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Categoría: Fábulas

MUÑECA DE TRAPO

Desde el cabecero de la cama, la muñeca de trapo veía la vida pasar.
Con su sonrisa perfectamente pintada hace ya algunos años por alguna experta mano, alegraba la vida de una niña.
Que la muñeca no era nueva se veía en las marcas de varios zurcidos que alguien dejo bien disimulados.
Por las noches cuando todos dormían los juguetes saltaban, bailaban y se divertían, pero la muñeca......ella no. Ella seguía presidiendo el dormitorio ahora desde otro lado.
Un día un oso de peluche, que llegó nuevo a la casa, se acercó a ella y le preguntó:
-¿Por qué estas ahí tan quieta y tan sola?
-Porque estar aquí me permite ver toda la habitación-contestó la muñeca.
-Pero......¿y por qué no te mueves?-volvió a preguntar el oso.
-Porque no quiero que nadie descubra que estoy viva.
El oso no la entendía y volvió a preguntar:
-¿Por qué no quieres que sepan que estas viva?
La muñeca esta vez perdió la sonrisa y mirando con sus redondos ojos al oso le contestó:
-Porque no quiero que los niños jueguen conmigo, me conformo con que me abracen de vez en cuando y miren mi sonrisa con cariño, como lo hace la niña de esta casa.
El oso no podía creer lo que sus redondas orejitas escuchaban.
-No te entiendo-dijo-eres un juguete, deben jugar contigo y tu deberías estar feliz de que lo hicieran.
-Mira osito, aunque no hace mucho que me fabricaron varias niñas jugaron conmigo. La que no me rompió un brazo me rompió una pierna, la que no, hizo jirones mi vestido y hubo....hubo quien me rompió brazos y piernas.
Mírame, estoy llena de zurcidos.
-Mmm....entiendo-dijo el oso-pero yo también tengo zurcidos, mira.....uno aquí, otro en la oreja, otro en el brazo, otro......
Pero siempre hubo alguien que me cosió con cariño porque no quería verme roto ni tirarme a la basura.
-Entonces tu puedes entenderme-dijo la muñeca.
Y convencida de que el oso ya no trataría de convencerla volvió a su posición habitual y puso de nuevo su sonrisa de muñeca en la cara.
Pero el oso no dejándose vencer dijo a la muñeca:
-Sí, te puedo entender, pero te diré algo.....

Si no juegas y dejas que jueguen contigo por miedo a que te rompan, perderás lo bonito que se siente cuando alguien al verte roto te arregla y cose tus heridas con todo su amor haciendo que los zurcidos sean imperceptibles.


GAUA.
Datos del Cuento
  • Autor: GAUA
  • Código: 4675
  • Fecha: 04-10-2003
  • Categoría: Fábulas
  • Media: 5.37
  • Votos: 130
  • Envios: 33
  • Lecturas: 1411
  • Valoración:
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