Era una noche tibia, de mucho viento y mucha lluvia. La familia Maldonado estaba asustada, temian que algo malo les pasara. Aún el recuerdo de Katrina los cohibia. Pronto se iria el 2005 y no tenian buenos recuerdos de ese año, perdieron todo en el huracán Katrina, casa, ropa, trabajo y hasta la comida, que compraban para que les durara por lo menos un mes. Pero gracias a Dios estaban con vida, aunque algunos de sus seres queridos se habian ido con el huracán Katrina. Ellos estaban comenzando una nueva vida.
Aún no tenian su propia casa. Se habian tenido que ir fuera de aquella ciudad, donde una vez construyeron la casa de sus sueños. Diciembre habia llegado. Todo era alegría, muchas casas decoradas muy bonitas. La señora Maldonado pensaba en aquella casa que perdió, para diciembre ella también la adornaba y el árbolito del frente de la casa lucia hermoso, con sus luces que hacia que brillara. Adentro de la casa el árbol de navidad les daba alegría y les hacia recordar que la navidad ya estaba en la esquina, qué los regalos tenian qué comprarse, para ponerlos debajo del árbol con muchos colores, junto al muñeco de Santa Claus, para darle el espiritu navideño a la casa.
Ya no era lo mismo. Aquella casa ya no existia, vivian en otra ciudad. En un apartamento cómodo para ellos y sus tres pequeños. El niño más grande le dice a su mamá: "Mamá, ¿porque este año no adornas la casa y donde está el árbol de navidad? ¿Por donde entrará Santa Claus?" El padre mira a su esposa, ella siente qué las lágrimas brotan. Pero con una calma que adopta, le dice a su hijo: "Mi vida, creo qué este año no tendremos navidad. Está no es nuestra casa, es solo temporal. Con lo qué gana tu padre no podemos ni adornar un árbol de navidad. Y Santa Claus no sé si este año vendrá. Pero si no nos viene a visitar, no te aflijas ángel mio, otro año será. Lo importante es que tenemos donde vivir y que comer. Tenemos qué darle gracias a Dios, aunque no tengamos navidad."
El niño se puso triste y por la ventana se puso a mirar aquellas casas adornadas, y en su mente sana veía su casa. Ya abuelita y a abuelito no estaban, el huracán se los llevo como se llevó su casa. Solo le quedaba mamá, papá y sus dos hermanas. ¡Como le gustaria qué Santa Claus llegara y le diera una nueva casa! Queria un árbolito bien bonito en la sala. Su hermanita, la más pequeña, le dijo a su mamá: "Mamá, yo le voy a escribir una carta a Santa Claus. Le pedire un árbol de navidad, algunos juguetes y dinero para ti y papá. No quiero un árbolito sin regalos. También le pedire que cuide mucho a mis abuelitos en el cielo. Me van a ser falta en está navidad, no nos podrán dar regalos, ni besarnos cuando en la noche nos acostemos para esperar a ver si viene Santa Claus. ¿Tú crees qué si le escribo vendrá a traernos regalos y el árbolito de navidad?" Su madre comenzó de nuevo a llorar.
Su padre sonrió y le dijo a su hijita qué su mejor regalo de navidad era tenerlos a su lado. Santa Claus iba a estar muy ocupado, especialmente en ese año. Muchos se habian quedado sin casas, como ellos, no tendrían árbol de navidad. Por las tormentas y los huracanes este año sería muy dificil para el pobre Santa Claus. Aunque como era tan bueno, trataria de hacer a los niños felices. Le podria escribir a Santa, pero no podian pedir mucho. Porque hay muchos niños y familia qué también han perdido mucho. La otra niña más grande, les dijo a sus padres: "Papá, Dios es bueno, él nos va a ayudar. Aquí donde vivimos no estamos mal. Yo no quiero regalos ni árbol de navidad. Yo lo qué quiero es qué vengan mis abuelos para jugar con ellos. Escribire una carta pidiendole a Santa Claus que me traiga a mis abuelos. Y qué me los traiga siempre en navidad. Pero si no se puede, ¿para qué quiero navidad?" Mamá y papá se reunieron con sus hijos, y les dijeron que papá Dios cuidaba muy bien a los abuelos. Y que Santa Claus solo traia regalos pero qué no les podia traer a los abuelos. La navidad es estar juntos, tener salud, y un techo donde cobijarse. Hay que rezarle a Dios por todos los qué sufren y qué el año nuevo traiga calma y no más desgracias. Un buen trabajo para papá.
Llegó el 24 de Dciembre. La famila Maldonado cenaban en la mesa. En eso oyeron que tocaban la puerta. Papá fue a abrir, ¿quién podria ser? a nadie esperaban. Era un matrimonio de edad avanzada, traian un árbol de navidad con luces y campanas. Preguntaron que si eran la familia Maldonado. Todos corrieron a la puerta y dijeron qué sí. Ellos entraron. Es para ustedes, les dijo el matrimonio. Mamá y papá se pusieron a llorar de felicidad. Al momento entra un hombre vestido de blanco, con una cabellera larga, una barba y cubierto de canas. Traía en sus manos muchos regalos. Los niños y los viejitos acomodaron el árbol. Reían de felicidad. El hombre de la barba blanca los ayudo a poner los regalos debajo del árbol. El matrimonio les dijo: "Venimos de parte de Santa Claus. Este año su trabajo se duplicó. Ha sido un año muy dificil para todos. Recibió sus cartas. Ahora tendrán una navidad feliz. Dios y Santa Claus los escucho. Nosotros no tenemos hijos ni nietos, si nos lo permiten pasaremos la navidad juntos." Todos con mucha alegria abrazaron y besaron a los ancianitos y también al barbudo de los pelos blancos. Todos cenaron juntos, hasta comida le regalaron. Los ancianos se quedaron para pasar la navidad con ellos, pero el hombre del cabello largo se fue muy de prisa. Al otro día todos temprano se levantaron. Era el 25 de Diciembre. Los niños corrieron a abrir sus regalos. Todos tenian un buen regalo.
Los niños besaron y abrazaron con mucho amor a aquella pareja de ancianos.La niña más grande les dijo: "Como ustedes no tienen nietos, ni nosotros abuelitos, ahora ustedes serán nuestros abuelos y nosotros seremos sus nietos." Todos los adultos lloraron lágrimas de felicidad. Dandole gracias a Dios gritaron fuertemente: "¡Feliz navidad y un año nuevo lleno de paz!" Los ancianos abrazaron a aquellos niños que eran como sus nietos y repitieron: "¡Feliz navidad, y que el nuevo año no nos traiga desgracias ni menos huracanes. Qué el nuevo año que viene sea mucho mejor!!!"
No sé, si porque estaba un poco triste, pero me ha hecho botar algunas lágrimas tu relato. La única recomendación es que cuides los errores ortográficos y errores gramaticales, y otra cosa, la historia sería aún más intensa e interesante si no fuera tan lineal (si tuviera giros inesperados). Fuera de eso, me ha encantao!!