El ratón pensando en que la Luna era de queso, se subió al edificio mas alto de la ciudad y se dejo caer en la gran esfera, creyendo que iba a caer en la superficie y comería hasta reventar se lanzo apresuradamente. Mas al ir cayendo, veía como la luna se iba alejando y él, poco a poco se precipitaba al suelo sin poder hacer algo que detuviera o regresara el tiempo y así salvar su vida.
De pronto sintió un rápido dolor en todo su cuerpo, cerro los ojos y todo había acabado. Cuando abrió de nuevo los ojos se encontró en la Luna, y por donde quiera que veía era queso, y por donde quiera que veía eran ratones, con las cara contentas y todos panzones.