Yo, señor no soy malo, aunque no me faltaría
motivos para serlo. Los mismos cueros tenemos
todos los mortales al nacer y sin embargo, cuando vamos creciendo, el destino se complace
en varianos como si fuéramos de cera y en desti-
narnos por sendas diferentes al mismo fin:la muerte.
Hay hombres a quienes se les ordena marchar por el camino de las flores, y hombres a quienes se les manda tirar por el camino de los cardos...
La familia de Pascual Duarte
Camilo José Cela
Premio Nobel 1989
Mientras todavía se aferraba a la vida y guindaba de la rama enorme de la cual se había lanzado al vacío porque no podía soportar aquel segundo fracaso, Víctor imploraba a Dios que no lo dejara morir...
Su mente podía todavía recordar, sentía que el aire se acababa y que su vida comenzaba a huir por el túnel oscuro que conduce al más allá...
Sintió cuando cayó sobre una alfombra de múltiples colores que flotaba sobre un inmeso valle de cristal. La brisa fría,la luz tenue... era como si estuviera en el mismo Paraíso... pero estaba solo... sólo se escuchaba el silencio, un sonido extraño, era como una dulce melodía que lo sumía profundamente... la alfombra tomó un rumbo hacia el norte, allá una pequeña nube lo guiaba... la luz resplandeciente cegó su vista... luego pudo leer el gran letrero.
Bienvenido a la tierra de los incoformes, los sufridos, los fracasados,los explotados, los oprimidos...los infieles... y hasta los cabrones...
Su vista se fijó en cada unos de los presentes, no sabe cómo, pero pudo leer en un instante las historias de aquellos infelices, todas eran parecidas y mucho más trágicas y dolorosas que sus dos fracasos amorosos...No podía entender por qué hay seres que tienen que venir a este mundo a sufrir tanto, hasta cierto punto era injusto Dios con ellos.
Pero cuando aquellos pensamientos sobre las injusticias de Dios se anidaban en su mente, recordaba las palabras del profesor cuando estudiaban el poema, En paz de Amado Nervo:
"... por que veo al final de mi rudo
camino que yo fui el arquitecto de
mi propio destino"
___"Dios no es responsable del destino, Él sabe todas las cosas, puede ver tu vida a través del tiempo y del espacio... pero no intervendrá contigo porque respeta el libre albedrío... tú tienes que detenerte y decirle; toma mi libre albedrío, no sé como usarlo, guíame de aquí en adelante... entonces Él interviene... de lo contrario te deja que camines por donde quiera... por la senda estrecha o por la vereda amplia... Decir que Dios ha determinado el destino de cada ser humano es hacer a Dios el ser más injusto del universo...
Por fin la alfombra se detuvo. Bajó a una gran roca bajo el árbol más hermoso que jamás había visto. El paísaje era indescriptible. Nubes azules, plateadas, valles completos de bellos jardínes...enormes laberintos, ríos cristalinos...
Una vez estuvo sentado cayó del árbol una flor. Era estreña, vibraba en sus manos y cambiaba de color cada segundo. De pronto del centro de la flor salió un pequeño pétalo... decía su nombre en letras de oro. Lo miró con temor y luego lo haló suavemente. Ante sus ojos de sorpresa apareció una enorme pantalla... y maravillado comenzó a ver toda su vida en la tierra...
vio como su primera esposa lo engañaba con su jefe, vio sus lágrimas, su sufrimientos, como casi estuvo al borde de la locura...se vio cabizbajo planificando la muerte de su mujer y de aquel canalla que le había robado lo más que quería en la vida...
Vio como su vida se desboronaba, su hogar destruido,sus hijos afectados... en fin era tanto el impacto que gritó que le quitaran aquella pantalla de sus ojos.
Pero nuevamente apareció otra pantalla más pequeña. Escuchó una música muy romántica. Era la primera canción que había escuchado con Esther, su segundo amor. Aquella mujer que llegó en el momento en que más lo necsitaba. Estaba solo, divorciado, sin trabajo, alcoholizado y al punto de caer en el vicio de la droga.
Pero ella fue su salvación, su oasis en medio del desierto, su bálsamo en la enfermedad, su rocío mañanero, su estrella, su luz resplandeciente, ella fue su renacer, su nada y su todo...
Pudo levantarse de las cenizas, dejar el vicio, volver a trabajar... su vida cambio 180 grados. Sus días eran muy felices, su amada esposa, su reina, su princesa lo enloquecía con sus besos y sus caricias. Jamás hombre alguno había podido saborear la felicidad con tanto gusto como él.
Pero aquel día no pudo creer lo que sus ojos vieron. Había recibido una llamada de su mejor amigo...
__Mira, no sé cómo decirte esto, pero debes pasar por el Centro Comercial...
Sin pensarlo, corrió hacia allá... y el mundo se le vino encima, una densa nube cubrió su pensamiento... las redes del celo lo afixiaron y se sintió vilmente traicionado... Allá estaba ella cogida de manos con aquel hombre desconocido...
La imagen de la pantalla se oscureció y no pudo continuar viendo su pasado.
Hubo un gran trueno y una voz se escuchó con estruendo...
... Hijo mío, vuelve a la tierra y encontrarás la verdad y vivirás feliz...
Entonces un fuerte viento trajo de nuevo la alfombra. Y fue lanzado por el mismo sendero... cayó de nuevo en el gran túnel, pero esta vez estaba claro y brillante y una luz marcaba el paso...
Despertó en su cuarto dormitorio. Allí estaba su esposa y al lado el hombre que la acompañaba en el centro... trató de levantarse pero tenía el cuello adolorido... su esposa le puso el dedo en sus labios...
___¡Tranquilo... es mi hermano que regresó ayer de Nueva York, traté de decirte que lo iba a buscar pero no te pude localizar!...
Cerró sus ojos, suspiro... dos pequeñas lágrimas brincaron desde lo más profundo de su alma.
Fin