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Categoría: Románticos

Sentí Amor

Dentro de mí revivieron todos los momentos que viví, esos momentos de mi loca adolescencia, esos momentos que viví junto a él.

Esta tarde, fría y oscura, cuando desde la ventana observaba la lluvia caer como peñones de tristezas y alegrías despedazas, caminé.
Dí pasos desorbitados de allá para acá antes de abrir la puerta de mi interior y entrar. No me decidía, así que opté primero por dar un vistazo por la ventana. Me acerqué y pude escuchar como Juli, mi conciencia me invitaba a pasear.

- Entra! Hace mucho que no hablamos… te extraño.

Dudé durante unos instantes. Pero me armé de valor y me acerqué lenta y decididamente a la puerta, delicadamente puse mi mano en la manija y le di vuelta hasta oír como chirriaba de tanto tiempo que no la habría. Puse un pie delante y… caminé.

El lugar parecía desierto. Estaba oscuro y podían verse miles de cosas amontonadas en todos lados… Algunas en la parte más oscura y sucia de la habitación y otras delicadamente ordenadas donde parecía entrar la luz.

Miré a mi alrededor sorprendida. Recordé por un instante como cuando era niña empezaba a revolotear todo y el lugar parecía vivir en armonía. Y sonreí.

- Hace mucho que eso no pasa. – dijo la pequeña Juli desde un rincón.
- Claro que no! Si sigo siendo la misma.
- Pero te has alejado.
- No volverá a pasar. – dije aserrándome a la pequeña.
- Segura?
- Al menos lo intentaré.
Entonces la niña me abrazó.

- Ven. Vamos a dar un pequeño paseo. – dijo agarrándome de la mano.
- A donde?
- A mi parte favorita de toda nuestra historia. – dijo con una sonrisa.
- Cual es esa? – pregunté riendo.
- La adolescencia. – me dijo.

Pasamos por todos los rincones. Y ella en su canasta de juego iba metiendo cintas de video, que encontraba algunas veces escondidas entre miles de cosas.

Me condujo brincando a una salita. Y me sentó en un sillón. Y… empezó la función.

Me puse cómoda. Y me casi me ahogo en lágrimas observando todo.

Pude ver… aquella chica alegre que sonreía por todo, que para todo tenía una explicación dentro de si, que a pesar de los altos y bajos que se muestran en la vida sabía que había una salida, una buena salida.
Observé los momentos en los cuales jugaba inventando historias. Viendo a aquella chica que seguía en mí. Todo fue mostrándose… La familia, el colegio, los amigos, los amores.

Los amores… Realmente vi la manera como fantaseaba tanto. La manera de cómo vivía en un mundo no real. En un mundo mágico. Donde todo tenía su lugar. Las sonrisas… y las lágrimas.

Entonces apareció el. Entre tantos. Él tuvo un papel protagónico en la película. Recordé cuando lo conocí. No fue grato recordar las escenas de cómo tuve ese accidente en la cascada. Mucho menos, el recordar cuando su hermano no me dejaba en paz. Pero al mismo tiempo reía. Sintiéndome extraña al verme en aquellas situaciones.

Reviví cada momento. Aquellas infinitas pláticas de cuando lo conocí. Cuando le confesaba todo lo que me pasaba en la vida. Cuando hablaba y hablaba sin parar y él nunca me calló. Siempre escuchando.
Cuando descubrí que era mi mejor amigo. Me reí a montones cuando me di cuenta lo mucho que hablaba de él.
Recordé momentos que me hacían sentir feliz. Y sobre todo vi que sentía lo que ahora siento. Miedo.

Vi como nunca nada llegó a suceder. Pues él. Tan reservado. Único. Y yo tan soñadora.

Entonces la pequeña Juli paró de pronto la película. Recogió todo y se sentó conmigo. Se puso cómoda y dijo divertida.

- Por qué te empeñas en luchar con tu corazón Julissa?
No contesté.
- Déjate llevar por tus sentimientos! Seremos felices. – me dijo.


Entonces sentí sus manos rodeando mi cintura.

- Hola! – dije algo sorprendida y muy aprisa al salir de mi ser. – No me di cuenta cuando llegaste.
- Cuando te has dado cuenta? – me dijo riendo. – Tu madre me ha dejado pasar. Puedo decirte que tengo buen rato observándote.
- Ah si? – dije volteándome por completo.
- Si. Nunca noté que en verdad vuelas por las nubes. Explorando siempre un mundo distinto.
- Para que veas – dije riendo.
- Sigues siendo tu.
- Sigo siendo yo. – repetí riendo otra vez.
- Quiero comunicarte algo. – dijo poniéndose serio.
Por un momento reí al verle la expresión. Pero vi sus ojos, tan brillantes y profundos como siempre… pero que me miraban tímidos y tiernamente.
- Que…? – empecé a decir.
Cuando me acercó a su cuerpo e hizo que me callara dándome un apasionado beso. Era tierno. Sentí miedo, pensé en alejarme, pero no pude. Lo quería tanto, me quería tanto. Me sentí bien, feliz. Y me dejé llevar. Era tierno y sentí que el tiempo se detenía mientras completábamos el bello gesto con un abrazo.
- Te quiero Julissa – me dijo al oído.
Y sentí como me ruborizaba. Y como en sus brazos la ventana, la lluvia y el mundo se encontraba lejos de nosotros.
Sentí que lo quería. Sentí que me quería. Sentí AMOR.
Datos del Cuento
  • Autor: o0Juli0o
  • Código: 5834
  • Fecha: 15-12-2003
  • Categoría: Románticos
  • Media: 6.3
  • Votos: 67
  • Envios: 5
  • Lecturas: 3719
  • Valoración:
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