Julieta tenía muchos juguetes. Su gran habitación estaba llena de peluches, muñecas, puzles, juegos de cocinitas y supermercados, juegos de construcción y coches. 

Julieta invitaba a sus amigas y a sus amigos a casa a jugar todas las tardes. Se divertían muchísimo. 

Renata era la que más veces iba a casa de Julieta a jugar. A Julieta le encantaba jugar con Renata, porque era la que más interés ponía en los juegos.

Un día, mientras jugaban con las muñecas, Julieta notó que Renata estaba un poco triste.

-¿Qué te pasa, Renata? -preguntó Julieta-. ¿No te gustan las muñecas? 

-Me encantan, Julieta -dijo Renta-. Estoy triste porque en unos días llegarán las vacaciones y tú te irás. 

-Solo serán unas semanas -dijo Julieta.

-Pero mientras tanto no tendré a nadie con quien jugar -dijo Renata.

-Lucía y Micaela no se irán de vacaciones -dijo Julieta.

-Ya, pero Lucía y Micaela no quieren que vaya a jugar con ellas -dijo Renata.

-Invítalas a tu casa entonces -dijo Julieta.

-Es que no tengo juguetes -dijo Renata-. Por eso me gusta tanto venir a jugar contigo. No tienes ningún problema en compartir tus juguetes conmigo.

En ese momento el papá de Julieta llamó a la puerta.

-¿Quién quiere merendar?

Las dos niñas fueron a disfrutar de la maravillosa merienda que había preparado el papá de Julieta. Pero ninguna de las dos dijo nada.

Cuando acabaron, Renata le dijo a Julieta:

-¿Me dejarías alguna de tus muñecas mientras estás fuera?

-Uy, no, Renata. Siempre me llevo mis juguetes en vacaciones.

En ese momento llegó la mamá de Renata para recogerla. Las niñas se despidieron hasta el día siguiente.

Esa noche Julieta no pudo casi dormir. No podía quitarse de la cabeza la imagen de Renata sin juguetes, triste y sola en su habitación.

Al día siguiente, Julieta preparó una gran bolsa llena de muñecas y otros juguetes, los favoritos de Renata. Cuando su amiga llegó le dijo:

-Toma, te dejo tus juguetes favoritos para que juegues mientras estoy fuera.

-¿No te los vas a llevar? -dijo Renata.

-No me lo puedo llevar todo -dijo Julieta-, así que te dejo los que más te gustan.

Renata fue muy feliz con los juguetes que le dejó su amiga Julieta. Julieta también fue muy feliz durante sus vacaciones, porque sabía que su mejor amiga estaría contenta gracias a ella.