Mamá me había dicho que me porte bien y, aunque yo ya era una vieja, casi siempre le obedecía al pie de la letra, por eso era que dudaba en cortarme los pies, yo ya era una vieja y todos en el barrio me llamaban la loca, y era verdad, pues desde niña me gustaba gritar y romper las luna de los carros, y las casas, darle veneno a los perros y gatos, echarle tierra a cada persona que no me gustaba como la directora del colegio que una vez se puso a gritarme y a jalarme las orejas cuando no hacía mis tareas, mientras yo le pateaba las canillas con toda mi alma, y con mis dientes le mordía las manos... si, yo era loca para todo el mundo menos para mi madre.
Hubo un tiempo en que no me dejaban salir a la calle, decían que yo era un peligro y muchas veces me metieron al loquerío pero siempre hallaba la forma de escaparme y regresar a mi casa no sin antes romper todas las lunas que encontrase en el loquerío... era bueno regresar a mi casa pues mi madre apenas me abría la puerta se ponía a llorar, a abrazarme para, en silencio, meterme y esconderme de nuevo a mi cuarto.
En verdad no me gusta estar encerrada en el cuarto por eso es que casi todos los días golpeaba la luna de mi casa que daba hacia la calle para asustar a la gente que pasaba por la puerta de mi casa, si ustedes vieran las caras de la gente al verme la cara, y riéndome de ellos... parecía que fueran a morirse congelados
Por eso es que ahora que mi madre me dice que me porte bien, me han dado de cortarme las piernas, para no moverme ni escaparme de la casa, mientras veo que la luna que le tire a la cara de mi madre se le ha incrustado en medio del rostro y le sale harta sangre, pues su bonito rostro se ha partido en dos partes de diferentes tamaños, como si fuera un rompecabezas... si, creo que voy a cortarme las piernas para portarme bien y no salir nunca mas de la casa de mi madre.
MON, 24/11/04
Muy bien JOE otra vez. Excelente cuento y convincente también. Ahora, señor escritor, entre nosotros...¿ qué son las lunas ?