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Categoría: Infantiles

Linda historia

Luana jugaba con la compu, con Martu y Vale, sus primas, viendo videos con fotos del viaje que había hecho con sus padres, a la laguna de Chascomús, mientras que Ainara, una y otra vez miraba las imágenes de la filmación de la fiesta de navidad donde un papa Noel regordete y con traje rojo repartía regalos a chicos y grandes que se habían portado muy bien durante todo el año, sus mamas estaban preparando la merienda mientras los papis despuntaban el vicio viendo un partido de fútbol por televisión, de pronto Marina, la mama de Luana, que estaba esperando un bebe, les pregunto si querían escuchar un cuento, las primas contentas se reunieron y sentadas en sus pequeñas sillitas de plastico multicolor se prepararon para el relato.
Había una vez……….. ,comenzó la panzona, una pequeña niñita que vivía con sus padres en una casita de paredes muy blancas, rodeada de césped, que tenia entre sus mas preciados tesoros una muñeca de ojos muy negros con un vestido de color rosa y un lazo en sus cabellos negros, hechos con lana de color blanco , la niña siempre la hacia participar en sus juegos, y la sentaba junto a ella cuando tomaba la leche y cuando almorzaba, a veces hasta la llevaba a la salita del jardín de infantes y se la mostraba a la seño y a sus compañeritas, tambien la sentaba en la calesita para dar vueltas y vueltas , o la dejaba deslizarse por el tobogán.

Un día llevo su muñeca cuando fueron a visitar a los abuelos Mariela y Víctor, que vivían en el campo, en una casa muy linda que tenia en la entrada unos escalones muy brillantes de madera, rodeada de hermosos y grandes árboles de color verde en verano , amarillo en otoño y que en invierno se cubrían con la capa blanca que le prestaba la señora nieve, por supuesto los abus estaban tan contentos de verla, que Mariela, una gran cocinera, le prometió que juntas harían unas galletitas dulces para la merienda, y Víctor, un verdadero genio para las tareas manuales, la invito para hacer juntos, un caballito de madera, por supuesto el plan era tan divertido que decidió dejar a su muñeca en la silla del comedor y poner manos a la obra con la propuesta del abuelo, en eso estaban cuando la abuela llamo a todos para almorzar, por supuesto además de los ricos fideos caseros había preparado un budín de pan y caramelo con frutas en su interior que comieron pidiendo ¡Un aplauso para la cocinera!.
Luego de almorzar fueron todos a dar un paseo bajo los árboles, aprovechando la fresca sombra y llegaron hasta un pequeño arroyo que corría rumoroso por entre eucaliptos y sauces, se sentaron a la orilla colocando los pies en el agua refrescante observando las mariposas que volaban sobre ella, luego, quizás por la comida o el cansancio, la pequeña se quedo dormida contra el tronco de un árbol y soñó que se despertaba allí mismo teniendo sentada a su lado a su querida muñeca, la cual la miraba con sus ojitos negros y le decía ¡Hola! Te estuve esperando toda la tarde, ¿vamos a jugar a las visitas?

Datos del Cuento
  • Categoría: Infantiles
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