Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Cuento
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Cuento
Categoría: Aventuras

Los Chicos contra Cabeza de Piña cap. 3

Después de haber derrotado a los dos anteriores tipos disfrazados.. Y el vergonzoso momento que tuvo que enfrentar Peter, los hermanos Hamilton estaban encarando a otros dos tipos disfrazados de la misma manera, con sensores de aproximación, listos a alertar sobre posibles peligros, pero por fortuna los dos Hamilton ya tenían un plan...
-¡Corre Jessie!
Los dos hermanos corrieron para escapar de los tipos, los cuales sacaron un par de macanas para hacerles más fácil el trabajo.
Por su parte, los hermanos Hamilton estaban escapando por varias secciones de arte del museo, con pinturas que tenían los nombres de autores clásicos, más de lo que los hermanos Hamilton hubieran imaginado. De repente una idea pasó por la mente juvenil de Jessie, y la obligó a detenerse, mientras que Peter se detuvo de forma forzosa, se podría decir que su brazo fue el que lo detuvo.
-¡Jessie! -exclamó Peter con cara de nerviosismo- ¿Por qué te detuviste?
-Peter -respondió Jessie-, esta no es la forma de enfrentar los problemas. Somos el Equipo Hamilton, los criminales deben huir de nosotros, no nosotros de ellos. Vamos hermano.
-Tienes razón Jessie -Peter se levantó y se puso en guardia-. ¡Con todo...
De repente, llegaron los ladrones y ambos cayeron encima de Peter
-...lo que podamos!
De pronto los malos se pusieron en guardia, así como Jessie; pero Peter tuvo que levantarse y también se puso en guardia. Los villanos se lanzaron contra ellos y los combatieron con puños y patadas, Jessie sacó sus Trionchaku y trató de contraatacar con más puños y patadas de jujitsu y taekwondoo, pero el sensor de aproximación de su enemigo reaccionó y le permitió esquivar el golpe, el cual se estrelló en la cara de Peter, mandándolo al suelo.
-¡Jessie! -exclamó otra vez Peter adolorido y con cara estúpida- ¡La idea es que golpees a los enemigos, no a tu hermano!
-Lo siento Peter -dijo Jessie-, fue culpa del golpe.
Luego los enemigos atacaron a cada hermano Hamilton por su cuenta, y con sus macanas; pasó algo curioso: entre más peleaban, más se iban alejando, y entre más se alejaban, menos posibilidades de ganar aprecían aparecer. Las peleas se desarrollaron de la siguiente manera:
Jessie entró a una sección de dinosaurios, la cual era parte del Simposio; ahí Jessie se defendió de golpes karatecas de su enemigo, algo que se pudo facilitar con los Trionchaku, pero luego iba a necesitar más que eso, porque el enemigo hizo un giro acróbatico que despojó a Jessie de sus Trionchakus. Cuando los perdió, Jessie esquivó varios golpes y patadas del enemigo disfrazado, pero de repente éste le dio tres golpes a Jessie y mandó a volar a la joven a unos huevos de dinosaurio, y quebró uno de ellos.
Al reponerse, Jessie vió a su alrededor y dijo:
-Bueno, supongo que es cierto lo que dicen: ¡Los niños vienen de los huevos que manda la cigüeña!
De repente, activó sus reflejos ante una patada del enemigo, se alejó de las figuras de dinosaurio y se puso en guardia; comenzó a ver todo lo que había a su alrededor para ver cómo enfrentaba a su enemigo, vio sus dos Trionchaku, una figura de pteordáctilo que colgaba del techo, y se le ocurrió un plan: Corrió hacía los interrumptores de luz y los activó, apagando las luces de la habitación.
Una vez apagadas las luces, Jessie aprovechó la oportunidad para tomar los Trionchaku y activar la luz fluorecente del segundo, dejando a su rival en una ceguera parcial; después tomó el sensor de la sien del viallno y la destruyó.
