Se acercaba la navidad y el frio comenzaba a sentirse.
Laurita ya usaba guantes, bufanda y esa chaqueta de vivos colores que le gustaba tanto.
Eran dias tranquilos, sus amigos los animales no estaban animados, su tortuga dormia, los pajaros se cobijaban en los nidos, Antonio (su amigo gorrion) tenia un gripazo y su mama gorriona no lo dejaba salir a jugar.
Las plantas, algunas sin hojas, dormian para despertar en primavera, y otras, como los naranjos, mandarinas y limones, tenian tanto trabajo, terminando de colorear de naranja y amarillo sus frutos, que poco tiempo habia para charlas.
Tambien es verdad que la seño estaba dando mucha tarea esos dias por las vacaciones navideñas, y cuando terminaba era casi de noche.
El que siempre estaba dispuesto para jugar era su perro, asi que en esa alfombra que le regalaron para su cumple, se dedicaban mas o menos una hora al dia a jugar. Por momentos Lucky era un bebe arropado en el cochecito de las muñecas,o un pobre caballito, sobre todo cuando venia su amiga Maria que le tiraba un poco del rabo. Despues, claro, nadie sabia porque mostraba los dientes cuando pasaba por su casa.
Una de esas noches en que su amiguita toco la puerta, al abrir, Lucky se escapo.
Lo llamaron y lo llamaron, pero no hizo caso. No sabian que hacer, si desobedecer a sus madres y correr tras el, o esperar a que regresara, pensaron que no pasaria mas alla del parque, y se dispusieron a jugar.
Cuando fue la hora de cenar, Laurita y su mama acompañaron a Maria, de regreso comenzaron a buscar al perrito.
Caminaron gritando su nombre pero no acudio.
Volvieron tristes, y Laurita mas por no haberlo dicho antes.
A la mañana siguiente la mama de Maria que conoce a todos los vecinos, lo fue comentando y pidiendo que si lo veian, lo llamaran por su nombre, a la vez que daba datos: peso, color, tipo de pelo, color del collar, direccion de la dueña. "Si, si, Laurita esa niña rubita , la de la casa de la esquina", en fin, no faltaban detalles.
Su amiguita Cristina que tenia una foto de los tres, le pidio a su hermano que la ampliara en el ordenador, ademas hizo copias que pegaron en las farolas.
En menos de 48 horas todo el barrio buscaba a Lucky.
Nadie sabia nada, nadie lo habia visto. Unas lagrimitas se asomaron a los ojos de su dueña y esa noche se fue a la cama pensando que no podria dormir.
El jardinero que trabajaba temprano, vio las fotos y fue a su casa.
"Hace dos mañanas estaba yo regando y vi como la perrera se llevaba a Lucky".
Suerte que era sabado, su papa no trabajaba y fueron a buscarlo.
Alli estaba en una jaula, cuando los vio, daba saltos queriendo romper la puerta."Tranquilo, ya nos vamos a casa", dijo su padre. Esa tarde lo bañaron y por la noche durmio en su cojin frente a la chimenea.
Laurita prometio no dejarlo salir solo nunca mas, y que pediria a los Reyes Magos esa cosa chiquitita, que se pone en la orejita de los perros (chips), para que se sepa su nombre y su direccion, sabia que no dolia, porque Maria se lo habia dicho, tambien dijo, que no volveria a tirar del rabo a Lucky.