Hola me llamo Ely y sé que los espíritus existen. Os voy a contar lo que me sucedió...
Todo comenzó al caer la noche, yo había quedado con mis amigas Marina y Angela para ir a las fiestas del pueblo de al lado, y nuestras madres nos dieron permiso para regresar a las 3 de la madrugada. Eso sí, un retraso nos costaría estar castigadas sin salir varios días. Por eso abandonamos la fiesta a las 2 en punto, para llegar a tiempo.
El cielo brillaba en todo su esplendor, gracias a la luna llena. Parecía una noche mágica. Al pasar frente al cementerio, Marian nos retó: -Aún es pronto y estamos cerca del pueblo, ¿os atrevéis a entrar al camposanto? -yo estaba aterrorizada, pero decidí seguir a mis amigas.
Avanzamos entre las lápidas, algunas tan antiguas que nadie podría recordar quién estaba en aquella tumba. Entonces Marian paró en un claro y sacó un folio y u boli que llebava en el bolzo de mano. En el papel empezo a escribir el abecedario. ¡¡¡Quería hacer la ouija!!!Al pricipio me negué, pero ellas me dijeron que los espíritus no admiten la precensia de espectadores. Y, siceramente, no quería recorrer el camino de vuelta enfrentándome sola a las tétricas tumbas.
Así que puse un dedo sobre aquella moneda que hacia de vaso, e invocamos a los fantasmas, que no se hicieron esperar. La mineda se deslizaba velozmente de una letra a otra. ¿se movia sola? ¿La movían Marian y Angela para asustarme? El terror no me dejaba pensar con claridad. Entonces, la moneda escribió una frase: "NO ABANDONÉIS EL CEMENTERIO HASTA QUE AMANEZCA".
-Que chorrada -dijo Angela-. Yo me voy, si no llego a las tres me castigarán.
Aunque Marian estaba de acuerdo con ella, yo temía por mi vida y por la amenaza de los espíritus y decidí quedarme.
Aquélla fue la peor noche de mi vida. La pasé acurrucada al lado de la verja. Tenía frío, y cada ruido me parecía la voz de un espíritu. Mantuve los ojos cerrados para no imaginar siluetas caminando entre las tumbas. Por fin, llegó la mañana. Salí del cementerio con el primer rayo de sol y corrí hasta mi casa.
En la puerta me esperaban mis padres... y varios policías. Sabía que mi familia estaría preocupada, pero al terminal mi historia, seguían mirándome angustiados.
Cuando termine mi historia, me dijeron que Marian y Angela tampoco aparecieron anoche, y a pesar de mi historias la policía no me creyo dijieron que alomejor estarian por hay de fiesta aún, pero si es asi ¿como es que nunca las has encontrado? y eso ya ha pasado mucho tiempo no el suficiente para olvidar que perdi a mis mejores amigas.
Pero aún sigo sin conocer las respuestas. Supongo que Marian y Angela estaran en el Más Allá.
la verdad mientras leia el cuenta te creia pero la parte en que dices que te quedaste en un cementerio sola y te atrevista a jugar a la ouija hay a esas horas de la noche como que no creo,aunque si admito que tu hiciste lo mas intelegente no creo que tu o alguien reuna tanto valor como para quedarse en un cementerio tu sola y con una ouija hay en frente sinceramente no te creo