(Para Pamella)
No bien los primeros rayos de sol iluminaban lo alto de lo que fue la Torre de Relaciones Exteriores y hoy por hoy en manos de no sé quien pero que lo aceptable del edificio ahora lo han tapizado con un montón de tubos de luz neón que combinadas en rojo y azul dan un tono medio morado que más que agradar, lastiman la pupila. Qué estos cuates nunca se han topado con una patrulla de policía o de tránsito con las torretas encendidas. Todo es que enciendan la luz azul que te molesta de una manera indescriptible, pero en fin.
Bueno diciendo que estaba amaneciendo Josué y Sayuri estaban con las manos dentro de sus chamarras ya que el frío invernal calaba hasta los huesos y eso que tan solo la temperatura estaba tan solo unos pocos grados debajo de los diez grados centígrados. Ahí caminaban de un lado para otro como dos panteras en cautiverio.
• Bueno de Pame lo acepto ya que creo que no cambiará, te aseguro que de pronto le llegó la inspiración y agarró su folio y se puso a dibujar sus diseños. Más fácil “Dar vuelta en un tacón” que entenderla.
• Si, lo malo es que cuando “Doña Inspiración” le llega, le llega y es capaz de llenar su catálogo para la siguiente pasarela, ya la conoces.
• La conocemos.
• Bueno eso es tocante a Pame pero qué me dices de Gali, siempre es la primera y ahora ni sus luces.
• Si, es cierto, qué le habrá pasado.
• Bueno, de ella te puedes esperar todo.
• Si, con eso de su proyecto sobre calentamiento global.
• Pues según me comentó, le encomendaron un análisis del avance y situación actual del Tratado de Libre Comercio y su repercusión en la Industria del Vestido y el Calzado así como la influencia en las Empresas de Ingeniería y Construcción.
• Pues para eso de la Ingeniería y Construcción le puede preguntar a Norsi él es ingeniero.
• ¡Fue! Creo que diseñó y construyó las Pirámides del Sol y la de la Luna e Teotihuacán.
• ¡No exageres!
• Si, verdad creo que me azoté.
• Y mira quién lo dice, Tú que cuando te metes a rebatir en los estudios sobre la re-estructuración de los edificios de la Unidad Tlatelolco.
• Están locos, le hacen al cuento, Tú sabes esto es más cosa política que otra cosa.
• Y lo peor que les pudo haber sucedido es con quién se metieron.
• ¿?
• ¡Contigo! Alguien metido hasta la médula en aspectos de ciencia, desde luego que algo bueno debía salir de tu Doctorado en Ciencias y tu Maestría en Estructuras.
• Bájale, ya te he dicho que solo soy ingeniero, ingeniero.
• Pues esa Gali entre sus estudios y reportes y el tal Allan, la traen “Cacheteando las Banquetas”
• ¿Allan, tu compañero?
• El mismo.
• ¡No!
• ¡Si! Su único defecto es que cuando se mete a su X-Box se la pasa en blanco.
• ¡Huy!
Ya habían transcurrido casi treinta minutos de la hora pactada y de Pame y Gali ni sus luces. Eso de sus luces era real ya que ya las dos en un arranque de locura habían entrado a una “Estética” en Plaza Delta y aprovecharon la promoción del 2 x 1 y pidieron Luces Rojas.
• Hola, ¿Llevan mucho tiempo?
• No.
• Bueno pues aquí estoy. Me tardé porque Allan no llegaba con las Tiendas.
• ¿Tiendas? Si, Pame me encargó dos, una para nosotras y otra para Jos.
• Y, para qué.
• Pues me dijo que, que, que. . . ya no me acuerdo.
• Hey, allá veo por fin a Pame y viene con Kar.
• ¡Kar, que gusto!
• Te hacía en París.
• Pues acabo de llegar ayer, apenas terminé mi postgrado en Relaciones Comerciales Internacionales, me regresé. Olvídate sí aquí tienen frío allá se congelan, imaginen que cuando salí la temperatura estaba a menos 10°C, con esas temperaturas no es difícil que se “Te haga bolas el barniz” y de pronto ni pescas a un francesito ni estas en contacto con tus amigos mexicanos.
• Br.
• Eso si que es frío.
• Y. . . cómo te fue con los francesitos.
