Uno camina a lo largo de la vida y trata de cumplir sus metas. Quiere vencer todo lo que se le cruce hasta alcanzar lo que le cause placer y satisfacción. Pero hay una sola por la que uno deja todo cuando realmente es verdadera; y esa es la amistad. Si me planteara cuales son las experiencias donde uno más aprende, no dudaría en decir que es "la de tener amigos", la de lograr encontrarlos, la de llegar a la confianza necesaria para expresar cualquier sentimiento delante de él, ya sea la tímida lágrima que cae por algún amor o la humilde sonrisa que indica la brillante actuación en el maravilloso mundo del fútbol. Un simple gesto puede ahorrar mil palabras, una simple mirada puede curar heridas, un abrazo puede demostrar el afecto, por lo menos así lo siento cuando los enfrento. Amigo es hermano, es compañero, es libertad. Como no ser felíz cuando se tiene al lado alguien que da consejos y recibe los tuyos, que se pone en tu lugar y te entiende, que te considera parte de su historia. Porque serlo no es nada fácil. Creo que la entrega constante hacia el otro es lo que va formando esa unión. Digo constante porque más allá de cual sea el motivo que nos separe, la amistad no tiene un final, sino que se va construyendo a lo largo de la vida. A veces pienso en los que viven en soledad, los que no comparten sus alegrías, sus penas y siento profundo dolor por ellos, no olvido que puede estar la familia, pero insisto que determinadas situaciones de la vida solo se pueden enfrentar con ciertas personas... Para ser más exacto, en lo que respecta a mí, y agradezco a Dios haberlos conocidos, en esas situaciones tengo a mis fieles compañeros de aventuras, que me siguen y me respetan, que los sigo y los respeto. Pero por sobre todo, a unos simples y verdaderos amigos...

No hacen falta estas palabras para demostrar lo que siento pero es bueno
expresarse, cada uno a su manera, pero si de amigos se trata todo vale.Espero que sigamos compartiendo momentos inolvidables y que la vida nos ayude a crecer como personas...