Cuando Jessie hizo todo eso, se subió a la figra del pterodáctilo que estaba en el techo, para luego saludar a su enemigo.
-¡Oye, amigo! -exclamó la hermana de Peter- ¡Aquí estoy!
El tipo vio a Jessie y decidió subir también a la figura, con una cuerda que él arrojó. Una vez arriba, el tipo sacó una pequeña navaja que tenía escondida, con la cual arrojó un ataque que cortó la cuerda e hizo caer la figura, estos pasó porque Jessie se puso detrás de la cuerda; Jessie también consiguió aferrarse de la cuerda y vió al tipo golpearse muy fuerte.
-¡Auch! -fue lo que dijo.
Pero luego Jessie bajó con su Primer Trionchaku, vió al ladrón y jugó con él para que lo persiguiera, lo cual efectivamente ocurrió.
Después de eso, Jessie llegó a unas escaleras y subió por ellas, ahí el tipo la siguió y llegó a un zona que operaba un telón; ahí comenzó la pelea.
Debajo de ellos, había un conferencista que dictaba una asmablea sobre asteroides, a su lado tenía la maqueta de una ciudad.
-Como pueden ver todos -dijo el conferencista-, los asteroides son cuerpos espaciles que pueden formarse en áreas como Saturno o cerca de Marte, a veces, por efectos de la gravedad, se puede soltar uno de su grupo de asteroides, ocasionando que se vuele a un planeta. A pesar de que las probabilidades de que un asteroide choque con la Tierra son casi nulas, los efectos de un choque, dependiendo del diámetro del asteroide son capaces de provocar semejantes efectos en una ciudad, como en ésta; caballeros, están a punto de ver algo muy especial.
Por otra parte, la pelea entre Jessie y el villano terminó: ¿Cómo? ¡Yo les diré amigos!
Jessie le dio un ejército de patadas que lo dejaron aturdido, después lo levantó y le dio un golpe en la cabeza; después, justo cuando el conferencista dio la demostración del asteroide cayendo a la ciudad, Jessie tiró al tipo, y éste cayó en la maqueta, haciendo... ¡Una perfecta actuación del asteroide!
Entonces Jessie bajó y se encontró con la audiencia, sorprendida, no más que el conferencista.
-¡Gracias amigos! -exclamó Jessie- ¡A todos por su presencia, en especial al actor que hizo el papel del asteroide que aplastó a la ciudad! ¡El imbécil!
Todos vieron al tipo, el cual estaba inconsciente.
-¡Ay! -como muestra de su desmayo.
Luego Jessie se alejó de ahí, saludó a la audiencia y se retiró.
Cuando salió por la puerta, llegó el oficial Maldonado para ver cómo estaba Jessie.
-Jessie -dijo.
-¡Oficial Maldonado! -exclamó Jessie contenta.
-¿Estás bien?
-Estoy bien, pero mi hermano está siendo perseguido por un tipo estúpido, tenemos que ayudarlo.
-Vamos.
Entonces los dos fueron en busca de Peter.
Por su parte, Peter estaba peleando con el tipo que lo acorraló a él, pero le pasaron muchas coas raras, se estrelló con los muros, era golpeado cuando trataba de esquivar (se movía para esquivar, pero el enemigo lanzó sus golpes hacía el lado), activó el Peterphone, lo puso al revés, puso 11 y las pinzas chocaron con sus fosas nasales, haciendo que se la tape. Luego el enemigo lanzó un golpe izquierdo, el cual Peter escquivó y se estrelló con el muro; luego pasó lo mismo con el puño derecho, después el malo lanzó una pata da que Peter esquivó, pero la patada no chocó, sino que se se movió a la izquierda y golpeó a Peter.
-¡Ay! -fue lo que dijo Peter.
