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Los Gemelos y la Muerte

Amigos debo revelarles en esta oportunidad una idea que por muchos años ha habitado en mi mente LA MUERTE NADA SIGNIFICA, y hago esta afirmación en un momento difícil, en el cual muchos podrán considerar que mis palabras son irresponsables, sin embargo y con todo respeto, les pido pongan atención a mi relato pues si se compenetran con el mismo creo que coincidirán conmigo, sucedió así: Hace muchísimos años una hermosa dama de aproximadamente 42 años, recibió la feliz noticia de que se encontraba embarazada, esta noticia la llenó de felicidad, por cuanto a pesar de tener una prole numerosa, existía en su corazón suficiente amor para prodigar cariño y mimos a un nuevo vástago, este hecho sucedió en la ciudad de Jinotega hace aproximadamente 45 años.-

Hace 45 años, la ciudad de Jinotega mostraba muy claramente un aspecto rural, la civilización había llegado con cierta timidez, las calles en su mayoría eran caminos lodosos en invierno y sofocantemente polvosos en verano, el común de las gentes mostraban cierta placidez propia de los pueblos, la vida se vivía lentamente, sin embargo las consecuencias de los actos de las personas, eran sin lugar a dudas sumamente radicales, existía un sentido de responsabilidad muy marcado y existían algunos avances que en la actualidad se han perdido.-



Sepan amigos, que si bien hace 45 años no existía en Jinotega ultrasonido, ni rayos laser, ni eco grama, si existían yerberos, videntes, sobadores y comadronas, que se tomaba muy en serio sus trabajos, con lo cual resultó que a la bella mujer que se le informara que estaba embarazada, también se le informó, que conforme la apariencia de su barriga, el movimiento de la luna, los antojos que había tenido, todo indicaba sin lugar a dudas que iba a parir gemelos, lo que ella creyó a pie juntillas, por cuanto así lo establecieron con mucha seriedad los expertos de aquel entonces, procediendo la dama a prepararse, física y psicológicamente para aquella doble bendición.-



Su marido un buen Jinotegano, hombre trabajador, honesto y responsable, quien ya era padre de once hijos, se sintió dichoso de ser bendecido nuevamente por Nuestro Señor con dos nuevos miembros de la familia y en su humilde condición sólo le preocupaban dos cosas: 1) Que fueran varones; Por cuanto esto le concedería inmenso prestigio que a los cincuenta y tantos años tuviese el vigor de engendrar dos machos y 2) El problema del número 13, esto lo inquietaba, pues pensaba, ¿Cuál de los dos niños será el número trece?, obviamente el número 13 será el que nazca de último, del niño número 12 esperaba el padre mayores bendiciones, pero del número 13 temía el padre que surgieran graves problemas, pues era un número peligroso y pasaba este buen hombre pensando que debía hacer.-



La madre mientras tanto, había sido sometida por las comadronas, a una dieta hiper calórica, que consistía en : sopa de res., pinol, cinco huevos de amor en el desayuno, las mejores frutas, tres vasos grandes de leche de una vaca traída especialmente al patio de su casa y guapinoles como golosinas, así mismo se mandó a traer una carga de caña de azúcar, se preparó un trapiche y se le brindo melaza, caldo de caña, para que tomara una merienda en la tarde, los meses transcurrieron y la barriga no era en realidad tan notoria por cuanto la bella dama se mostraba en extremo robusta producto de la dieta a que había sido sometida, su piel era increíblemente bella y tersa sus curvas monumentales se respiraba en toda la casa un aroma delicioso a miel.-



El padre sin embargo, a pesar de mostrarse alegre durante el día, por las noches se volvía taciturno, inquieto, se salía al patio de la casa a fumar cigarrillos y a pensar.- Un pequeño y vago temor se había apoderado de él, El número, decía entre dientes….. Murmuraba, se frotaba los ojos, mantenía el ceño fruncido, la tensión lo tenía mortificado, habló del problema con su compadre RICHARD quien era mayor que él y hombre de gran experiencia, éste lo escuchó atentamente y le dijo: No hay problema, dale los nombres a la comadrona y le dices el primero que nazca es el número doce, el segundo que nazca es el número trece, al número trece es al que hay que ponerle cuidado.- El padre al escuchar el consejo de su compadre se sintió repentinamente aliviado ¡Es cierto! Dijo No hay problema el número trece es el último que nazca y es al que debo cuidar para que no pase nada malo.-

El momento del parto llegó en la semana santa, el padre ayunó como promesa para que todo saliera bien, la comadrona entró al cuarto acompañada de una aprendiz de comadrona, de una asistente tomando en cuenta que iban a nacer gemelos, la bella dama entró en labor de parto, la dilatación era la indicada, se hicieron los preparativos, comenzó la faena, hubo bastante sangre, el primer niño salió, lloró débilmente era el número doce: ¿Cuál es su nombre dijo la asistente? La comadrona consultó el papel y dijo el número doce se llamará MILTON BECKER, en ese momento, asomó la cabeza el segundo niño, luchando por vivir, lanzó un grito potente y colérico comenzó a llorar con fuerza, era enjuto, flaco y bastante pálido, la comadrona lo tomó en sus brazos. Hay que cuidarlo mucho dijo, ¿Cuál es su nombre dijo la asistente? La comadrona consulto el papel y dijo el número trece se llamará BORIS MARTIN, en ese momento la asistente se puso a llorar, la comadrona la quedó viendo con incredulidad y le dijo: ¡muchacha que te pasa! El niño dijo la asistente llorando, el Niño se murió, Que ¿Cómo? ¿Qué pasó? El niño MILTON BECKER ESTÁ MUERTO, La comadrona se quedó asombrada, pobrecito dijo, tan gordito, tan bonito, tan rosadito, pobrecito, lavaron calladamente a los dos bebés al vivo y al muerto, ayudaron a la madre quien se vio mal y no se enteró de la tragedia, La Comadrona salió con el niño vivo, el padre la esperaba en el comedor de la casa grande, se levantó alarmado y le preguntó ¿Qué pasó? La Comadrona le dijo: ¡Uno de los niños Murió! ¿Cuál fue? dijo angustiado el padre, La comadrona lo quedó viendo entrecerró los ojos y le dijo: Murió el niño, el número 13 BORIS MARTIN, aquí tiene a su hijo MILTON BECKER , está delgadito y un poco amarillo, pero bien cuidado vivirá, El Padre lo vio, lanzó un suspiro aliviado y luego dijo Gracias a Dios, el número doce, pobrecito el número trece hay que conseguirle una buena cajita a ese angelito.-

Amigos, morir nada significa, si uno tiene amigos que lo apoyen hay segundas oportunidades
Datos del Cuento
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1 comentarios. Página 1 de 1
xCtCDrVato
invitado-xCtCDrVato 14-08-2012 00:00:00

Quiero dar las gracias por esta tedmenro material! Definitivamente, me deleita .He anadido su sitio web web para estar pendiente de cuando publiques nuevo topico.

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