• Pues mira eso de que el francés es el idioma del amor, solo el idioma porque aquellos se la pasan hablando en la “Tour Eiffel”, de los paseos por el Sena, del Arco de la Defensa, del Sacré Coeur de Montmartre, pero solo hablan, hablan y hablan. Espero que los italianos no se la pasen hablando de Spaghettis.
• Ja, ja, ja.
• Bueno, buen, basta de plática que se nos hace tarde.
• ¿Se nos hace? Pero, si es que Tú eres la que llega tarde.
• Bueno, es cierto pero es que tuve que ir al aeropuerto por Kar.
• Y, cuál es el plan.
• ¡Que nos vamos al Popo!
• ¿Con este frío?
• Con este frío.
• Gali, ¿Y Allan?
• No vino solo pasó a dejarme las tiendas y salió como alma que se lleva el diablo, creo que salía al Súper Bowl.
• Es cierto. Y a ti Jos ¿No te gusta el americano?
• Bien saben que lo mio es el Rugby.
• Si es cierto, por eso te llevas tan bien con Chellín, por cierto que los manda saludar y se da de topes por no poder venir pero ya casi termina sus investigaciones y tendrá que exponer su reporte en el Simposio Mundial de Investigaciones por Contrarrestar la Contaminación Ambiental.
• Chellín es de los tuyos Gali.
• Aja, espero que nos veamos a fines de año, me envió un mail diciéndome que viene con Liann.
• Pues ya estaremos planeando un reventón de aquellos.
• Bueno pues como Allan no viene Jos te toca el honor de ser el conductor designado y no por eso del alcohol sino que se supone que no nos dejaras manejar.
• Ni loco, a condición de que ustedes se encarguen de las comidas.
• ¡Hecho! Ya verás la sorpresa, Liann me envió unas recetas especiales para este paseo.
• Que no vayan a ser como la última vez.
• ¿Te hicieron mal?
• No pero aún estoy en busca del sabor.
• Ja, ja, ja.
Rieron todos y cargando sus pertrechos se dirigieron a la camioneta Hummer que el mismo Jos se había encargado de alquilar.
• ¡Guau!
Exclamaron las cuatro al unísono, aunque Gali ya estaba enterada pero su adherencia a sus amigas no se hizo esperar.
Antes de partir pasaron a la casa de Kitty y de Norsi a despedirse, un ritual que tenían establecido desde la primera vez en que salieron de campamento a invitación de Pame a El Ocotal con motivo de la celebración del aniversario 40 del Grupo 88 de los Scouts, grupo al que pertenece Pame desde antes de cumplir los cuatro años y que aún en la actualidad mantiene más como una forma de vida que como un pasatiempo siendo su segunda prioridad después desde luego de las pasarelas mismas que trata que no interfieran con sus actividades de los sábados.
Y también como era costumbre, además de la consabida “Bendición” herencia propiamente de “Perita”, bisabuela de Pame a la que simplemente identificaba como “Abuelita”, les recitó una autentica letanía de recomendaciones para su cuidado la que una vez terminada les entregó a cada uno un “Itacate”. Se trataba nada menos que de una sabrosísima torta de chilaquiles elaborados con el sazón enseñado por la mamá de Kitty, lo cual no fue tarea fácil por cierto, acompañada con un termo donde había vertido a punto de ebullición el delicioso néctar de los dioses, al menos así lo identificaba Norsi, se trataba de una aromática infusión de café de grano del meritito Coatepec y desde luego sin azúcar; “Como se debe tomar el buen café” decía Norsi.
Cuando todo estuvo acomodado, todos a bordo y desde luego con todos los pertrechos adecuados, los niveles de lubricante y combustible totalmente llenos y las llantas infladas a la presión adecuada se hicieron a la carretera. Una vez que pasaron la caseta de la autopista en la desviación a Chalco se dieron cuenta que la excursión caminaba, que todos iban a su objetivo tantas veces soñado.
El trayecto hasta Ameca-Ameca transcurrió sin incidentes y como en cuatro horas llegaron a su inmediato destino, por el trayecto solo escucharon con deleite los ronquidos de Kar que así se reponía el cansancio natural que le había causado el vuelo directo desde el aeropuerto Charles De Gaulle al de la Ciudad de México, a todos les pareció que roncaba como una sinfónica.
