Los Fenómenos Atribuidos a la Reencarnación(2)
(Relato Religioso para Adultos.-56.)
Como habíamos quedado en el escrito del relato anterior titulado "La Reencarnación de la vida", el tema a tratar es algo extenso y por eso lo hemos dividido en tres partes. Esta es la segunda sección que vamos a tocar hoy y como bien indica el titulo del relato, estaremos explicando algunos de los fenómenos y cosas atribuídas a la reencarnación y veremos la explicación que se da sobre lo que han contado personas y doctores bajo la influencia de la hinopsis y también experiencias cercanas a la muerte. La tercera parte llevará como tema "La Biblia y la Reencarnación" para finalizar. Pasemos entonces a ver el asunto desde el tratamiento de la hinopsis primero. Veamos:
Las experiencias que algunas personas tienen una vez hipnotizados pueden explicarse sin recurrir a la teoría de la reencarnación. Nuestro subconsciente constituye un depósito de información mucho mayor de lo que podemos imaginar. La información llega a este depósito a través de los libros, las revistas, la televisión, la radio y otras experiencias y observaciones. Mucha de esta información se acumula en algún lugar recóndito del subconsciente porque no tenemos un uso directo o inmediato que darle. Nuestro subconsciente es en cierto modo como los libros de una biblioteca que se guardan en un anaquel retirado porque por el momento no tienen mucha demanda.
Sin embargo, con la hinopsis se invierte la consciencia de la persona para que afloren a la superficie recuerdos olvidados. Hay quienes interpretan que estos recuerdos pertenecen a una vida pasada, pero no son más que experiencias de esta misma vida que temporalmente habíamos olvidado. Hay algunos casos a los que no se les puede dar fácilmente una explicación natural. Un ejemplo de esto lo hallamos cuando una persona hipnotizada empieza a hablar otro "idioma". A veces el idioma es comprensible, pero con frecuencia no lo es. Los que creen en la reencarnación tal vez digan que se trata de un idioma que la persona hablaba en una vida anterior. No obstante, es sabido que algunas personas también hablan supuestamente en lenguas cuando se encuentran en un estado de éxtasis esotérico o religioso. Los que viven tales experiencias están convencidos de que no tienen nada que ver con una vida pasada, sino que se deben a la influencia de algún poder invisible en su vida actual.
Hay diversas opiniones tocante a la identidad de este poder. En una declaración conjunta de Fountain Trust y el Concilio Evangélico de la Iglesia Anglicana se dijo lo siguiente con respecto a hablar en lenguas: "También somos conscientes de que puede producirse un fenómeno parecido bajo la influencia ocultista o demoníaca". Por consiguiente, suponer que tales fenómenos prueban que hemos vivido otra vida es una conclusión precipitada y errónea.
Pasemos ahora a considerar las experiencias cercanas a la muerte.
Algunas personas dicen haber tenido esta clase de experiencia. Hay quienes las han interpretado como prueba de que el ser humano tiene un alma que sigue viviendo después de la muerte del cuerpo. No obstante, tales experiencias se explican mucho mejor con razones naturales.
La revista científica "Science & Vie" de marzo de 1991 dice que los diferentes estadios de las experiencias cercanas a la muerte son "un prototipo universal de alucinación" que se ha conocido por mucho tiempo. Ese tipo de experiencias no son exclusivas de los que se encuentran al borde de la muerte. También pueden producirse en casos de "fatiga, fiebre, ataques epilépticos y drogadicción". Wilder Penfield, pionero en el campo de la neurocirugía que operó a epilépticos con anestesia local, realizó un curioso hallazgo. Descubrió que estimulando diferentes partes del cerebro con un electrodo, podía hacer que el paciente tuviese la sensación de estar fuera de su cuerpo, viajar a trravés de un túnel y encontrarse con parientes difuntos. Un detalle interesante al respecto es que los niños que han tenido experiencias cercanas a la muerte no dicen haberse encontrado con sus parientes difuntos, sino con conmpañeros de escuela o maestros que todavía viven. Este hecho indica que tales experiencias tienen cierta vinculación con la cultura. Lo que se experimenta guarda relación con la vida actual, no con algo que existía más allá de la muerte.
El Dr. Richard Blacher escribe lo siguiente en la revista "The Journal of American Medical Association": "Morir, o estar en peligro de perder la vida, es un proceso, la muerte es un estado". El Dr. Blacher lo ejemplifica con una persona que vuela por primera vez de Estados Unidos a Europa, escribió: "Realizar el vuelo no es lo mismo que estar en Europa. El turista que parte hacia Europa pero cuyo avión da la vuelta y regresa a los pocos minutos de despegar, no puede contar más acerca de Europa de lo que es capaz de explicar sobre la muerte una persona que se recupera de un estado de coma". En otras palabras: los que han estado cerca de la muerte no han estado realmente muertos. Experimentaron algo cuando todavía estaban vivos. Y se está vivo incluso segundos antes de morir. De modo que ciertamente esas personas estuvieron próximas a la muerte, pero todavía no estaban muertos. Ni siquiera los que han sufrido un breve paro cardíaco y han sido reanimados pueden recordar algo del tiempo que pasaron inconscientes, cuando se les podía haber calificado de "muertos". Lo que recuerdan, si es que se acuerdan de algo, es lo que sucedió en los instantes previos a esa breve interrupción, no durante ella.
Las experiencias cercanas a la muerte que se publican casi siempre se describen como positivas, aunque se sabe que también las hay negativas. La psicoanalista francesa Catherine Lemaire explica esta circunstancia de esta manera: "Los que no han tenido experiencias, cercanas a la muerte, que encajan con el modelo impuesto por la IANDS (siglas en ingles para Asociación Internacional de Estudios sobre Experiencias Cercanas a la Muerte) no tienen ningún interés en narrar su historia".
Los que creen en la reencarnación dicen que la razón principal por la que se renace es para tener otra oportunidad de mejorar nuestra situación. Pero sería una gran desventaja haber vivido otras vidas y no recordarlas, pues solo podemos aprender de nuestros errores pasados si los recordamos. Además, los que defienden la llamada terapia de la reencarnación piensan que se pueden afrontar mejor los problemas actuales si, mediante la hinopsis, podemos recordar las vidas pasadas. Dicha teoría afirma que volvemos a nacer para mejorar algo, pero que hemos olvidado lo que ese algo es. En la vida cotidiana se ve la pérdida de memoria como un inconveniente. La falta de recuerdos debería considerarse igual en este caso. En tiempos modernos, en los que la maldad domina el mundo como nunca antes, el argumento de que no importa que no quede recuerdo, pues solo las personas buenas vuelven a nacer como seres humanos, no tiene peso. Si solo son los buenos los que vuelven a nacer como seres humanos, ¿de dónde vinieron todos los malos?. ¿No tendría que haber cada vez menos malos?. La verdad es que nadie, ni bueno ni malo, se ha reencarnado jamás para empezar otra vida, ni como ser humano ni como nada más.
Ahora bien, piense: Adán no tenía un alma inmortal, cuando murió regresó al polvo como lo muestra el libro de Génesis capitulo 3, versículo 19 donde leemos: "Porque polvo eres y al polvo volverás". Entonces, ¿No es la reencarnación una enseñanza bíblica?. Analizaremos esta pregunta en el proximo y tercer relato sobre la reencarnación titulado; "La Biblia y la Reencarnación".