-“¿Cómo pude llegar a esta situación? ¿Qué era lo que se tenia que decir?”, esto es lo que hasta ahora me pregunto. Fui y soy consciente de todo lo que me paso, pero todavía hay cosas que me perturban y otras que hacen que me confunda. “Y pensar que todo iba bien”, ”¿quién pensaría que todo saldría así?”, esas son las cosas que me decía al pensar sobre los recuerdos de mi vida. Todo tiene un comienzo y este es igual que el de todos, común, simple, etc. Todo este rollo comienza en realidad un 18 de mayo cuando me encontraba en ese rústico lugar, en el cual uso para meditar, pero en la mayoría de casos para mi relajo, me encontraba en mi cuarto, sin preocupación alguna descansaba del arduo día, después de ese momento decidí salir para ver que me podía encontrar afuera.
Al estar afuera, decidí pasear por el parque, porque el ver ese cielo y esa maleza de color verde me relajaba, además aprovechaba si es que me encontraba con alguien. Caminando por el parque pude ver a mi pata Daniel, un pata muy divertido, confiable, pero había un problema, que solo me di cuenta mucho después, y por lo cual mucho de esto pasó, que era una persona muy cerrada y por lo tanto lo consideraba como misterioso. Al verlo, pasó lo mismo de siempre, lo saludaba, hablamos de algunas cosas sucedidas y después nos despedíamos, pero siempre daba la sensación de que algo faltaba decir, pero nunca se decía. Hasta ese momento todo estaba bien y tranquilo, hasta que comenzó todo ese día. Fue un jueves 24, justo ese día terminábamos de jugar un partido, y se suponía que iríamos a la casa de unos patas de por ahí, pero justo antes de coordinar todo, terminó ese asunto con unas palabras: “Tengo otras cosas que hacer”, el problema en si no era que no vaya sino que era muy raro porque él fue quien estaba mas animado por ese día y además que él no tenia nada que hacer, ya que todo lo había postergado justo para eso. Después de eso no lo vi por mas de una semana porque se fue de viaje a no se donde y además que se fue de imprevisto. Al regreso, hablamos del viaje y de todo, pero solo contestó cosas absurdas.
- Oe, ¿por qué tanta desconfianza?, pregunté.
- ¿Por qué lo dices? Además si fuese así es cosa mía ¿no?, respondió.
El hecho es que todo se iba poniendo más confuso y él se iba poniendo más raro. Desde ese momento comencé a hacer una cosa que fue extraño para mí, analizar las cosas, nunca lo hice y se notó desde el comienzo de todas esas cuestiones, se me hizo un mar de complicaciones y dudas, y a pesar de que no era del todo mi asunto, pero había algo que me impulsaba a hacerlo. Al pasar varios días pensando sobre ello, no solo plantee posibles soluciones, sino también me di cuenta que estaba en todo esto no porque involucraba a una persona que conocía sino también porque quería resolver el problema, creo que eso fue un error, pero ya estaba bien metido en el asunto y era muy difícil renunciar a él.
Me di cuenta de que mi vida había cambiado, al comienzo creí que era absurdo, porque una cosa tan pequeña no podía cambiar tantas cosas, pero después todo se volvió un vicio para mí.
Cada vez que hablaba con él, el asunto siempre entraba en discusión y cada vez mas todo se iba mezclando y complicando. Al ver que todo iba tomando formas distintas, decidí que esto debía ser enfrentado de una vez por todas para poder salir de esto, que cada vez absorbía mas mis ideas.
Justo un mes después, desde el día que decidí comenzar con esto, se dio la confrontación. Fue después de estar en la casa de unas amigas, cuando fuimos a hablar al parque, se notaba en él una fuerza y seguridad, pero a la vez una timidez y algo profundo que debía decir.
- “¡Ya! Dime lo que quieres saber”, dijo. En ese momento me sentí de una forma distinta y me sorprendió el hecho de que él hubiera comenzado.
- Hay tantas cosas y no se por donde empezar, le respondí rápidamente.
- Empieza por donde quieras, replicó.
Desde ese momento comenzé a contarle el por qué de mis actos y como había llegado a esta situación, y cuando me pude dar cuenta, su rostro había cambiado, antes se notaba tranquilo, sereno, pero ahora se tornó de una manera furiosa como la de una fiera salvaje, justo lo que pasó después fue lo que marcó esta historia, solo fueron una palabras y su final.
- ¡Qué chucha te importa lo que me pase!, ¡¡¡No es tu vida es la mía!!!, y después de eso se fue para nunca volver.
Durante todo esto hubo muchos cambios en mí, pero ninguno se compara al que pasó después de ese último día, y desde ahí me siento culpable y herido, sin ánimos, sin nada.
Al pensarlo bien, yo mismo me quedé con dudas sobre lo que hice, no se si fue una estúpida y absurda obsesión o fue por ayudar a otro, y a pesar de que soy consciente de todo esto, aún el golpe y los recuerdos perturban todo a mi alrededor, pero a la vez el remordimiento y el arrepentimiento no son partes de mi vocabulario al ver que todo esto ya había acabado.
Yovanny Aliaga S.