Era de noche cuando lo vi por primera vez,
habia venido a la biblioteca para hacerse un carnet para poder llevar libros, me miro y me
sonrio, fue amable, cordial y sus ojos destilaban
ternura, me cautivo con tan solo mirarlo y yo creo
que entre los dos nacio una chispa aquel dia. Nos hablamos un poco, conoci que era de Australia
y tocaba en la sinfonica en Miami donde yo vivo,
sin remediarlo mi corazon sintio una musica especial. Cada vez que me lo encontraba me saludaba y me sonreia, siempre cordial y siempre
con unos ojos llenos de dulzura para mi, yo sabia
que si traspasabamos la barrera de la timidez podriamos ser amigos, quizas algo mas pero los
dos teniamos una gran timidez, el por ser joven
y yo por llevarle algunos de mas y pensar que
alguien como el era demasiado ideal para mi.

Estaba en una biblioteca de la playa trabajando y me sentia un poco deprimida por
cosas de la vida, los cambios, la perdida de mi
hermana, el dolor de tanta traicion y el, Reuben
me devolvio con sus ojos dulces una razon para
luchar, para sonar, cuando lo veia mi corazon
se llenada de dulzura, mi ilusion crecia, yo
estaba enamorandome de alguien que me parecia
un ser irreal pero no lo era porque el era un
hombre real con su violin en su maletin, con
su sonrisa y esa nostalgia en su mirada, yo no queria perder eso, me hacia inmenzamente feliz
pero eramos cobardes para perder la timidez.

Por fin un buen dia no hace tanto me
traslade de lugar de trabajo perdi la mirada de
Reuben, sus ojos, su sonrisa, su caminar y su forma de llevar el violin, perdi la musica de
su corazon en el mio cuando me sentia triste,
tengo una carta en un libro queriendo enviarla
al hotel donde vive pero no se si hacerlo, no
se si deba dar ese paso, no se que hacer. Quizas nunca lo vuelva a ver pero sus ojos siempre
viviran en mi recuerdo.