Se sobó la pierna, se puso de espaldas y el ladrón lo golpeó por detrás, haciéndolo chocar con el muro; Peter se golpeó la nariz y se la tapó, pero levantó la cabeza y, sin darse cuenta, golpeó al maloso en la nariz, ahora era éste el que se la estaba cubriendo.
Luego el ladrón persiguió a Peter, subieron por unas escaleras, pero el ladrón agarró a Pter de los tobillos y lo empujó, cayó y lo arrastró, pero Peter le lanzó una patada al villano en las "partes más delicadas", y cayó al suelo y apalstó a Peter, el cual pudo salir por detrás, corrió y pisó al tipo.
Peter se subió un poco más, luego tuvo una idea: se deslizó por la baranda y bajó los pisos, el ladrón lo vio e hizo lo mismo; pero después el truco fue contra él, porque Peter estaba en las escaleras, muy sonriente.
-¡Arrivederci! -exclamó el hermano de Jessie.
Luego el villano se deslizó, sin saber adónde iba a parar. ¡Y adivinen qué pasó! ¡El ladrón se golpeó muy fuerte con un acabado, con forma de pelota!
Entonces se puso de pie y siguió a Peter.
-¡Diablos! -exclamó el hermano de Jessie- ¡Esto sería más fácil si no tuviera los pantalones mojados! ¡Allá hay un baño!
Peter entró al baño, pero el maloso también hizo lo mismo, de repente....
-¡¡¡Burp!!!
Se esuchó un eructo que, definitivamente, se oyó por toda el lugar, en especial Jessie y el oficial Maldonado.
-¿Qué fue eso? -preguntó Maldonado.
-Creo -afirmó Jessie- que ya sé lo que fue.
-Vamos.
Todos continuaron el camino.
De pronto, el ladrón salió del baño con la nariz tapada, fue un eructo tenza; de repente sintió que le golpearon por la espalda.
-¡Dios mío! -exclamó Peter, con nuevos pantalones- ¡Creo que lo de los frijoles fue mala idea!
-¡He, chico! -exclamó una voz, la de... ¡Alfredo!- ¿Cómo estás? ¿Cómo se encuentrá tu buzarda?
-¡Alfredo! -exclamó Peter sonriendo.
-Resultá que si pude venir con vos, además hice lo que vos hacés por tus chabonas -luego sacó una copa de mate- ¿Querés mate?
-¡Peter! -exclamó Jessie subiendo las escaleras, junto con el oficial Maldonado.
-¿Qué pasó? -preguntó éste- Un momento. ¡Eres el chico argentino que vimos en ese restaurante!
-Sí señor agente -comentó Alfredo-, no quiero hacer bandera (llamar la atención en la Argentina), pero creo le salvé la vida a vos.
-Gracias Alfredo -concluyó Peter.
Luego Maldonado esposó al villano.
-Bueno -dijo Peter sonriendo-, vamos chicos, que... ¡Tenemos un simposio de terminar de escuchar!
-¡No! -exclamó Jessie con frustración.
Luego todos bajaron para volver a la reunión.
Pero el Simposio ya había terminado y se debía esperar a mañana, y después se abrió un espacio para que los invitados se dirigieran a Cabeza de Piña, y le hicieran un montón de preguntas. El profesor Hopkins fue al camerino de Cabeza de Piña con los chicos, incluso con Alfredo, y los dejó pasar un tipo corpulento, musculoso, de 40 años de edad, calvo, ojos azules y mirada muy fría; cabeza grande y nariz encorvada, este sujeto era frío y también bastante callado, casi nunca siente compasión por sus intrusos y los saca a volar, su nombre era Marcelo, y era el guardaespaldas de Cabeza de Piña.