En Ameca-Ameca se detuvieron el tiempo necesario para degustar el “Tentempié” de Kitty. Adquirieron unas nueces de Castilla.
Pasaron a saludar a la familia de Oli y Lore, ancianitas muy simpáticas, dos hermanas educadoras que en el Jardín de Niños “La Iguana Danzarina” los tuvieron a su cargo y de las que guardaban gratos recuerdos sobre todo de Oli por las gelatinas de cuadritos que en todas las fiestas en el Jardín les llevaba y de los taquitos de suadero que Lore les preparaba de los que las niñas con mucha delicadeza se comían uno pero, lo que era Jos, daba cuenta de hasta cinco taquitos. Ahora sus habilidades las aplicaban en otros menesteres, Oli se encargaba de alimentar una buena cantidad de Colibríes que cada mañana revoloteaban alrededor del jardín en busca del néctar, todos volaban en perfecta formación tal y si estuvieran ejercitándose dando vueltas y vueltas. En cambio a Lore no la sacaban de la cocina donde cada día se daba a la tarea de inventar algún nuevo guiso lo que casi siempre lograba, ese casi siempre era interrumpido por los días sábado ya que ese día lo dedicaban a arreglar las tumbas del panteón del lugar sin importar de quién se tratase el personaje cuyos restos ahí reposaran.
• ¡Que bárbaro! Parece que tienes una pierna hueca.
Le decían todos sus compañeritos a Jos
Esa visita los dejó por demás complacidos y qué decir de la cara de alegría que al menos por las dos siguientes semanas irradiarían Oli y Lore.
Salieron de ahí y no pararon hasta Tlamacas sin ninguna novedad en cuyo refugio cumplieron con el requisito indispensable para todo excursionista que pretenda ascender cualquiera de los dos volcanes, ya fuera el Popocatépetl o el Iztazihuatl. Gali era la primera vez que estaba tan cerca del Popo y casi se le salen las lágrimas de la emoción.
Aunque cuando llegaron al Albergue tuvieron un pequeño incidente con el Administrador y después de un té de limón que les supo muy bueno se fueron a la chimenea.
Y como ya era hora de cenar, al poco rato las mujeres empezaron a preparar la cena la que resultó en verdad fuera de serie.
• Oye, Liann es buena Chef, espero con ansias que ella nos deleite con algo de su invención.
• Ni lo dudes, espera al fin de año que por acá la tendremos.
• O a lo mejor vamos a “Tierras frías”
• No es mala idea, para no variar te diré que lo empezaré a cocinar.
• Ja, ja, ja.
• Rieron todos.
Alrededor de las nueve de la noche se dispusieron a dormir en las famosas literas aunque por precaución Jos decidió acostarse en el suelo. Bueno no solo fue por precaución sino que como había mucha gente sólo les asignaron dos literas de tal modo que sin forzar mucho su caballerosidad por iniciativa propia decidió hacer uso de su Bolsa de Dormir, que por cierto estrenaba ya que Chellín les había anticipado su presente por el Día de la Amistad y se había permitido enviarles una bolsa a cada quien.
Al siguiente día se levantaron tarde ya que el plan de aclimatación era pasar un día completo en Tlamacas y como aquello se estaba llenando de excursionistas, optaron por hacer un campamento en otro lugar, allá almorzaron, también comieron, revisaron el equipo y lo probaron, ya más tarde después de comer, caminaron rumbo a la Joya, llegando hasta las Antenas. El tiempo aunque se encontraba un poco desapacible, rumbo al este se apreciaban nublados bajos y que los pusieron a pensar.
Acordaron salir en dos grupos, uno compuesto por Pame y Kar, el otro por Jos, Say y Gali, la razón era que Jos quería tener más tiempo para llegar a las Cruces y la salida se fijó para las 3.30 A.M.; el segundo grupo saldría una hora después que el primero. Todo transcurrió según lo planeado, a la hora convenida Pame y su pareja Kar salieron, bueno, ni tan pareja ya que Kar es la más chaparrita del grupo y más tarde salió Jos con Say y Gali, el frío era muy tolerable y cuando tomaron las primeras cuestas empezaron a sudar y bendecir la aclimatación, ya que sin ninguna molestia fueron avanzando montaña arriba, y amanecía el día que se mostraba muy bonito y todo se ponía rojo y brillante.
