Desde hace unos días, estoy pensando y pensando y llegué a la conclusión que de a poco me he ido transformando en otro ser.
No lo noté al principio, porque los cambios no fueron muy grandes, un día fueron unos sonidos extraños que salieron de mi garganta y fueron rápidamente comprendidos por Maya y ella me respondió con otros sonidos que nunca antes había escuchado y que comprendí como si fuera mi lenguaje natural.
Otro día la cosa se manifestó cuando las dos estábamos en la terraza tomando sol, Maya se levantó y con un movimiento que hasta ese momento yo consideraba como un tic me invitó a jugar; por seguirle el ritmo me puse a jugar con ella, pero jugué no como lo hacía yo, sino que ella me estaba enseñando a jugar como a otro par, como si fuera un bebe al que se le va enseñando cada día algo diferente.
El aprender a jugar fue un proceso divertido nos llevó varias semanas de entrenamiento pero cada día me gustaba más, revolcarme en el suelo, correr y frenar de repente , pararnos a espiar por la medianera o simplemente quedarnos escuchando o tratando de escuchar el sonido más lejano; fue algo sumamente divertido.
El agudizar el oído fue altamente productivo para mí en todo sentido, aprendí a reconocer sonidos a los que nunca le había dado importancia.
Otro paso fue el cambio de hábitos alimentarios. Eso lo hice porque estaba en un proceso de franca imitación aunque me resultaba raro cocinar de forma diferente, para luego sentarme a comer muy plácidamente, eso también lo aprendí , comer de a poco, descansadamente, sin fatigarme y siempre guardar un poco de comida para más tarde.
Salir a pasear, cosa que antes hacía por obligación, empecé a hacerlo por placer.
Hoy , después de varios meses al mirarme al espejo vi que mi cabello estaba cambiando de color, está mas corto que lo habitual en mi y siento como si tuviese un pelo debajo del que se ve y, no se si es sugestión pero los rasgos de mi cara están variando.
Cuando quise entrar al supermercado no me dejaron, voy a tener que ir a la dermatóloga porque me está creciendo pelo en todo el cuerpo y mis uñas se están poniendo cada vez mas duras
Al regresar la familia a casa de las vacaciones, les llamó la atención descubrir que tenían dos perras iguales y yo solo aparecía cuando me nombraban, por lo tanto descubrieron que mi nombre y el de la perra nueva son iguales.
No SABEn donde estoy, de hecho le han preguntado a los vecinos si dejé algún recado para ellos.
Ninguno de los de alrededor de la casa, sabía que yo no estaba, es más, no pueden creer que Maya pueda haber pasado varios días sin que fuese alguien a alimentarla, pero al no encontrarme suponen que dejé a alguien encargado de alimentarla.
A la perra nueva, asi me llaman, están pensando adoptarla porque ven lo bien que se siente la otra al tener compañía y además ahora no está todo el tiempo pidiendo que le hagan jueguitos.
Yo, de mi parte, me siento magníficamente bien, hasta aprendí a tirarme panza arriba y recibir mimos y caricias, la verdad me gusta muchísimo recibir esos mimitos.....