lo antes posible a Corintia y Xenia finalmente le dijo:
-Esta bien, te lo diré, he tenido un mal sueño en ese sueño, vio que Corintia era atacada por Rankyus, me puedes decir exagerada, pues ya me conoces que soy muy sus pizcar en esto de tener sueños o visiones de lo que podría pasar y no quiero arriesgarme, espero que el sueño solo se quede en un mal sueño en vez de una premonición de lo que podría estar ocurriéndole ahora mismo a Corintia o podría sucederle.
-Ya entiendo... ¡tu y tus exageraciones!, esta bien, iremos a Corintia como desees, pero si veo que no ha pasado nada, me tendrás que invitar a una tornas de pintas, es lo mínimo que puedo pedir después de haberme levantado a las horas que me has echo levantar y después de las prisas y esfuerzos que has echo con los caballos.- dijo Jascar.
-Grrrr ¡vale! esta bien, tendrás tu entupida torna de pintas cuando lleguemos a Corintia y vea que me he equivocado, si veo que tenia razón, tendrás que lavarme mis pies durante una semana ¿a quedado claro?- le dijo Xenia muy seriamente.
-Vale... trato echo pues, vayamos a Corintia.

Volvieron a los caballos y retomaron el camino que habían dejado hace solo 20 minutos, los caballos parecían algo descansados y aunque estaban a solo 2 horas de camino, temía que no aguantaran igualmente hasta llegar a la ciudad.

El camino se estaba haciendo eterno, Jascar, estuvo relatando todo el tiempo dándole la lata diciéndole a Xenia, que había sido una mala elección ir por el camino de la serpiente en vez del camino Comarcal y que, parecía que estaban andando en círculos en vez de ir en dirección recta.

El camino de la serpiente, que le dieron ese nombre por que era una senda natural que serpenteaba a través de todo el valle de Nacrovia, y la gente decía que parecía que una gran serpiente se hubiese arrastrado por el gran valle habiendo dejado ese rastro, pues de hay el nombre de "La Serpiente".
Xenia, le estaba indicando a Jascar, de que estaban ya llegando a su destino y le comento; "Hay esta el puente de madera que traviesa el arroyo, solo falta bajar la colina y allí estará la ciudad de Corintia". Xenia, jamás había estado en Corintia, aunque se sabía el camino, la verdad no fue el motivo que tiene ahora en mente la que le empujo a ir a Corintia, sino otro que mucho me temo que se le había olvidado por completo por su obsesión de que Rankyus atacaría la ciudad en cualquier momento, según su sueño.

Desde lejos ya se veía el puente de que Xenia había indicado, era pequeño, un puente de madera tradicional de toda la vida que donde abajo del puente atravesaba un pequeño riachuelo de poca importancia, eso indicaba que ya habían salido del camino de la serpiente y estaban entrando en el camino Comarcal directo a Corintia, Jascar estaba convencido de que Xenia decía la verdad cuando vio el puente de madera, pero no estaba seguro que el camino que había después de bajar la colina fuera el Comarcal así que le pregunto:
-¿Estas segura que después de que crucemos ese puente de madera y bajemos la colina llegaremos a Corintia?
-Si, aunque no haya ido nunca a la ciudad, lo se bien por los mapas que he visto y te puedo asegurar de Corintia esta allí, estate tranquilo -le dijo Xenia suavemente para tranquilizar la impaciencia de su joven compañero.

Los caballos bajaron lentamente la colina verde con algunos árboles frutales, donde se podía apreciar cuando bajaban que había un camino de piedra, bastante desgastado por los años entre la gente, los caballos o carros que por hay cruzaron en su día o siguen haciéndolo, Jascar quedo convencido, pues pensó que ese camino de piedras que estaba a los pies de la colina donde estaban ahora bajando, era el camino comarcal y que estarían a pocos minutos de camino a la ciudad capital de Manahan. Y así fue, donde al horizonte se podía contemplar una ciudad, aunque no se podía apreciar muy bien pues el cielo estaba nublado y parecía que iba a empezar a llover en cualquier momento.
Xenia vio la ciudad y se quedo parada, decepcionada a contemplar la ciudad, pues no era como dicen en los libros de historia o como ella misma se hubiese imaginado.

Corintia fue construida hace miles de años por los Monarcas de Manahan, en su época de mayor esplendor, se decía que la ciudad tenia la mejor muralla de piedra de todo el reino, y que contaba con un gran hermoso palacio, decorado con banderas rojas y verdes y sus paredes exteriores pintadas de dorado y con columnas de mármoles espectaculares en la entrada, pero nada de eso era ahora Corintia, pues se podía apreciar, que era una ciudad gris, muchos podrían decir medio abandonada, una ciudad fantasmal, pues sus murallas altas de 5 metros o mas eran de piedra gris, desgastadas por el paso del tiempo y batallas.
Su palacio, ahora convertido en castillo era también gris, se podía apreciar claramente que esta medio en ruinas como toda la ciudad. Jascar la vio y no se sorprendió tanto como Xenia pues sabia que el país de Manahan había caído hace siglos en una dura y profunda Anarquía causada por la desaparición de los últimos Monarcas o Soberanos, nadie desde entonces ha reinado el país, por eso el motivo de que nadie se preocupara de restaurar las ciudades, murallas o palacios ahora convertidos en castillos medio rehuidos a escombros. Rankyus quería conquistar el país de Manahan y sabia que si llegara al poder se convertirá en un tirano gobernador de estas tierras y estarían peor que ahora, pues Manahan aunque caída en una profunda anarquía había paz y tranquilidad, cosa que con Rankyus condenaría a todos los habitantes del país si llegara a gobernar y por eso se le tenia que parar.


