En tiempos de los antiguos reyes en donde existían seres fantásticos y mitológicos cuenta la historia acerca de la existencia de un bosque sin igual, un bosque en el que ninguno de sus habitantes estaba de acuerdo con lo que cada uno era. Un día, el rey de esta comarca pasaba por este bosque y noto que los árboles, arbustos y flores estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría por que no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino lo encontró caído por que no podía dar uvas como la Vid, y la Vid se moría por que no podía florecer como la Rosa.
Y la Rosa lloraba por no poder ser fuerte y sólida como el Roble, entonces al dar la vuelta el Rey pudo ver una pequeña planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó:
-¿Cómo es que creces tan fresca en medio de este bosque tan singular?-
la flor contestó:
-No lo se, quizá por que siempre supe que cuando fui plantada, querían que diera fresias. Si hubieran deseado un roble o una rosa, los habrían plantado en mi lugar. Desde entonces me dije: Intentare ser fresia de la mejor manera que pueda.
Ahora querido lector, es tu turno. Estas aquí para contribuir con tu fragancia. No hay posibilidad de que seas otro, y esto, puedes disfrutarlo y florecer por ti mismo o bien puedes marchitarte con tu propia condena.
Tu relato es muy reflexivo, hay mucha gente inconforme y de ahi nace la envidia. Sirve para reflexionar.