Todo comenzó con un cansancio horrible, no podía hacer la mas mínima cosa, hasta levantarse de su silla le causaba dolor y cansancio. Se comunicó con su trabajo y pidió las vacaciones que tenia acumuladas por más de tres años. Su jefe le extraño sobremanera que mi hermano pidiese sus vacaciones cuando más lo necesitaban en su trabajo, pero no hizo preguntas y le deseó lo mejor.

Su esposa me llamó una mañana bien temprano y me comunicó que estaba bien preocupada pues Armando llevaba tres días en cama y no quería ir a ver al médico, le dije..., no te preocupes que este mismo día iré a hablar con él. Y así lo hice, después de muchas negativas de su parte lo convencí, llamé a su doctor le explique lo que estaba sucediendo y me dijo que lo llevara inmediatamente.

Aquí comenzaron los tres meses mas horribles en la vida de el y de toda la familia. Su médico envió unas muestras de sangre al laboratorio y regresaron positivas de leucemia aguda, una enfermedad que puede segar una vida en pocos meses. Nadie estaba preparado para esta clase problema, hubo mucho llanto, muchas preguntas sin contestar y su esposa no podía comprender como un hombre sin vicios, bien alimentado con toda una vida por delante le estuviera sucediendo eso.

Una tarde luego que todas las visitas se habían marchado ya me disponía a salir me dijo: "no te vayas que quiero pedirte un favor" lo que quieras conteste y le puse mi mano en su frente como un mensaje no verbal de que allí estaba para el.
Siéntate a mi lado, y cogiéndome de la mano me dijo: "hermanito se que voy a morir y como quieres tanto a tus sobrinos quiero que me prometas que nada les faltará, no hables así le dije, conteniendo mis lágrimas, shhhhh, escúchame por favor...su voz se apagaba y apenas podía escuchar lo que me decía. Prométeme que vas a cuidar de mis hijos, claro que si te lo prometo le dije, ya no podía contener mas mis lágrimas y lloramos juntos, lo abrace y volví a repetirle que cuidaría de sus hijos. Una cosa mas querido hermano; ahora no por favor estas muy débil, mañana hablaremos mas le dije, pero insistió una y otra vez, "escucha bien me dijo, quiero que te cases con Mayra me dijo con autoridad...No podía creer lo que me decía, su esposa era como una hermana para mi, quizá este delirando, pensé, pero el seguía pidiéndome que le prometiera que me casara con su esposa. Eso era imposible no podía prometer algo que no iba a cumplir. Y ademas siempre he considerado mis cuñadas con mis hermanas, esa era una promesa que no iba a hacer.

No se el tiempo que transcurrió desde que me pidió su segundo deseo hasta que salí de su cuarto, pero fueron los minutos mas angustiosos de mi vida. No le conteste ni tampoco el me habló mas de su esposa, solo una pena inmensa embargaba mi alma y en camino a mi casa ya casi de noche me estacioné al lado del flamboyán que queda antes de llegar a mi casa. De rodillas le pedí Dios que no se llevara a mi hermano y me atreví a cuestionarle sus mandatos...

Allí en aquel mismo sitio donde mi esposa y yo nos juramos amor, el mismo árbol donde grabamos nuestros nombres con la promesa de amarnos por toda la vida, allí mismo le pedí que no se llevara a mi hermano. Pero todo fue inútil. La Escritura nos dice que: "Dios trabaja en formas que no podríamos entender por mas que quisiéramos".

Ya mi hermano esta clínicamente muerto, pero aún vive por medio de artefactos médicos que su esposa se niega a dar el permiso para descontinuar. Yo seguiré orando por el descanso de su alma y la paz para su familia.

Dios nos da la vida y Dios nos las quita...