Volviendo al tema del aspecto de la ciudad de Corintia, Xenia se dirigió a las puertas de Aeoris, eran gigantescas las mas grandes que jamás había visto, eran negras con símbolos y figuras medio desgastadas de los antiguos reyes y reinas del país.
-Abrir las puertas os lo pido pues soy Xenia, la guerrera de Antharia y mi compañero Jascar de Airchealand, queremos ver al gobernador de Corintia -dijo Xenia intentando llamar la atención de los pocos guardias que había en la muralla.


Entonces Jascar le dijo; -¿Ves como no era para tanto tu exagerado sueño? ¡No ha pasado nada! ¡Me debes una ronda de cerveza!
-Si de acuerdo, tenias razón tengo que reconocer que he sigo una exagerada y una egoísta pero muchas veces es mejor prevenir que curar, bien sobre tu deseada ronda... cuando entremos a la ciudad después de ver al gobernador, te llevare a la cantina o posada que halla y así ya podrás emborracharte y burlarte de mi a gusto -dijo Xenia a Jascar para que se callara de una vez.

Pero Jascar fue interrumpido por una voz que dijo: -Bienvenidos a Corintia, nuestro Gobernador os espera en el castillo -dijo un guardia educadamente y abrió las puertas.

Cuando se estaban abriendo, el ruido que hacían era estremecedor que hizo temblar el suelo y Jascar se asunto pues parecía que una de las dos torres que sujetaban la puerta, se iba a venir a abajo. Entraron a la ciudad y como temían estaba muy desgastada y abandonada, no había apenas gente, ni color ni música en sus calles solo algún anciano caminando por sus estrechas y oscuras calles que se cruzaban una entre otras, Jascar que se encogió de hombros y comento susurrado; “Da miedo esta ciudad...”
-Si tienes mucha razón, vayamos al castillo -le contesto Xenia.

Fueron por la calle real donde se podría apreciar lo que fueron en su mayor apogeo, casas de nobles, que pertenecieron a la corte del rey, además de estandartes en cada lado de la calle con banderas bastante dañadas y descoloridas que apenas uno podía imaginarse como eran cuando la colgaron. La calle tenia escaleras donde había una especie de puerta en forma de arco bastante alto con dos estatuas desfiguradas en cada lado.
-Estas estatuas... a lo mejor pertenecieron a antiguos reyes de Manahan -comento a Xenia mirándolas fijamente.
-Tal vez, pero por su mal conservación como todo en esta ciudad no podemos saberlo si lo son o no -le respondió Xenia y prosiguió; -Dejemos aquí los caballos y subamos estas escaleras hasta el castillo.


El castillo era de piedra y madera, con 4 torreones, y una galería bastante grande que se podía ver claramente desde el exterior igual que una sala de arcos ahora derruida y algo viejo que pertenecía a lo que era el trono antes. La entrada del castillo era inmensa contaba con tres puertas, dos laterales que eran mas pequeña que la central, todas acababan en arco, y se veía entre ellas el resto de columnas que antiguamente sujetaron los pilares que pertenecieron al decorado ahora desaparecido.

La puerta principal estaba claramente abierta y era parecida a la gran puerta de la muralla, aunque en esta, no era negra pues había perdido el color y solo se veía la descolorida madera donde se tallo figuras y escrituras ahora ya desgastadas.

Al entrar al castillo, había un largo pasillo de figuras y pinturas desgastadas en las paredes y en el techo, al final de este pasillo, estaba la gran galería que era el centro del castillo era enorme pues contaba con cientos de columnas agrupadas linealmente que sostenían el techo abovedado, adornado por molduras que imitaban a arquerías de madera y pintadas en un color rojizo, se veía claramente una alfombra roja que cruzaba toda la galería hasta el salón del trono ahora en ruinas. Apenas entraba luz por los ventanales de cristal que había a cada lado de la galería, muchos dañados y otros sucios por el polvo del paso del tiempo creando un ambiente fantasmagórico y espectral.


De repente como si de un fantasma se tratara, apareció entre las sombras, una figura.
Era el Gobernador de Corintia, Xenia se quedo muy sorprendida y Jascar, como no, se asusto un poco al ver la fantasmal figura, pues no se lo esperaba que apareciera así tan silencioso entre las sombras de aquella galería.

Xenia se dirigió a el y le dijo: -Me imagino que sois el gobernador de esta ciudad y he venido a veros para pedir el favor de que me ayudéis con vuestra gente a que se una a mi ejército para luchar contra la tiranía de Rankyus.

-Saludos, pues joven y bella guerrera, es un placer para mi contar con tu presencia, pues he oído hablar mucho de ti y de tus hazañas y valentías, y si, os ayudare con mi gente contra ese tirano llamado Rankyus...-dijo el Gobernador.

Así pues Xenia y el Gobernador se quedaron mirándose mutuamente en silencio pensando la forma para derrotar y liberar el país de Manahan los dos juntos de la tiranía de Lord Rankyus…

Continuara....
Datos del Cuento
  • Autor: Darlon
  • Código: 16057
  • Fecha: 27-02-2006
  • Categoría: Aventuras
  • Media: 5.99
  • Votos: 156
  • Envios: 2
  • Lecturas: 4244
  • Valoración:
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