Cuando Marcelo les dio el acceso, el profesor Hopkins, y el Equipo Hamilton entraron y encontraron a Cabeza de Piña, quien estaba leyendo una revista de ciencias y tecnología, con él, había una mujer de cincuenta años de edad, con el pelo corto, canoso, el rostro perteneciente a su edad, mediana de estatura y nariz plana. Vestía traje de paño femenino, una túnica blanca, y unas zapatillas; ésta era la doctora Loretta Casandra Devlin, de Córdoba,una de las cabezas del proyecto y colaboradora de Cabeza de Piña.
Una vea adentro, el profesor Hopkins se dirigió a Cabeza de Piña.
-Profesor Rubinstein -dijo.
-¿Diga? -entonces Cabeza de Piña volteó a mirar y reconoció al profesor Hopkins, luego se puso muy contento y se levantó- ¡Profesor Hopkins, permítame estrechar su mano! ¡Es un honor saludar a una de las mentes más brillantes del mundo, me alegra que haya decidio venir al Simposio!
-No me lo perdería por nada del mundo.
-¡Oh, casi lo olvidaba! -entonces se volteó hacia la doctora Devlin- Ella es Loretta Casandra Devlin, una de las colaboradoras del proyecto, es argentina y muy inteligente.
-Es un hono concerle -dijo la doctora Devlin-, profesor Hopkins.
-Encantando; permítame presentarle a Anette, mi hija, y ellos son sus amigos: Peter y Jessica Hamilton, astutos, talentosos y saben mucho de historia; él es Michael Anderson, admirador del arte y caballeroso; y ellos son Mackey y Rebecca Johnson, son ricos, pero también son muy generosos.
Entonces Rebecca se sonrojó, mientras que Mackey guiñó el ojo y puso una cara de orgullo.
-¡No es para tanto profesor! -exclamó Rebecca.
-Mi hija es tan inteligente como su padre, sabe sobre ciencias, matemáticas, química y física.
-Ya veo -afirmó Cabeza de Piña-. ¿Y se destaca?
-Gané -respondió Anette- el primer premio de la feria de ciencias de mi escuela cuatro años consecutivos.
-¡Sorprendente! A ver, te haré una prueba, para comprobar que lo que dice tu padre es verdad.
Cabeza de Piña se quedó pensativo, luego pensó en una pregunta y se la hizo rápidamente a Anette.
-¿Cuánto es 23 por 23? -preguntó.
-529 -respondió Anette sin problema.
-¿Cuál es la raíz cuadrada de un número negativo?
-Un número imaginario.
-¿Cuántos años tarda Pluton en darle la vuelta al Sol?
-248 años.
-¿Cuál es la fórmula de la segunda ley de Newton?
-Fuerza es igual a masa por aceleración.
Cabeza de Piña guardó un poco de silencio.
-¡De acuerdo! ¡De acuerdo! -exclamó- Esas eran las fáciles. Correcto en todas, pero respóndeme ésta: ¿Cómo respira un gusano de tierra?
-¡Muy fácil! -sonrió Anette- El oxígeno pasa por la piel de la lombriz, siempre y cuando ésta esté húmeda, esto es debido a que el oxígeno está disuelto en el agua; posee unas glándulas que impiden la evaporación de su piel y permita la entrada del oxígeno. Esto se llama respiración cutánea.
-¡Impresionante! -exclamó Cabeza de Piña- Eres toda una diva de las ciencias.
-Cuando crezcas -dijo la doctora Devlin-, serás una verdadera científica.
Anette sonrió y se ruborizó por ese comentario.
-Mi hija -agregó Hopkins- desea saber ciertas cosas de su proyecto "Helios", profesor Rubinstein; ella siempre ha sido una gran interesada en su trabajo, y ella, así como yo, leyó su último libro, pero desea hacerle ciertas preguntas sobre su satélite.
-Entiendo. ¿Qué deseas saber jovencita?
