estaba enfermo. mi madre no dejaba salir. me sentía bien, pero mis piernas no estaban mas. recordé el momento mas duro de mi vida, cuando corría sin parar por los callejones de mi barrio, como un niño va hacia su padre. de pronto, una pared se cierra en mi camino y ya, nada, tan solo imágenes de rostros apenados, luces y luces, llantos y llantos, mientras entiendo que algo me falta, algo hermoso me está por dejar. escucho a lo lejos: las piernas, las piernas. trato de moverme pero no puedo aunque siento mis piernas. te vas a dormir, escucho la voz de una mujer vestida de blanco, tapada por una mascarilla, parece buena aunque en sus ojos veo dibujada la fatalidad y dureza por quien hace las cosas como carnicero. observo que una gota está por caérsele de la frente mientras una manos enguantadas de plástico la secan, ella dice gracias y luego, nada, nada. un sueño de globos de varios colores y todos están a punto de partir. deseo coger una e irme con ellas. salto y no puedo cogerla, cuando noto que dentro de los globos hay partes de mi cuerpo. mis ojos, mi cara, mis pies, mi ropa, etc. todo se me va, todo se me va, siento. luego noto que alguien muy alto se me acerca y con una mano me coge de una parte de mi vida y me lleva en silencio. llegamos a una casa muy bella y llena de calor. entro solo porque la persona se va y me deja solo. dentro hay fotos de colores, y todas son de mi familia. en ellas todos están tan felices. camino por toda la casa cuando veo en una sala muy cálida a una persona sentada en un sillón. está de espaldas pero veo sus manos. me le acerco y de pronto voltea. nunca antes le he visto y me dice muy fuerte: ¡despierta!. abro los ojos y estoy en una cama, solo, solo, pero, no veo mis piernas. es extraño, no me siento mal, es como si estuviera dentro de otro sueño y espero que alguien me diga con fuerza que despierte. sonrío y espero, y mientras espero, vuelvo a soñar…