Esta historia ocurrió .... o puede que ocurra cuando las personas viajen por el espacio.
Un niño llamado Mateo se dispuso a encontrar una nueva vida, por ejemplo: un perro de
tres cabezas, un pájaro de cuatro patas, un OVNI, etc.
En el colegio se lo explicó a sus amigos Enrique, Daniel y Ramón, para que le dieran unos consejos. Pero sus amigos no le dieron muy buenos consejos:
-Mejor no intentarlo, ¡es imposible! -dijo Enrique todo seguro.
-Si quieres inténtalo, pero... no valdrá la pena -dijo Daniel haciéndose un poco el chulillo.
-¡Basta, yo sí que puedo y lo haré!-dijo Mateo enfadado.
-Si tú lo dices -dijo Ramón riéndose un poco.
-¡Callaros, mi padre es astronauta y mi madre científica! -dijo Mateo enfadado, y se fue corriendo.
Cuando se acabó el colegio, Mateo se fue corriendo a casa, y al llegar se lo contó a sus padres y a los dos les pareció bien. Su padre le enseñaba fotos de planetas, a mirar por el telescopio y fotos de astronautas famosos y su madre, a mirar por el microscopio y le enseñaba los microorganismos y su nombre.
Un domingo por la mañana Mateo se levantó y vio a sus padres hablando en la cocina, el se extraño mucho, porque en domingo, siempre tiene que ir a levantarlos. Y les pregunto:
-Mamá, papá ¿qué pasa, porque os habéis levantado tan temprano? -dijo Mateo medio dormido.
-Mateo tu padre se tiene que ir a Marte el miércoles que viene y estábamos pensando si tu querrías...
¡Sí que quiero mamá! -dijo Mateo acabado de despertar del todo.
-Bueno, si quiere ir que venga -dijo su padre.
-Mmm, bueno, si, vale, pero... el miércoles que viene té iras con tu padre a Marte –dijo su madre.
-¡Bien! -dijo Mateo muy contento.
Cuando llego el miércoles, Mateo se tuvo que levantar temprano para ir a la nave, la madre de Mateo fue a despedirse de él y de su padre.
Subieron a la nave, Mateo estaba un poco nervioso, y tenia muchísimas ganas de ir a Marte. Tras despegar, al cabo de un rato ...
-Mateo mira ahí esta la luna -dijo su padre.
-Mateo a que es muy bonita -dijo Antonio un compañero astronauta.
-Guau es gigante y muy bonita, desde la tierra se ve pequeñísima.
Paso otro rato..., bastante ...
-¡Mateo ya estamos a Marte! -dijo el padre de Mateo.
-¡Bien ya hemos llegamos! -dijo Mateo contentísimo.
Cuando la nave aterrizó todos bajaron. Lo primero que hizo Mateo fue observarlo todo, se fue andando hasta que se perdió, miró a ver si encontraba la nave, pero no la encontró. Triste, agachó la vista, y vio unas huellas muy extrañas que iban siguiendo hasta perderlas de vista. Mateo las siguió, hasta llegar a un enorme castillo; y vio que en la puerta había dos guardias muy extraños, vestidos con una armadura y en su mano derecha una especie de lanza, tienen el cuerpo de color verde y la cabeza marrón, con una gran nariz redonda, tres ojos, una oreja y solo tenían tres dedos en cada mano y cada pie. Mateo no sabía si hablarían el mismo idioma que él y si acaso le harían daño. El se acerco con un poco de miedo, y dijo:
-Hola yo soy Mateo y vengo de la Tierra.
-Mirma viene de la Tierma-dijo un guardia.
-Visita de la Tierma-dijo el otro.
-¡Guau como mola pronuncian la r como una r y una m! -dijo Mateo sorprendido.
-Nosotrmos no hablamos así,¡pasa hacia dentro! -dijo un guardia con un poco de rabia.
Mateo pasó y vio: tiendas de ropa, tiendas de juguete, de comida etc y también vio casas muy extrañas tenían forma de triangulo y antenas encima, también habían casas en forma cuadrada, de rombo, y de todas las figuras.
Mateo se hizo muy amigo de un niño extraterrestre llamado Draminus. Draminus le llevó a su casa. Y Mateo le preguntó:
-¿Por qué este pueblo esta envuelto por un gran castillo?
- Pormque vienen sermes de otro planeta a molestarmnos -le explico Draminus.
Mateo y Draminus salieron a pasear, Mateo compro algunas cosas de recuerdo e hizo fotos con la cámara digital que sus padres le havían regalado para su cumpleaños.
Draminus presentó sus amigos a Mateo: Marizo, Dranza, Dormi, Mini, Droco, Drama y Tama.
Mateo se despidió de Draminus y de sus amigos y se fue a buscar la nave. Cuando la encontró, su padre le riño y se fueron a casa. La nave aterrizó en la tierra. La madre de Mateo fue a buscarlos y regresaron a casa. Mateo a la hora de cenar le enseñó lo que había comprado y les explicó lo que había pasado. Su padre le dijo:
-¡Mateo, tenemos que decirlo y seremos famosos!
-¡No papa!, si lo dices no podrán vivir en paz.
-Mateo tiene razón, tenemos que callar y dejarlos vivir en paz.-dijo la madre de Mateo.
-Bueno vale callaremos y no diremos nada a nadie-dijo el padre de Mateo, tras pensarlo un poco.
Mateo sonrió, cuando se acostó no paraba de pensar en su nuevo amigo Draminus, miró al cielo tratando en encontrar la luz del planeta Marte, el de su amigo; y pensaba que la próxima vez que iría, lo volvería a ver.
Al día siguiente...
EL DESCUBRIMIENTO DE UNA NUEVA VIDA SE ESTA HACIENDO LARGO EL SIGUIENTE CAPITULO LO PODRÉIS VER DENTÓ DE UNOS POCOS DÍAS.