En la última cuesta para llegar a las "Cruces" se encontraron los dos grupos y juntos llegaron a dicho lugar, allí hicieron un largo descanso, después como a las 9 salieron rumbo a la cumbre.
Poco antes había salido un grupo de gringos que veían batallar en el arenal, pues la nieve esta vez estaba muy alta y así fueron ascendiendo, resoplando y batallando con esa empinada cuesta que a veces se antoja interminable; Jos funcionaba perfectamente bien como guía, el tiempo se mostraba algo variable. Las nubes estaban bajas, se movían, ascendían y los envolvían y a ratos se despejaba.
Cuando llegaron a las primeras nieves y se pusimos los crampones las nubes los envolvieron, pero todavía la temperatura era un tanto cálida, la nieve tenía muy buena consistencia, pues les crampones se enterraban sólo las puntas, a ratos estaba más dura y tenían que aplicar fuerza para clavar las puntas, ahora las nubes impedían toda visibilidad y sólo seguían las huellas de los grupos que les precedían, a ratos Pame le gritaba a Gali para saber que allí iban y como Jos era el que encabezaba el grupo, también le gritaba para que se esperara, mientras calculaba la temperatura, pues temía que se les descompusiera más el tiempo.
Serían como las 11:3O cuando calculó estar cerca de la cumbre cuando le dijo a Kar que siguiera ascendiendo pues era seguro que el mal tiempo se les echaba encima, justo a unos cincuenta metros de la cumbre se empezó a descomponer más, el aire era muy frío y las nubes más densas y justamente a las 12.3O escuchó a Jos gritar “Ya llegué” y todavía Pame y Kar tardaron 20 interminables minutos para llegar a la cima, el aire arreciaba y hacia más frío.
Se abrazaron y felicitaron en la Cumbre, la emoción les embargó y se quedaron mudos, solos con sus pensamientos.
Tomaron algunas fotos, comieron una manzana, un chocolate Carlos V y una latita de Leche Condensada, todo apresuradamente, pues yo tenían miedo al mal tiempo, por lo que a las 13 horas empezaron a descender con muchas precauciones, pues la nieve se estaba endureciendo y tenían como 15 minutos de bajar cuando vieron a un excursionista fuera de serie que subía, era bajito, lo cubría un overol azul y llevaba una gorra también azul con el logo de Sony y les preguntó qué pasaba y le contestaron que ya regresábamos, les pide que lo dejen seguir ascendiendo, cosa que comprenden y le ponen un plazo y a un rato de meditarlo terminantemente le dicen que regrese, pues el tiempo seguía empeorando; a regañadientes aceptó, todavía sin comprender la magnitud del problema, aunque le explicaron de mil maneras esa decisión, no comprendía o no quería comprender.
El instinto de Pame le dijo que no podían perder ni un minuto, pues aquello se estaba congelando, con mucha precaución fueron bajando hasta llegar al arenal, allí se quitaron los crampones, ya en el viento flotaban puntos blancos de escarcha, pero ya estaban a salvo de cualquier contingencia y fueron bajando el arenal hasta llegar a las Cruces, el frío se sentía un poco más. Pame y Jos decidieron ir siempre a la retaguardia y les dijeron a Gali, Say y Kar que se adelantaran, pues ya todo había pasado.
Sólo les quedaba hacer el interminable recorrido hasta Tlamacas y cuando descendieron vieron el mal tiempo sobre el Volcán.
Qué suerte tuvimos, ¿Verdad Pame?
No se dieron cuenta cuándo aquel excursionista chaparrito vestido con overol azul y su gorra azul con el logo de Sony se apartó.
Y así terminó una más de sus excursiones.
Bueno eso es lo que creyeron ya que en lo alto de una saliente cercana a Las Cruces estaba Pócolo, Gnomo Guardián de Norsi y ahora de Pame, sus primos y sus amigos. En posición de Flor de Loto se llenaba la vista de tan bello paisaje al tiempo que aspiraba el delicioso frío viento.
Para sus adentros y esbozando una amplia y picara sonrisa se decía;
• Hay Pame, ¿A dónde se les ocurrirá ir la siguiente vez?
Ya descansando en el Refugio de Tlamacas Pame le dijo a Say;
Sabes que siempre me sentí segura, yo sé que está aquí. Cuando era niña él siempre estaba conmigo, que siempre me cuidaba y no lo he olvidado.