Sólo se que corría, internándome por el bosque, mis ojos brillaban en la oscuridad con un extraño brillo, sentía mi cuerpo extraño, mis músculos tensos en el movimiento que ejecutaba de una manera mecánica, me tragaba las distancias, brincando con precisión sobre pequeños arbustos, saltando sobre pequeños riachuelos, mi cuerpo no sentía cansancio, solo un deseo de llegar a algún sitio, ¿Por qué esa sensación que me lanzaba como un torbellino en movimiento hacia algún lugar desconocido?, ¿Por qué esa sensación de bienestar en mi cuerpo, a pesar del esfuerzo? Veía la luna, estaba ahí sobre mi, sentía una extraña radiación de amor hacia ella, me detuve en seco, sentí deseos de darle gracias, solo un aullido salió de mi garganta. Es un sueño, me dije para tranquilizarme, es solo un sueño, cuando despierte todo volverá a la normalidad. Pero todo seguía igual, la normalidad estaba muy lejos de llegar. Era un lobo, lo sentía en mi cuerpo, el deseo de aparearme estaba ahí, era una necesidad vital, me lanzaba hacia la hembra, la olía, sentía su llamado, la luna me lo decía, me influenciaba, era mi diosa eterna. Que bien pude entender en ese momento las palabras del Chaman : Los hombres pueden transformarse en lobo, es una maldición de los brujos rojos, nos dijo en una oportunidad a un grupo de personas reunidas frente a una fogata una noche cualquiera, escuchen sus aullidos, presten atención, ese sonido que escuchan es de uno de ellos, pagando su culpa por burlarse de un Chaman Rojo. Luego el Chaman calló, como temiendo hablar demasiado, como si sus palabras fueran peligrosas para nosotros, gentes venidas de la ciudad, desconocedores del misterio de la mutación en animal. Esa noche recuerdo que llegamos a todos los excesos, el grupo de amigos que estábamos reunidos en un lugar montañoso, alejados de la ciudad, en pleno contacto con la noche, el misterio y los lobos. Recuerdo que en plena orgía de licor, señalé con el dedo al Chamán y luego me tiré al suelo y comencé a aullar como un lobo, mientras mis amigos celebraban con grandes carcajadas mi chiste. El Chaman me dijo, dirigiendo hacia mi la mirada más extraña que heló mi sangre. De ahora en adelante llamarás a tu hembra de esa manera. Sobre nosotros estaba una extraordinaria luna. En ese momento comencé a amar la Luna con pasión. Ahora recuerdo muchas cosas que ocurrieron desde esa noche de Luna y magia.
Sólo se que corría internándome por el bosque, era un lobo, lo sentía completamente en mi cuerpo y perfectamente en mi psiquis. Sentía su fuerza y mirada roja, el deseo por la hembra y mi búsqueda ansiosa durante las noches de luna llena. Sabía que estaba cerca, corrí aun más aquella noche, al llegar a una casa deshabitada, pero quedé desorientado, al acercarme donde estaba ella, la hembra. Pero extrañamente no era una loba, era la mujer más bella que había visto. Sabía que sería mía, me lo decía la Luna y el destino. Luego comenzó una transformación dolorosa en mi cuerpo, frente a ella, recordé al Chaman : Los hombres pueden transformarse en lobo. Luego de esta mutación dolorosa, quedé exhausto, pero se había cumplido mi destino, por lo menos esa noche había encontrado a mi hembra, estaba más conciente que no debíamos burlarnos de lo desconocido, ahora respetaba más a la humanidad y su pensamiento, cada quien es lo que debe ser, y lo que dice el destino. Todavía siento esos cambios dentro de mi, mi amor por Selene, mis aullidos siempre lo sienten muchos turistas cuando vienen por estos lugares apartados y mis ojos continúan siendo de lobo