No, no tiene rejas mi cárcel, ni mis cadenas eslabones.
Mi caso, como el de otros muchos donde median las traiciones, no es cosa de estar callados.
Por que aunque sea de rebote evitasen la tragedia
en que muchos malos hombres, hacen caer a niños inocentes, que por sentirse mejores, se meten donde no deben en busca de sensaciones.
No tiene rejas mi cárcel, ni mis cadenas eslabones.
Pero yo me encuentro presa, cautiva de mis propios
errores.
Esclavizada por el vicio, que ni de día ni de noche
a mi me dejan tranquila.
Las amables sensaciones de placer, esas., esas ya se me han ido cambiándose por dolores.
Dolores tristes e intensos que todo mi cuerpo recorren, y no me dejan tranquila ni de día, ni de noche.
Ya hace siglos que no duermo sin picores, sin
sudores, y es que no muevo las manos controlando los temblores.
No tiene rejas la cárcel mía.
Soy prisionera de mis errores.
Ya los placeres de aquellos días, se fueron para
cambiarse por mil dolores.
Yo era una chica buena y honrada, le abrí mi
puerta una negra tarde. Bonita historia que ha
terminado, haciéndome una ladrona enferma y cobarde.
El pan del necesitado he robado impunemente, yo
no sé si asta habré matado, por que a más de uno he dejado abandonado a su suerte, en una esquina tirado después de haberle quitado, todo lo que pueda venderse.
Y en un campo agazapado con lo que saqué del
trueque, he dejado en paz a mis venas, llenándolas
largamente con el chute de veneno, que mi cuerpo
me requiere, para que ese dolor cortante por unas
horas me deje.
Para soñar con aquellos indescriptibles placeres,
que me tiraron a este pozo negro, de muertos
vivientes.
Hay si yo llego a saber la traición que me esperaba.
Trabajo cuesta de creer, que las más bellas campanas yugos se puedan volver.
Reja de pena me tienen presa.
Cadenas de dolores ahogan mi alma.
Escalofríos que a fuego lento, derriten poco a
poco toda mis entrañas.
Estoy enferma y mis alegrías, desde que faltan
ya ni se sabe. Se la llevó un día la heroína.
Esa mala asesina de los chavales.
Tan solamente una niña, era cuando me la dieron. Tan solamente una niña.
Me dijeron,¡es muy buena!.
Cuando la llegué a probar. ¡Ojalá me hubiese muerto!.
Hola...quiero solamente decir que esto no es un cuento, es una canción de autor español, Paco Herrera. Se llama Rejas de Pena y es parte de una obra integral. Por favor, cuando publiquéis cosas, respetad y poned el nombre del verdadero autor. Y cuidad la ortografía, teniendo en cuenta que mucha gente joven lo leerá y es bueno que la información sea correcta, aprendamos a escribir...Gracias.