Así me siento

Hay un tipo gordo, de barba canosa y unos 70 años, que todas las noches después de comer subía a la azotea en chancletas, con una colcha en la mano derecha y una tazona de café en la otra, además de una caja de cigarros populares en el bolsillo del short.
Todas las noches se sentaba en la colcha, se tomaba su café y se fumaba sus cigarros, todo mirando hacia arriba, acostado sobre su propio techo, lejos de las ideas, solo rodeado de sensaciones.
Se quedaba anonadado contando las estrellas, cada vez descubría mas, a algunas les ponía hasta nombre, pero igual sabia que estaba mirando al pasado, no era mas que un pasado.
Pero algo aquí podía cambiar de un momento a otro, y el lo sabia, pero no se imaginaba que tanto podría ser el cambio. Todas las noches sentía el mismo miedo, la misma incógnita, cuando será el cambio? seré parte de el por el echo de estar mirándolo?....
Hasta que llego el día del cambio.
No se percato que esa noche no había aire, que el humo del cigarro ya no hacia los garabatos que tanto se empeñaba en ver, esta noche el humo lo rodeaba. Cuando se recostó en la colcha dispuesto a su ritual, miro al cielo, ... bajo la cabeza y se detuvo mirando al frente, ... quedo en esa posición durante casi media hora, ... sonrió y apago el cigarro.

Quieres saber que vio?
vió el mar.