Estoy sentado frente a la computadora y no me siento tan bien como quisiera. Hace poco estuve escribiéndome con un amigo, le digo que es amigo cuando en verdad deseo que se muera, se pudra en sus letras de una vez y se deje de vainas, que sea un hombre de negro así como cuenta. La verdad es así, soy un criminal, alguien que huye de todo lo inestable para sentarse en su PC y ponerse a escribir sueños irreales, mentiras de cartón. He visto hoy día a mi madre y le he deseado que se muera. Que muera mi hermana, mi hermano, mi perro, mi mejor amigo y mi peor enemigo. Les odio a todos, sin embargo, no puedo vivir sin ellas. Mucha gente no sabe cómo soy en verdad, pero si me vieran ahora, frente a un espejo se darían cuenta que soy un monstruo de muchas cabezas y cada una de ella tiene un nombre y todas dicen mentiras, terribles porquerías que me hacen cagarme de la risa. ¿Quién soy? No importa, ni nunca me interesó hasta que vino un idiota y me contó que existe una verdad y que esa verdad me hará libre como un pajarito. Qué mentira piadosa, que desodorante mas falso... Si todo es una mentira y quien dice verdades es quien pierde, pierde su vida pues ilumina la basura de toda la gente que se haya terminando, masticando sus mentiras hediondas, calcadas de los libros de historia, de los ojos de una madre a quien odio de veras, de mi padre que no veo desde que tengo dos ojos y boca. Odio y me odio desde ahora que estoy sentado en este sillón que me lo ha regalado mi madre, y que ahora se pasa la vida limpiando su casa cuando todos sus hijos quisieran verla bajo cinco metros de tierra abajo, lamidos por los gusanos y por las rojas hormigas... Ya sé que esto que digo no es verdad, es mentira así como tus letras que salen de tu sucia cabeza... Estoy hasta aquí de tanta verdad escrita y deseo la muerte de todo este mundo que apesta a muerte. ¿La vida? ¡Ja! Si ni siquiera la podemos tocar, pasa por nuestras narices y no la podemos oler... Vivimos caminando hacia atrás y miramos hacia adelante, pero no vemos en donde pisamos, pues sí lo hacemos estamos perdidos, así como esos niños que recién han salido del vientre de una madre, perdidos de eso tan suave que era el no haber nacido jamás... Y ya que estoy terminando de contar mi lado oscuro, sería genial que me cuentes tu manera de ver esta vida sin bordados ni colorete, cuéntame este camino que andas y dime si existe un camino sincero que no sea el de tu lado mas negro, pues, es sabido, que todo te lleva al abismo, y nadie que yo sepa, cuenta cómo les ha ido allá dentro... Tan solo se ve negro, así como este texto que sale de la parte más negra de mí...
San isidro, Agosto 2006