En un reino muy lejano...vivía una princesa enamorada de un caballero joven y valiente...
Un día, la princesa tuvo que partir hacia lejanas tierras, pues su padre...el Rey, ambicioso de más poder y riquezas...la quería casar con un apuesto príncipe de allí...
Antes de partir, la princesa y el enamorado caballero...se reunieron en un lugar secreto para despedirse y jurarse amor eterno. Aquella noche, el caballero juró a su princesa que trataría de impedir esa maldita boda...aunque para ello tuviera que morir. La princesa al oír hablar a su amor y ver su rostro de tristeza, no podía dejar de llorar y llorar, lamentándose de su mala suerte de haber nacido princesa; pues si hbiese nacido pobre y humilde, podría haber elegido con quién casarse... Y, el caballero, mientras secaba con sus manos las lágrimas de su amada y las suyas propias...mientras sentía que se ahogaba su alma en aquél llanto, también se lamentaba de no haber tenido la suerte de haber nacido príncipe de aquellas lejanas tierras a las que se llevaban a la fuerza a su amada.
Llegó el momento de su cruel y triste separación, y el caballero y su princesa se abrazaron con toda la fuerza inmensa de su gran amor; se besaron y se juraron amor eterno.
Al fin la pobre princesa partió, y el caballero desde lo alto de una colina, se quedó diciéndole adiós, con el corazón destrozado y su alma partida de dolor...y así hasta que desapareció a lo lejos en el horizonte, su gran amor.
El noble caballero tras la marcha de su amada, comenzó a sufrir como jamás antes había sentido. Se convirtió en el más triste caballero...aquél que antes era el más alegre de todos; y sólo tenía ya una idea en su cabeza, que se convirtió en su obsesión...la de liberar a su princesa de aquella boda egoísta y sin amor.
Trató de reunir un ejército para ir y conquistar aquél lejano reino y así hacerse con el trono y recuperar a su amor, para más tarde casarse con ella; pero...no lo consiguió. El caballero veía cómo pasaban los días y se acercaba el momento de aquella horrible boda, estaba desesperado porque nada podía hacer para impedirla, estaba sólo...frente a todo un reino con guerreros que defenderían a su Rey a toda costa.
El pobre y triste caballero se desesperaba cada vez más, y se sentía morir al ver que nada podía hacer. Por más que pensaba y pensaba, no encontraba la forma de conseguir recuperar a su amada; pero....una noche...estando el caballero sentado en la colina desde la que despidió a su amada y la vió por última vez....un ángel se le apareció y le dijo:
- ¡Noble caballero y fiel enamorado de tu dulce princesa ¡...¡No llores más¡ ¡Ni te desesperes¡...Porque Dios me ha enviado para ayudarte. Él os creó a tí y a ella para estar siempre juntos, para que os améis toda la vida y aún más allá de ella... ¡¡Vuestro Amor es puro y verdadero ¡¡...Por eso Dios que os ha unido...jamás dejará que nada os separe, así que no llores más y prepárate...porque él te va a ayudar....No te hace falta ningún ejército, pues sólo tú con tu amor profundo y sincero lo conseguirás. Yo estaré contigo, a tu lado; protegiéndote, seré tu ángel de la guarda de tu amor...y al final, lo Lograrás...y con tu amada te reunirás para por siempre estar con ella y no separaros jamás.
Así fue cómo el caballero decidió ir hasta aquél lejano reino en busca de su Amor. Sólo él...con la única compañía de aquél ángel quele protegía.
Iba dispuesto a recuperarla fuera como fuera, aunque para ello tuviera que morir.
Y cuando por fin llegó a aquél reino, se encontró con que estaba siendo atacado por un gran ejército de otro lugar y, tras una lucha entre ambos ejércitos...el Rey invasor, se hizo con el trono, desterrando al antiguo Rey y a su familia.
El nuevo Rey, era ya muy anciano y sólo tenía dos hijas...por lo que no necesitaba ya a la princesa enamorada, pues no tenía hijos con quien casarla. Así, cuando su caballero y su gran y único amor llegó a rescatarla, la princesa llena de alegría salío corriendo hacia su amor...se echó en sus brazos y ambos se dieron un beso tan inmenso...que hasta el nuevo Rey, que era bueno y generoso...se dió cuenta del gran Amor que sentían y lo mal que lo habían pasado estando separados. Por eso el Rey quiso que el caballero y su princesa, para siempre estuvieran juntos...por lo que les dió tierras y una casa en su reino, y organizó su boda.
Y así fue cómo los dos enamorados se casaron...siendo testigo de la boda desde el cielo el ángel de la guarda de su Amor...y hasta el mismo Dios.......
Y siempre fueron felices...durante toda su vida...de ésta forma ellos, sin saberlo, inventaron EL AMOR ETERNO...y aunque casi nadie cree en la existencia de ese amor, todos los que conocieron aquella historia...creen en él.

-FIN-

(2/09/03)