-Sólo unas cosas: La primera: -entonces Anette sacó una revista que una maleta que tenía- Usted dijo que la capa de metal del Helios es capaz de resistir cualquier de resistir las pequeñas piedras espaciales que se le puedan atravesar, pero recientemente se publicó un artículo independiente en el que se dice que esos mismo polvos fueron que porvocaron un daño en la cubierta, dejando pasar el calor del sol por esa abertura, y el peligro de daños que podrían provocar el advenimiento de "Helios" a la atmósfera, provocando su total desintegración.
Cabeza de Piña se quedó callado ante las explicaciones de Anette.
-Por otra parte -continuó la hija de Hopkins-, se ha registrado la existencia de gases que poseían componentes tóxicos cerca de la atmósfera terrestre, que, de entrar en contacto con ella, podría porvocar graves daños a la capa de ozono.
-¿Y? -preguntó Cabeza de Piña.
-Y que esos gases venían del "Helios", lom cual ya estaba comprobado.
Cabeza de Piña se puso nervioso ante esa afirmación, pero Anette tenía algo más que decir.
-Finalmente, usted dice que "Helios" es tan avanzado, que podría llegar si problema al Sol, lo cual me parece científicamente imposible, porque la gravedad del Sol es la más fuerte del Sistema Solar, después de la un hoyo negro; dice que el satélite tiene un "regulador gravitacional", que modula el impacto que tenga la gravedad y no afectaría al satélite; pero nada escapa de la gravedad, ni siquiera la luz del Sol, a menos que esté en la Luna, sin embargo también dice que si ese regulador de gravedad está al máximo, el satélite escaparía por completo a la gravedad: eso me parece físicamente ilógico. Dígame. ¿Qué tiene decir al respecto?
Todos se quedaron mirando a Cabeza de Piña, quien estuvo callado por un momento, pero después...
-¡Oh, vamos! -exclamó- La ciencia también requiere paciencia: Roma no se hizo en un día, tampoco las vacunas. Debemos dejar que el camino continue su curso para que no nos afecte directamente.
Luego tomó sus papeles.
-Así que... Si me disculpan, me tengo que ir. ¡Adiós!
Cabeza de Piña se fue de su camerino, pero había algo más: ni a Anette, ni a la doctora Devlin les pareció muy sensata la respuesta de Cabeza de Piña, por lo que próximamente tendría ciertas sospechas; en especial otra interrogante, de parte de Anette: ¿Por qué Cabeza de Piña habrá mandado una versión final defectuosa, en lugar de un prototipo expreimental?
Una hora después de aquel encuentro, el Equipo Hamilton, con Alfredo, se dirigieron al hotel donde se iban a quedar, uno exclusivamente reservado para los cinetíficos del Simposio: El Hotel Claridge.
Ahí los chicos se relajaron y aprovecharon para disfrutar los servicios V.I.P del hotel, entre ellos, ver los cuartos, ir al bar, pasear por el parque, y otra actividades recreativas. La noche había llegad y Anette se fue a bañar al jacuzzi, mientras que los chicos se quedaron en el cuarto, hablando y bromeando; al poc tiempo, Anette regresó y fue con sus amigos, tenía puesto un bikini de dos piezas púrpura, con imágenes de rosas alrededor, y un pareo amarrado a su cintura; antes de llegar Anette, Alfredo ya se fue a su casa y habló con sus padres sobre la velada.
Por su parte, los chicos estaban en un solo cuarto, todos ellos estaban molestando y hablando hasta el cansancio.
De pronto, Rebecca pidió la palabra y sus amigos le prestaron atención.
-Amigos, les tengo buenas nuevas -dijo Rebecca-, Alfredo me llamó por teléfono y me preguntó que si podíamos mañana ir a la ciudad a dar un paseo turístico por Buenos Aires; dijo que podíamos visitar los monumentos de la ciudad, pasear por los puertos, mirar la Catedral, recorrer la Plaza de Mayo, y también... ¡Ir de compras con él y su papa! ¡Y lo mejor de todo fue tanto el padre de Alfredo como el profesor Hopkins estaban de acuerdo!
