Se trataba de un libro de hechizos.
- En tu primera clase, Emit, te enseñaré un simple hechizo. Se llama Zinc, y sirve para transformar a un animal o a un bicho en otro distinto.- explicó Samal.
Emit asintió. Samal se puso en pie de un salto y le dió la mano a la chica para levantarse. Emit se levantó con la ayuda de su maestro. Caminaron hacia una puerta trasera pasando por estanterías repletas de libros polvorientos. Casi se dio un golpe con un arco de madera. Al salir por la puerta trasera vio un enorme jardín repleto de árboles frutales y algunas plantas altas.
- Aquí empezaremos la lección.-dijo Samal.
El hechicero señaló a una libélula que pasaba volando sobre sus cabezas.
- Practicaremos el hechizo Zinc con esta libélula.-continuó Samal.- Es sencillo, tan solo tienes que apuntar con el dedo índice hacia el lugar donde se encuentra tu víctima y pronunciar ¡Zinc! con fuerza.
La chica asintió con la cabeza con la mirada perdida. Emit se preparó y apuntó con el dedo índice sobre la libélula, tal y como su maestro le había enseñado.