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Muerte en la mañana

Era muy temprano entonces. La muchacha despertó con un pequeño dolor desconocido en su boca. Miraba a su alrededor y el lugar le parecía muy desconocido. Cuando se vio atada de manos y pies, percibió el olor de un guiso excelente. Observó en la otra habitación a un hombre. No, no lo conocía; pero, pensó de inmediato que era su raptor. Se vio de nuevo, y seguía atada, y vio mejor; así su ropa estaba impregnada de sangre, como si alguien hubiera vomitado en ella, empero sangre. Vio al hombre otra vez, estaba cocinando. Ella pensó: “es un buen cocinero, pero me tiene atrapada”. Y trató de gritar y no pudo, porque simplemente le habían sacado la lengua. No, no podía gritar. Y dio una escupida al piso, con todo su esfuerzo; saliva y sangre vio. Se asustó y empezó a llorar. El hombre la vio. Era un hombre muy fino, de buen aspecto, sonriente, muy culto. _ ¿Cómo estás?_ preguntó el hombre. _ Ah…si, ya recuerdo que no tienes lengua. Los ratones no se la han comido esta vez._ Volvió a hablar el hombre.
_ “La lengua es el órgano que más difícil es de domeñar”_ Hablaba el hombre citando la Biblia. _ Debes agradecerme por habértela quitado._ Continuo en un simple discurso.
La muchacha al momento vio que el hombre era culto, muy serio y con muy buen gusto. Miró otra vez alrededor mientras el hombre caminaba rumbo a la otra habitación. Pronto vio al techo y las paredes, todo era exquisitamente elegante. Observó que estaba atada a una forma de mueble que contenía bastantes libros. Calculó la hora; era momento de desayunar. Otra vez el rico aroma, ella tenía mucha hambre. El hombre volvió de la otra habitación donde quedaba su cocina. _Bueno, es hora de comer. Hoy día es un día especial, y tú haz ayudado para darnos este Gourmet. No te preocupes, es comida francesa_ El hombre hizo una invitación. _ Comamos, la mesa nos espera._ Invito otra vez. Entonces el hombre empezó a desatarla del mueble, y se la llevó en sus brazos al hermoso comedor que tenía en esa casa. La muchacha observaba los adornos en la mesa y lo bien decorada que estaba, y en medio una fuente de donde provenía el delicioso aroma. _Se ve que quieres comer_ comentó el hombre. _ esta comida es interesante, verás… El duque de Richelieu fue un militar destacado, nombrado mariscal de Francia en 1748. Durante la Guerra de los Siete Años organizó la expedición sobre Menorca y terminó apoderándose de Mahón en 1756. A su presencia en Mahón y a su inevitable pasión por las mujeres debe la salsa mahonesa su difusión por toda Francia. Bueno, no era pasión por mujeres a mi parecer, sino a una mujer quien acariciaba su paladar con esta deliciosa salsa. El duque en sus memorias, escribió: “No puedo explicar tan deliciosa era en mi lengua…”. Por eso, pues niña, hoy día comeremos estas lenguas Richelieu con salsa mahonesa._ Explicó con tal detalle el hombre. Y la muchacha vio, que no solo su lengua estaba ahí, sino la de otras personas, adornadas muy bien y con el vapor sobre el mismo. El hombre se sentó, y sirvió a su invitada. Ella, pues con las manos atadas hizo como un gesto de desprecio, cuando observo que el hombre cambió su rostro._ ¿No quieres comer?, haz como si fuera comida normal._ Habló el hombre, mientras le llevaba un bocado a la muchacha. Ella con tanta franqueza percibió, que olía muy bien y el hambre le venció. _ Sé que de esta comida, yo seré el único que la saboreará, porque tú no tienes la lengua; empero la degustaré por ti. Mientras tú, aliméntate_ El hombre empezó a servirse y se comió una a una las lenguas de aquella fuente. Qué paciencia y con tanto gusto una a una las comía. La muchacha, asustada y “degustando” también, contó alrededor de 7 lenguas incluyendo al suya por supuesto, y pensó en las 6 chicas desaparecidas en estos 7 años. El hombre una vez que había terminado, dijo: _ Gracias, me haz acompañado en este pequeño desayuno… normalmente no como esto en los desayunos_ Comentó el hombre muy seriamente. _ Te hago saber que se me acabó la carne. Así que necesito algo de la tuya para mi almuerzo. No te preocupes, será poca, porque esta vez será solo para mí._ Cuando terminó de decir esto el hombre. Cogió un cubierto de la mesa y lo incrustó en el pecho de la muchacha. El hombre vio que la muchacha no había acabado su porción. _Mmmmm… demonios, olvidé que estabas atada… bueno terminaré con tu porción._ Se dio cuenta que la muchacha estaba atada y por lo tanto no podía llevarse más bocados de las lenguas ahí servidas. _ Bueno, ¿que haré con ella?. Sangra mucho, bueno habrá que lavarla y prepararla para más tarde._ el hombre, caminó lentamente a su biblioteca y puso un disco de Mozart. Era la primera vez que el hombre no había comido con música. Él lo lamentó realmente._ Nada sale perfecto…será para la otra._ Y encendió un fino puro mientras esperaba a que la muchacha muerta, termine desangrándose. Era lógico que nuestro protagonista fuera a comerse a su victima y otras muchas más.
Chelo.

"Será para bien, será para mal..."
Rubén
Datos del Cuento
  • Categoría: Urbanos
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1 comentarios. Página 1 de 1
Antonio
invitado-Antonio 04-01-2006 00:00:00

Un cuento nada original. Se ve que ha visto las peliculas el silencio de los inocentes, dragón rojo y la saga del Dr. Hannibal Lecter llamado "Hannibal Canibal".

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