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*Al sr. Romero no le gustan los hombres que van de machos. El sr. Romero va de hombre, de persona, no va de nada.

*El sr. Romero tiene compañeros de trabajo que están todo el día pensando en el sexo. Pero él, como es capaz de pensar en muchas cosas, sabe que el sexo es una de ellas.

*Cuando el sr. Romero oye que los demás bromean y murmuran sobre las anatomías de las camareras, se toma una íntima revancha imaginando lo mismo de las hijas y mujeres de ellos. Entonces el sr. Romero sonríe sin venir a cuento.

*El sr. Romero opina que quienes piensan con la polla (por muy grande que ésta sea) suelen tener poca talla de cerebro si ahí les cabe. Él tiene mayores las ideas que la entrepierna.

*Cuando el sr. Romero coincide con los de la brigada de obras públicas comprando el panecillo del desayuno, observa cómo miran a la dependienta. La chica es dulce y espectacular, no cabe duda, pero mientras ellos babean pensando en tirársela, él piensa que sería fabuloso enamorarse de ella.

*El sr. Romero es de la opinión de que aquellos que atan corto a sus esposas por temor a los cuernos, es porque no valen gran cosa y sin duda los merecen.

*El sr. Romero sabe perfectamente que no es propietario de nadie, tampoco de su mujer. Sólo tiene un, digamos contrato de tutela con sus hijos hasta que éstos se hagan mayores.

*El sr. Romero con ese tipo de individuos charla poco, porque a él le gusta la buena conversación. Además sabe hablar de muchas cosas.

*Dice el sr. Romero que aquellos que más se obsesionan por las mujeres son quienes en el fondo más las desprecian. Y lo dice porque ha hecho un estudio, lo ha visto y lo ha comprobado.

*Los compañeros del sr. Romero hablan algo acerca de las OPCIONES sexuales.
Él nunca ha sabido qué diantres es eso. Jamás OPTÓ por ser heterosexual.
Según el sr. Romero no se puede optar por que te guste el vino tinto o por que te repugne la salsa tártara.

*Cuando alguien saca a relucir la manida frase de: "En esta vida hay que probarlo todo." El sr. Romero vuelve a lucir una sonrisa y piensa¨"Pues pégate un tiro en el tobillo, por ejemplo."

*También a veces oye a algún tipo en la barra de un bar, criticando abiertamente y sin pudor a su propia esposa. El sr. Romero frente a esto, sabe que ese cabrón no se separa de ella porque perdería de una tacada, la asistenta, la cocinera, la criada, la enfermera, la lavandera, la planchadora, la meretriz, etc.
Pero el sr. Romero también sabe que esa señora, sea más buena o más mala, debería mandar a la mierda a ese prosimio que tiene por marido.

*El sr. Romero es tan sincero y legal que sólo le dice a su mujer que la quiere si es verdad. Pero lo que no olvida ni en el peor de los momentos es algo tan sagrado como el respeto y el compañerismo.

*Porque para el sr. Romero, cosas que merezcan respeto las hay a centenares, pero sagradas únicamente tres o cuatro.

*La legítima señora del sr. Romero está feliz de que su marido sea masculino, pero aún lo está más de que sea singular.