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Mónica Mía - 10

Capítulo 10
“¿Será que otra vez...?”

Esa noche de amor me deja extenuado. Me duermo pero de tanto en tanto siento sus besos en mi rostro. Siento sus caricias en mi cabello y el pecho. Amanece y la luz del día me despierta.
La veo allí tendida a mi lado. Sus cabellos adornan la almohada... es tan hermosa.
Voy a ver a la bebé que duerme en el dormitorio de Mónica.
Beatriz ya le está dando el biberón.
Joaquín - ¡Buenos días Beatriz! ¿Qué haríamos sin usted? Gracias por ocuparse de Cristina Alejandra.
Beatriz – Buenos días mi señor.
Regreso a la habitación y voy a darme un baño.
Al volver ella sigue durmiendo. Aprovecho a contemplar su belleza. La recorro con la vista de pies a cabeza.
¿Cómo es posible que una mujer sea tan bonita?
Sus piernas, sus caderas, sus senos, su rostro y sus cabellos... es de pies a cabeza una escultura.

Pero eso no es todo. Ella es valiente. Lo demostró al cuidar de sus hijas sin ayuda. Es buena madre y quiere a mi Naty porque la he observado cuando no puede verme. La mima y cuida igual que a Verónica y Ana María.
Yo la considero dentro de un todo... su cuerpo y su alma. Su forma de ser. Porque ¿de qué serviría su belleza exterior sin la interior?
Yo particularmente pienso que es más importante la belleza del alma que la del cuerpo...
Mis pensamientos son interrumpidos por Nathalie que abre la puerta de mi cuarto y entra sin más.
Ve a Mónica dormida.
Se asoma sobre su rostro despacito y poniéndose un dedito en los labios me hace ¡Sssssssh! Y le da un besito en la mejilla.
Es una escena tan tierna que lamento no haber tenido mi cámara lista para inmortalizar ese momento.

Luego se cuelga de mi cuello y en voz baja me dice – ¡Ves! se equivocó de cama... Camina dormida... yo lo vi en la televisión, ella es “solámdulo”.
Joaquín – Bueno, Nathalie ve a desayunar que yo me visto y voy.

Desayuno con las bebas. Todas preparan una tostada con mermelada y mantequilla que me ofrecen y claro, tengo que comerme las tres.
¡Mmmmmm! Que ricas... ya saben “cocinar”.
Sonríen satisfechas y orgullosas.
Luego del “suculento” desayuno me voy a comprar el periódico.
Estando en la calle siento el impulso de comprar flores para Mónica. Ella es muy femenina seguramente apreciará el gesto.
Voy a la florería y converso con la que atiende. Le explico que tiene que ser muy grande y con muchos colores... tiene que ser algo tan especial como ella.
Lleno la tarjeta y dejo la dirección.

Bajo la capota del Z3 y voy a “La Costanera”, una avenida que recorre muchos kilómetros a orillas del Río de la Plata.
Estaciono y me dirijo a contemplar los veleros con bellos paños de colores y las lanchas rápidas que a lo lejos con su estela parecen estrellas fugaces.
Algo ronda mi mente.
¿Será que otra vez...? En un impulso tomo el celular y llamo a mamá que está en Bélgica con papá.
Joaquín – ¡Hola mamá! ¿Cómo están?
Mamá – ¡Mmmmmmm! Nosotros bien y tú... te noto “raro”.
¡Increíble! Casi no dije nada y ya sabe que “algo” me pasa.
Joaquín – Mamá ... me casaré otra vez.
Mamá – Ya me imagino con quien...
Joaquín – No es con Carolina es con...
Mamá - ¡Con Mónica!
Pero hijo ella tiene tres hijas ... Carolina es de la “alta sociedad” y sus padres te adoran. ¿No deberías pensarlo mejor?
Joaquín – Solo te llamé para darte la primicia. Ella no tiene tres hijas... ella y yo tenemos cuatro y vendrán más.
Cuando me ponga de acuerdo con Mónica sobre la fecha te aviso y si quieres... estás invitada.
Oprimo el botón rojo y bajo la antena.
Camino a casa el celular me avisa con un “bip”... “bip” que hay un “Mensaje Recibido”.
En un semáforo leo el mensaje de texto que dice... “Como siempre el caballero de reluciente armadura otra vez desenvaina su espada... IREMOS y que Dios guarde tu nobleza. Tienes mi bendición...”

Tengo dibujada una sonrisa de oreja a oreja. Por supuesto que soy un estúpido pero la “bendición” de mamá es muy... muy importante para mí. Me siento feliz.

Llego a la casa. Abro el portón con el radio-control y al entrar al estacionamiento puedo ver a Mónica desayunando en el jardín
Ella se levanta, bebe un poco de agua, corre hacia mí y se prende de mi cuello
Mónica - ¡Gracias por las flores! Más preciosas no podían ser.
Joaquín - ¡Maravilloso! Buena excusa para besarnos...
Esta vez no cuento los segundos. Cada vez que decidimos terminar con el beso nos miramos y nos besarnos otra vez. Este es un vicio maligno. Aumenta mi adición a cada segundo.
(Continuará)
Datos del Cuento
  • Categoría: Románticos
  • Media: 5.53
  • Votos: 53
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3 comentarios. Página 1 de 1
Pau 2
invitado-Pau 2 06-08-2004 00:00:00

MÓNICA MÍA 10 (JOAQUÍN LEDO) Un despertar como pocos...Inolvidable...Divinamente contado...Las hijas son unos regalitos amorosos,aportando a la historia detalles risueños y tiernos. Pau 2

Angel F. Félix
invitado-Angel F. Félix 13-01-2004 00:00:00

Joaquín Ledo cuenta con desparpajo una historia tan real y tan humana, que hasta su hija Nathalie anda en el ajo, y seguro que con Mónica... acabará en la cama. ("Mónica mía - 10")

Lourdes
invitado-Lourdes 13-01-2004 00:00:00

Me quedé esperando más, pero espero que el próximo sea el final. Excelente, destila miel, y así de románticos debemos ser todos. Con aprecio, Lourdes

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