-¡Genial! -exclamó Jessie.
-Entonces me preguntaba... ¿Qué opinaban de este plan para mañana?
Todos los chicos, entusiasmados, estuvieron de acuerdo y decidieron ir con Alfredo y su padre para dar un paseo turístico por Buenos Aires, todos menos Anette; la joven chica precía estar pensando en otra cosa. Jessie se dio cuenta de eso y fue con su mejor amiga.
-¿Qué te pasa Anette? -preguntó con curiosidad- Estás algo callada.
-Cierto -comentó Rebecca-, nunca estás así de triste. ¿Te sucede algo amiga?
-¡No! ¡No, no! -respondió Anette sonriendo- ¡No es tristeza Rebecca, no te preocupes amiga! Es sólo que...
-¿Qué Anette? -preguntó Peter.
Después de quedarse callada, Anette les repsondió a sus amigos.
-Las respuetas del profesor Rubinstein... -dijo entonces-... me parecieron bastantes impetuosas, y no parecían tener vínculo alguno con el "Helios". Y además... ¿Por qué habría de mandar un original en malas condiciones,en lugar de un prototipo?
Todo el Equipo Hamilton se quedó pensando en la interrogante de Anette.
-Esa es una buena pregunta -comentó Rebecca-, tal vez pueda saber algo en mi computadora.
Rápidamente, Rebecca prendió su computadora y se puso a buscar respuestas, y yo rápidamente anoté esta parlamento. ¿Qué les parece?
Por su parte, todos, menos yo, comenzamos a formarnos hipótesis sobre todo lo que estaba pasando.
-¿Qué podrá ser eso? -preguntó Jessie.
-¡Seguramente -exclamó Mackey- debe ser que Rubinstein está trtando de usar ese satélite para asar hamburguesas!
-¡Sí, claro Mackey! -dijo Anette con sarcasmo- Lo que acabas de decir es lo más tonto que oído en todo el día.
Entonces Michael puso una cara de impresión.
-¡O si no! -exclamó
-¿O si no qué Michael? -preguntó Jessie.
-O si no... ¡Debe ser que Rubinstein es un extraterrestre que está engañándonos, y está haciendo un satélite para preparar la invasión de su raza a nuestro planeta!
Anette mantuvo una cara de vergüenza con la hipótesis de Michael.
-Un tonto vale por dos -afirmó Anette-, es cierto lo que dicen, pero ustedes triplican el valor de ese refrán.
-No es eso Anette -comentó Michael.
-Sí -agregó Mackey-, para que veas que nosotros también somos hombres de ciencia.
-¡Ciencia a la inversa! -bromeó Anette, luego ella y Jessie se rieron por ese comentario, pero Mackey y Michael las miraron con cara de "no es gracioso".
-Pero si resulta sospechoso lo que dijo Rubinstein al respecto, no sólo por lo que dijo, sino también procómo lo dijo: Sudando y de forma impetuosa, algo que un científico calificado no haría.
-¿Tú qué opinas Peter? -preguntó Anette.
-¿Qué? -dijo Peter distraído- No lo sé, pienso que... ¡Es un experto en escapar de los problemas... Y de sus enlo quecidos fans!
Peter se rió, pero los chicos mantuvieron una cara de extrañeza con la repuesta de Peter.
"Cada vez" pensó Mackey "Hamilton está peor"
Entonces Rebecca habló.
-Sin embargo... -afirmó Rebecca- Lo que dice Peter, en parte parece ser cierto: Parecía escapar por necesidad, y si lo que dice Anette es verdad, eso quiere decir que Rubinstein nos está ocultando... Algo que, sin duda alguna, no quiere que sepamos. ¡Miren lo que encontré en mi búsqueda web!
Todos se acercaron y vieron que había un artículo sobre el satélite "Helios", cuyo encabezado decía: "Daños en el fuselaje de "Helios, provocados por... Dilatación térmica"
-¡¿Dilatación térmica?! -preguntaron todos con asombro.
