Aquí empieza el último año de mi vida, siento ya el cansancio en los párpados, a sentir el hormigueo en mis manos, quizá sea sólo, que sé que voy a morir...
Dejaré de ser el líder de mis sueños, la razón de tu existir, dejaré de ver las viejas catedrales... la noche acaba aquí. Y la lluvia se hace presente.
He visto a cada uno de mis amigos, no les hago falta por el momento, hoy es un buen día para morir, sabré de una vez por todas quién fue el causante de salpicar un cielo de diamantes, sentir la vida después de la muerte...o viceversa?
Firmar de recibido un libro con mi vida escrita, terminar de firmar y cerrarlo, seguir así sin querer recordar que hojas antes había muerto ya en vida, con tu ausencia...
Hoy es un buen día para morir.
Es bonito el relato, sano y romántico. Pero , ¿ cómo sabías que era el día para morir ?