Esta mañana, la niña del aseo entró a mi oficina, como todos los días, para sacar el basurero y sacudir. De pronto, se detuvo un momento y miró por la ventana. Después de la lluvia torrencial de la noche anterior, la mañana estaba clara y despejada. Se quedó inmóvil algunos instantes, y luego, dijo distraída: 'después de la lluvia siempre sale el sol'. Lleva en la empresa algunos meses, pero ni siquiera sé su nombre. Abstraído como estaba, en los problemas cotidianos del trabajo, no le puse mayor atención y, sin embargo, ella había dicho algo tan importante, algo que pasa desapercibido para los demás. Se retiró silenciosamente, dejando el cesto vacío a un costado. La vorágine de nuestras vidas nos hace pasar por alto los detalles, olvidamos lo esencial, dejamos de maravillarnos con cosas simples. No pude dejar de pensar en su frase y, aunque ella lo dijo por el clima, estoy seguro que, de alguna manera, ella es una de esas pocas personas que poseen la extraordinaria facultad de ver en el fondo del alma, de leer entre líneas... Hoy es el primer aniversario de la muerte de mi hijo Manuel.
"LEER ENTRE LÍNEAS"(DENNIS ANDRÉS QUEZADA) Muy cierto...Durante la lluvia no es fácil pensar en el sol...Es reconfortante saber que donde vuelan las almas que se nos han adelantado en el viaje,siempre brilla el sol. Pau