-¿Esperan realmente -comentó Jessie- que alguien se crea esa patraña?
La respuesta es... ¡Sí!
-¡Ah, ya veo! -exclamó Peter- ¡Con que fue eso, eso significa, Anette, que todo está resuelto y que no hay nada de que preocuparse!
Todos miraron a Peter con frustración.
-Nota: No dejar que Hamilton -comentó Mackey- lea estos artículos, su contenido y su entorno lo idiotiza más.
-Ahí queda una Peter... -afirmó Anette- ¿Pero las otras qué?
De pronto Rebecca, analizando la situación, cambió de actitud y dijo:
-¡Oh vamos! ¡No nos preocupemos más por eso!
Voy a interrumpir para decir una cosa más: Había algo en el cuarto que estaba causaría pavor, se encontraba, pegado a los muros, un mini-robot espía que estaba filmando a los chicos, lo que hacían y lo que decían, pero lo interesnate es... Que el que lo está operando es el mismo guardaespaldas de Cabeza de Piña: Marcelo, y lo estaban viendo Cabeza de Piña, junto con Jean-Yvón Beauchamp.
El malvado científico vió todo sin que los chicos sospecharan.
Entretanto, Rebecca fue con Anette para calmarla.
-No te preocupes Anette -dijo sonriendo con optimismo-, estamos aquí para divertirnos, no lo olvides; dejemos esto para después, porque mañana vamos a ir al centro de Buenos Aires a conocer y a divertirnos. Por eso, Anette, te recomiendo que duermas tranquila y te relajes. Mañana será otra día y ya habrá tiempo para investigar y encontrar respuestas.
-Rebecca tiene razón Anette -comentó Peter-, no olvides que hay que divertirse.
Anette se mantuvo pensativa, y luego decidió seguir el consejo de sus amigos, por lo que sonrió y dijo:
-Es cierto amigos -afirmó-, no tengo que dejarme fatigar mentalmente por esto, después vamos a investigar. Por hoy... ¡Durmanos y divirtámonos!
-¡Esa es la actitud! -concluyó Rebecca.
¿Lo ven? ¿Ven lo que un poco de amistad es capaz de hacer? Es lo que me gusta decir.
Después de eso, Anette se cambió y se fue a la cama, los demás siguieron su ejemplo.
La noche cayó y todos estaban muy dormidos, pero de repente se escucharon ruidos en el corredor, cosas que se rompieron y cosas que parecían desorganizarse.
Esos sonidos se escucharon por unos cortos minutos, pero fueron lo suficientemente molestos como para despertar a Anette.
-¿Qué fue eso? -se preguntó la hija del profesor Hopkins.
Entonces se puso sus lentes, se levantó y fue a investigar; tras abrir la puerta, vió que todo el pasillo del hotel estaba desorganizado y con fragmentos de jarrones por todos lados.
-¡¿Qué fue lo que pasó?! -se preguntó Anette- ¿Qué es esto?
Anette, hasta ahora, no se había dado cuenta de que también tendría más misterios que descifrar.
¿Qué es esto? ¿Por qué todo el cuarto está desordenado? ¿Acaso será una treta de Cabeza de Piña? ¿O de Beauchamp?
No olviden averiguar nuestras respuestas en el siguiente capítulo

Fin de "Los Chicos contra Cabeza de Piña cap. 3"

Agradecimientos

Descubrir 8 (Libro)
Hotels in Buenos Aires
Wikipedia
Datos del Cuento
  • Categoría: Aventuras
  • Media: 5.38
  • Votos: 55
  • Envios: 1
  • Lecturas: 7601
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.142.201.93

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Cuentos: 21.638
»Autores Activos: 155
»Total Comentarios: 11.741
»Total Votos: 908.509
»Total Envios 41.629
»Total Lecturas 55.582.033