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MAESTRO

A mi Maestro Evelio Astudillo

Hoy no he hecho mas que pensar en ti y en la falta que me haces, y decidí escribirte esta esquela , a la medida que fluyen mis pensamientos.

Te escribo y no puedo evitar que las lágrimas rueden por mis mejillas, aunque tuve la dicha de abrazarte cuando estabas consciente de quien yo era poco antes de despedirte de este Mundo, y no olvido que minutos antes de que me llamasen a informarme de tu muerte, te vi sentado en mi oficina tranquilo como siempre.

Desde que te fuiste, me he sentido sola y muchas veces como un barco a la deriva, aunque leo tus escritos y escucho tu voz en los casetes que dejaste.

Recuerdo tus consejos , tu sonrisa llena de paz, y solo te puedo decir que me haces demasiada falta.

Hay seres en la vida que marcan pautas y tu has sido uno de ellos.

No sé a quien recurrir cuando mi tristeza es grande y mi soledad me agobia, así como no sé a quien hablar de mis dudas acerca del ser.

Tampoco sé a veces si la vida tiene sentido o no, con tantas cosas injustas y sé que me dirías que eso es un factor del karma.

Maestro, hace tiempo que no sueño contigo y no me envías mensajes , así que me imagino que todo anda bien, y de paso te digo que tu esposa Pía encontró los documentos que estaban perdidos ,cuando tu en uno de los sueños me dijiste donde estaban.

A veces voy a tu casa y pido permiso para entrar al salón de meditación donde nos reuníamos , y me siento ahí, como cuando tu estabas.

Quiero que sepas, que cuando decidí volver a escribir, lo hago siempre descalza y creo que es por recordar cuando nos enseñabas a meditar y si movíamos los pies o los dedos nos tocabas con la varita, hasta que aprendimos.

Recuerdo la primera vez que asistí a tus charlas y también la paz con que me abrigaste desde el primer momento, y muchas veces te siento tan cerca que casi te puedo abrazar de nuevo, aunque sé que ya no estás físicamente a mi lado.

Recuerdo aquella vez cuando supiste que iba a tener la primera experiencia de verme afuera de mi cuerpo y aún hoy no entiendo como supiste eso, pero he ahí la diferencia...tu eras el Maestro y yo solo la alumna.

Te acuerdas Maestro, cuando bailaste conmigo en los quince años de mi hija y también cuando fuimos a la playa y nos comimos un pescado frito en la serenidad del crepúsculo de esa tarde junto al mar?

Desde que te fuiste me he alejado de todas tus enseñanzas, he cerrado mis libros y dejado de lado muchas cosas, aunque en mi alma ellas nunca dejan de estar presentes.

Sé que como estudiante de metafísica debo enfrentar la muerte como un paso nada más, es muy difícil aceptar de que tu no estás mas aquí, pues tenías aún tantas cosas que enseñar!!

El grupo de estudiantes, desde que te fuiste, se desintegró, y ninguno ha tenido mas Maestros y cada uno sigue su vida a solas consigo mismos.

Hoy me siento demasiado triste, hay mucho soledad en mi alma, y mis lágrimas no dejan de fluir, pero espero que pueda llorar bastante pues como siempre me decías, llorar no es malo y es necesario.

En medio de mis lágrimas , recuerdo cuando nos escapábamos a escondidas de tu esposa a la panadería para que te comieras un dulcito que tanto te gustaba y después nos tomábamos una infusión de malojillo.

No sabes como me duele no tenerte, para que me digas porque hoy siento tantas ganas de llorar y porque me siento tan sola.

Mi querido Evelio, estoy segura de que tendrás excelentes charlas con Papá Dios, acerca de la evolución humana y lo lenta que esta es.

Te necesito Maestro, te necesito tanto, pero se que debo retomar las riendas de tus enseñanzas y encontrar esa paz y serenidad que se han ido contigo.

Recuerdo el día en que fuimos a dejar tus cenizas al Jarillo y estábamos todos tus alumnos y pude verte junto a nosotros, con tu sonrisa llena de alegría como cuando estabas en vida.

Son tantos recuerdos que hoy de una forma inexplicable se hacen presentes y no me explico las razones de tan fuerte presencia tuya a través de las remembranzas, pero solo sé que me haces falta, mucha falta, y quizás esta noche sueñe contigo y me digas que pueda estar pasando.

Te quiero Maestro.

Eli, tu hija espiritual en esta vida, y tu hermana en vida pasada.

Honey
Datos del Cuento
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1 comentarios. Página 1 de 1
Noris Astudillo
invitado-Noris Astudillo 29-06-2013 00:00:00

Gracias por tan hermoso cuento a quien fuè mi hermano biologico en esta existencia, aunque hace ya tiempo que se marcho, su ternura sigue con nosotros. Es un ser muy amado. Recibe bendiciones! Por la vida!

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