Por fin llegó en el pueblo de Los Palomares el día de las matanzas.Todos estaban muy nerviosos debido a toda la gente que había y a los inquietos animales.Cuando todo el mundo estuvo reunido allí,Pepe sacó su gordo y enorme cerdo atado con una soga al cuello...Entonces,todo el mundo abrió bién los ojos y gritaban la muerte del animal.Pepe y sus familiares,cogieron cuchillos y tumbaron al cerdo en una gran mesa vieja de madera.Pepe levantó el brazo y clavó el cuchilloal cerdo que gritó de dolor.Su cuñado,Juan,también lo hizo así,y Leticia, y Ana, y Cristóbal.Empezó a chorrear la sangre del animal,que calló al suelo.Después,apartaron el cuerpo,y lo cargaron en su carro.El siguiente animal fué una pobre oveja que ya no daba leche,y después una vaca de cría,una gallina,¡hasta un caballo viejo!
La matanza duró hasta la tarde.Después de que la gente s lo pasara bién viendo cómo torturaban a los pores animalitos,les arrancaron la piel a tiras y los trocearon:asados,fritos...
Pero ésa mism noche,los animales de todo el pueblo se quisieron revelar contra las personas.Primero,comenzaron a romper y hacerle agujeros a sus corrales o establos.Luego,se unieron todos y comenzaron a recorrer el pueblo en busca de víctimas...En la casa del cruel Pepe,se oyó un ruido muy fuerte y a continuación,se derribó la puerta...Pepe gritó asustado y corrió a proteger a su familia:sus hijos y su mujer´.Él pidió ayuda y también intentó pedirle perdón a sus animales,que no le hicieron caso y dijeron como si estuviesen poseidos:
-No,no te creemos,¡habrá más matanzas!Entonces,los que moriremos seremos nosotros...-
Y acto seguido,los animales cogieron un cuchillo y aquella noche,murieron Pepe y su cruel
familia...
Pero no sólo murieron ellos,los animales fueron asesinando a toda la gente de cuyas casas pasaban.Y un día,gobernaron los animales en el pueblo haciendo matanzas de personas durante muchos años para divertirse y por venganza...¿Quién sabe si algún día los humanos fueron tan inteligentes como para hacer lo mismo de nuevo?FIN
yo me esperaba otro final; menos aterrador que el que le pusiste. me encanto (y me asusto) la parte en la que los animales dicen: no te creemos