Desbordado entre los pliegues de tu cariño...

Y ya no necesito luchar ni necesito mostrarme vencida, me llenas con la mirada. Estás muy lejos y a la vez, cuando te escucho, cuando me llamas... estás tan cerca!

Por fin, una historia de verdad, ya no más desprecios, ya no más tener que bajar mi mirada, mi pensamiento por no ser compartido, ya no más quedarme a solas buscando un poco de cariño, tan solo que me dieran la oportunidad de amar, de comprender, se me limitaba el tiempo de expresarme apenas en palabras, se me amordazaban las intenciones con burdas mentiras, con opresivas sospechas, para no dejar que mi corazón latiera sincero, para impedirme amar a quien, de forma absurda, está etiquetado de propiedad privada. Ya no más justificaciones de lo que no soy. Ya no más sentirme rídicula,ingenua,impotente entre tanta mentira, tanto teatro que acobardaba mis sentidos, mi voluntad, mi magia, tanta historia de personajes no definidos, de vidas huecas.

Debo ahora calmar mis heridas de sentimientos que aún palpitan, debo cicatrizar los arañazos de un amor que resquebrajó entre cariños mi voluntad de sentirme amada, debo silenciar las voces de quienes realmante, ahora lo sé, no creen en mi, de quienes se llenan la boca de palabras de amistad y no ofrecen ni el principio de un gesto amable, simplemente cercano, que me bese las mejillas con ternura en mis momentos de fragilidad humana.

Y cuando haya cerrado las puertas de lo equivocado, del cariño que pedí como una niña y me negaron con adulta crueldad de palabras, cuando haya asumido con llanto escondido que hubo alguien al que amé pero que con sus posesivos sentimientos abofeteó mi alma, llegaré hasta ti, estés donde estés, te buscaré, me acercaré, te cubriré de besos y me recostaré a tu lado como si el mundo fuera solo el espacio finito que se encierra en nuestros abrazos. Y despertaremos juntos... sin miedos, sin sonrisas ni bobadas, despertaremos unidos en la familiar confianza de quienes se saben queridos y no necesitan de más para fundir, apenas por un momento... sus encendidas almas.

Y cuando estés a mi lado te amaré, aprovecharé cada minuto contigo como si fuera el regalo de una eternidad.

Y así pasarán poco a poco, de puntillas los días y...cuando llegue el mañana... habré vivido tan intensamente el hoy... que alguien, que no soy yo, habrá escrito con complicidad humana, el final de este bonito cuento.