Anoche cuando la luna estaba plena de brillo y de blancura vino ella de nuevo. Sopló en mi oido para despertar mis sentidos y me habló susurrando dulces palabras. Me recordó los felices días de mi niñez cuando nada me preocupaba, los juegos con mis hermanos que tan lejos estaban, los días del verano en la playa. Y envuelta en aquellos recuerdos reviví hermosos momentos de mi vida.

Hacía muchas noches que el sueño no me visitaba y aunque yo lo invitaba de muchas maneras pasaba de largo una y otra vez, pero anoche mirando la luna llena por fin me quedé dormida con un libro de cuentos entre las manos que había estado releyendo y que hacía muchos años escribí.

A la mañana siguiente era de nuevo la persona optimista que siempre había sido. Ella vino anoche de nuevo.

-Volveré a escribir- dije asomándome a la ventana.

Había vuelto la ILUSIÓN,y en el alfeizar de la ventana encontré unos pétalos de rosa que ella me había dejado cuando vino anoche de nuevo.