“MAÑANA SERA...”

Podría ser el jardín de cualquier casa, podría ser una casa con un bello jardín, pero este jardín y esta casa están rodeados de personas tristes y solitarias!... Si.. Personas que han cumplido un ciclo de vida ¡pero quien determina si el ciclo ha terminado o no!. Tal vez nuestra mente estructurada sea la que lo haya establecido así.
Esta casa a la que me refiero efectivamente tiene un bello jardín, cubierto de rosas, jazmines, alcatraces y en el centro, una apacible fuente en donde por las mañanas los pájaros se dan un reconfortante baño y en el transcurso de su agitada jornada, van a colmar su sed.
Disfrutando de este paisaje y de este ritual mañanero se encuentra un grupo de ancianos... muy aseados todos ellos, con su ropa abrigadora, ¿pero su mirada sus pensamientos? ¿Adónde se dirigen?
Las monjas corren de un lugar a otro, se saludan amablemente y continúan su camino, para iniciar su rutina y su resignada e encomiable labor.
¿ Y los ancianos?... ellos... sin una sonrisa en sus labios, sin un camino que seguir, sin una rutina... sin una labor; se resignan únicamente a ser tocados por los rayos del sol y observar las “pringutas” de colores que se posan en las hojas de las flores.
-Hermana... pregunta la madre superiora ¿ya llegó el padre Juan a oficiar la misa? Hoy es un día especial... “que todo este en orden”... ¡hay que apresurarse!.
¿ Y los ancianos?... Uno de ellos Don Samuel, con un gran brillo en sus ojos y una amplia sonrisa pregunta -¿hermana... madrecita... Ya llegó mi hija? Hoy es un día especial “es mi cumpleaños”... ella vendrá hoy por mi ... Hay que apresurarse...

Por fin todo esta dispuesto para que de inicio la misa, todos y todas están en su lugar: los coros, las novicias, la madre superiora y por supuesto ¡el padre Juan!...

¿Y los ancianos? Ellos como todos los días asisten puntualmente a la cita...a la cita con su creador...su Padre... muchos de ellos tal vez le agradecerán a través de sus oraciones el estar con vida y el haberles permitido llegar a esta edad satisfechos de la “labor o misión cumplida”... ¿y los demás? ¿Harán las mismas plegarias?

El sermón ha sido muy emotivo... sé refirió al “hijo pródigo”... y luego siguió el coro “que bello canto”...! Como si los propios ángeles lo hicieran!. El ritual continuo... Padre nuestro... Credo... Comunión y Bendición...

¿Y los ancianos?... ¿que les sigue después? -¡Madrecita!... le dice Don Samuel a una de las hermanas jalándola tímidamente de su habito...- ¿ Ya llego mi hija?... me dijo que a las ocho de la mañana estaría por mí... hoy es un día especial “es mi cumpleaños”... -No se preocupe Don Samuel ella vendrá...no tardara -le dijo cariñosamente mientras alisaba su peinado y le componía los botones de la camisa... y se alejó apresuradamente a continuar sus tareas.

La mañana transcurría lentamente para los ancianos... mas sol, mas recuerdos, mas nostalgia más soledad a pesar que estaban rodeados de agitadas “madrecitas”... que corren de un lugar a otro como si fueran hormigas o abejas trabajadoras; ellos continúan con su mirada perdida ¿ y sus pensamientos? ¿Adónde se dirigen?

-Madrecita... ¿ya llegaron por mi... ? -insiste nuevamente Don Samuel- ahora con un rostro apesadumbrado y un tono de voz apagado... -¡Mire! Tocan a la puerta... ¡seguramente es mi hija!... -Si Don Samuel, es probable... no se preocupe puede ser ella y si no, no tardara...

La encargada e la cocina se dispone a preparar los alimentos... en un momento mas acudirán como autómatas los ancianitos ya que su reloj biológico así lo indica así como su rutina.

Don Samuel permaneció algunos minutos sentado en una banca del jardín... con su pelo despeinado por el aire, con su semblante triste... con su mirada apagada... con su cara rojiza por el sol intenso de medio día y con sus esperanzas rotas...

-Madrecita... ¿Verdad que si no vino hoy mi hija... mañana lo hará? ..no importa que hoy sea mi cumpleaños... es mas ni yo mismo estoy seguro que lo sea... los años me han hecho olvidadizo... “tal vez mañana”...

Con paso aun más lento Don Samuel pasa a ocupar su lugar en el comedor ante la mirada indiferente de sus compañeros y repitiéndose en voz baja para que él únicamente lo entendiera... “mañana será...



CHERY